La Jornada.- El Grupo Paz con Democracia, integrado por representantes de la Iglesia católica encabezados por el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas y el obispo de Saltillo, Samuel Ruiz García y Raúl Vera López, respectivamente; intelectuales, poetas, periodistas y defensores de los derechos humanos hicieron público este viernes un pronunciamiento en defensa de la autonomía zapatista y advirtieron de una nueva forma de escalada guerrera en Chiapas.
Aseguran que la ejemplar autonomía zapatista está siendo desafiada, y con ella el conjunto del movimiento social y sus alternativas. A continuación transcribimos íntegro el pronunciamiento del Grupo Paz con Democracia.
Tambores de guerra contra las comunidades zapatistas se escuchan nuevamente. No es que alguna vez desde 1994 hayan dejado de sonar, particularmente desde aquel jueves 9 de febrero de 1995 que enmarcó la estrategia militar que hoy se expande a otros movimientos y regiones. Pero en estas últimas semanas se dejan oír mucho más fuerte de lo que se percibía meses atrás, mostrando los nuevos rostros de la contrainsurgencia en Chiapas.
Los paramilitares se mueven con impunidad hostigando a los indígenas rebeldes. La justicia agraria entrega a grupos campesinos tierras que están ocupadas por los zapatistas desde 1994. Lo peor del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y los grupos de poder local se han reagrupado bajo la cobertura de las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD). El Ejército Mexicano se reposiciona en territorio rebelde. Nuevas carreteras aprietan aún más el cerco militar contra los indígenas insumisos y sus Juntas de Buen Gobierno.
En la nomenclatura que nombra la nueva geografía de la ignominia están rancherías, ejidos, comunidades y municipios como Bénavil, Huitiupán, Bolom Ajaw, Chilón, Agua Azul. En ellos, la agresión paramilitar contra bases de apoyo zapatistas es sistemática. Los episodios de rapiña, quema de casas, muertes, amenazas de muerte, desalojo de predios, se suceden unos a otros. Se trata de despojar a las comunidades rebeldes de sus tierras y territorios. Son los rayos que anuncian una nueva tormenta.
La Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos AC (OPDDIC) es hoy lo que durante 1996 y 97 fueron organismos como Paz y Justicia o Los Chinchulines. Sus integrantes atacan al zapatismo desde su raíz, protegidos por el gobierno. De vez en vez, la administración estatal monta espectáculos en los que ex integrantes de este grupo paramilitar entregan un puñado de armas a las autoridades. Se trata de maniobras para ocultar el apoyo que realmente le brindan.
El gobierno perredista de Chiapas y su fracción en el Congreso estatal están integrados por algunos de los más rabiosos miembros de la oligarquía local. Personajes racistas y represores como Constantino Kanter y Roberto Albores Guillén gozan de gran influencia en la administración local. Esta recomposición en las alturas no es sino reflejo del reforzamiento de los más nefastos grupos de interés en ayuntamientos y regiones.
Lejos de disminuir, la presencia del Ejército Mexicano en la región de influencia zapatista se ha cualificado y reforzado. Nuevos campamentos y destacamentos han apretado el cerco, auxiliados por las nuevas carreteras que, en lugar de promover el progreso, han servido para que circulen carros blindados y tropas.
Los abajo firmantes, integrantes de Paz con Democracia, queremos unir nuestras voces a las de quienes, desde distintas trincheras, alertan sobre una nueva forma de escalada guerrera en Chiapas. La ejemplar autonomía zapatista está siendo desafiada, y con ella el conjunto del movimiento social y sus alternativas. Hoy, una vez más, es necesario que nos movilicemos en su apoyo.
Por el Grupo Paz con Democracia,
Samuel Ruiz García, Raúl Vera López, Pablo González Casanova, Víctor Flores Olea, Juan Bañuelos, Carlos Fazio, Dolores González, Miguel Álvarez, Magdalena Gómez, Pablo Romo, Ana Esther Ceceña, Higinio Muñoz, Gilberto López y Rivas, Alicia Castellanos, Juan Brom, Oscar González, Jorge Fernández Souza, Miguel Concha Malo, José Antonio Almazán González, Paulina Fernández C., Guillermo Almeyra, Héctor de la Cueva y Luis Hernández Navarro.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2008/02/09/index.php?section=politica&article=006n1pol