EFE.- El Foro de Ministros de Medio Ambiente de Latinoamérica y el Caribe concluyó hoy con serias advertencias sobre los nocivos efectos del cambio climático en la región, donde 100 millones de personas podrían sufrir escasez de agua potable en los próximos años.
Los ministros firmaron la denominada "Declaración de Santo Domingo" en la que expresaron su preocupación "por los impactos negativos, ambientales, sociales y económicos del cambio climático", debido a la vulnerabilidad de la región, especialmente los pequeños estados insulares.
En ese sentido, exigieron a los países desarrollados, "cumplir con sus obligaciones de reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero para la mitigación del cambio climático".
Además, pidieron a dichas naciones "generar los flujos financieros, transferencia tecnológica y creación de capacidades requeridas para las necesidades de adaptación y mitigación de los países de la región".
Asimismo, se comprometieron a participar "activamente" en las negociaciones para la adopción de un régimen internacional de acceso a los recursos genéticos y distribución "justa" y "equitativa" de los beneficios derivados de su utilización.
Igualmente, a promover y contribuir al debate regional sobre Gobernanza Ambiental Internacional, impulsando una participación plena y efectiva de los países de la región, con el propósito de construir consensos en el tema, contribuyendo al proceso de consultas de la ONU.
No obstante, los ministros aclararon que un sistema de Gobernanza Ambiental Internacional solo será efectivo si cuenta con un mandato "fuerte" y "claro", así como, "recursos financieros apropiados, previsibles y estables, y con la voluntad política de los estados para alcanzar los objetivos previstos".
También se comprometieron a incrementar los esfuerzos para la conservación de la biodiversidad, a través del fortalecimiento de los sistemas nacionales de áreas protegidas, tanto terrestres como marinas, así como otros instrumentos de conservación.
Acordaron promover la implementación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertización y la Sequía y reforzar la cooperación Sur-Sur entre los países de América Latina y el Caribe.
Horas antes, el secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, Yvo de Boer, pidió un cambio en el modelo económico mundial para hacer frente a este fenómeno y detener el deterioro ambiental.
En su opinión, hace falta "un nuevo Plan Marshall del cambio climático que remodele la economía futura del mundo y reoriente los flujos de inversión hacia un futuro sostenible".
El experto advirtió que durante los próximos 25 años, según los cálculos de la Agencia Internacional de la Energía, será necesario invertir 23.000 millones de dólares para obtener la energía que exige el desarrollo económico mundial, ya que, de no efectuar este gasto, aumentará en un 50 por ciento la emisión de gases contaminantes.
Precisamente, las agencias internacionales han advertido de la urgencia de reducir en un 50 por ciento estas emisiones, señaló De Boer, quien subrayó la necesidad de desarrollar un programa "verdaderamente global" para hacer frente a los efectos del cambio climático.
De Boer, quien indicó que la Unión Europea calcula que es posible la reducción del 20 por ciento de las emisiones contaminantes, estimó que este objetivo, junto a la adaptación al cambio climático, costará "billones de dólares" a los países desarrollados.
El XVI Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe comenzó el pasado miércoles y fue clausurado hoy al acabar las sesiones de trabajo, en las que trató la reducción de emisiones contaminantes, el uso eficiente de la energía, el ordenamiento territorial y los asentamientos humanos, entre otros temas.
----
Fuente: Agradecemos el envío de la información a la Red Ambiental La Libertad