Por Jacinto Ticona Huamán, Vicaría de Solidaridad-Prelatura de Sicuani
Hoy las Rondas Campesinas del Sur Andino se encuentran enlutadas por la inesperada muerte de Eudi Pineda, quien venía desempeñándose como Presidente de la Central Macro Regional de Rondas Campesinas del Sur Andino en nuestro país.
Esta organización fue creada el 29 de mayo del 2007 en el distrito de Ccatcca, provincia de Quispicanchi de la región Cusco con asistencia de más de seis mil rondero/as de la región Puno, Cusco y Apurímac.
Él se dirigía desde su tierra natal, en el distrito de Corani, hacia Macusani, capital de la Provincia de Carabaya, región Puno, a bordo de una motocicleta, para alcanzar al ómnibus que lo trasladaría de ésta hasta Juliaca, y de allí iba a viajar a Sicuani a un encuentro de Rondas Campesinas. Pero, por circunstancias ajenas a su voluntad, en un accidente dejó de existir, hecho que por supuesto, deberá de ser rigurosamente investigado para llegar a la verdad y que los responsables asuman la indemnización correspondiente.
Indudablemente, es una irreparable pérdida de uno de los líderes que se caracterizó por ser un hombre de bien, valiente, concertador y con profunda identidad andina. Él nunca tuvo vergüenza de llevar sobre los hombros su wasqa qewe y su waraka (onda de lana de alpaca y llama), símbolos del rondero andino.
Eudi, más conocido como salqa puma (puma indomable), sin temor a equivocarme fue un hombre que no tuvo pelos en la lengua, cuando conversaba con los intelectuales, sean abogados, periodistas, catedráticos de universidades, jueces, fiscales y policías. Se sentaba con una mirada de frente planteando puntos de vista, generando debate; pero también fue un hombre que escuchaba tus problemas, tus ideas, en algunos casos para orientarte y en otras para discrepar sin temor a sentirse menos, utilizando su sabiduría andina.
Este rondero, fue orgulloso de su cultura andina, tal vez sea ésa la razón por la que, el XIII Encuentro Regional de Rondas Campesinas de Puno, llevado a cabo recientemente en Macusani-haya llevado la denominación de Rondas Campesinas, Orgullo de la Cultura Andina, frase inspirada por él.
Este hombre andino, no solo buscó, sino logró acercarse, a los magistrados de Puno y Cusco para dialogar sobre el acceso a la justicia en el mundo rural, compartiendo su experiencia a partir de un testimonio de vida del actuar de la justicia comunitaria, haciéndoles entender con sencillez y claridad que somos parte de un país diverso, donde existen quechuas, qollas, qanchis, que desde sus ancestros, vienen ejerciendo su justicia comunitaria.
Así mismo, cabe resaltar -aunque suene paradójico- que dos días antes de su muerte, salió publicado una entrevista que le hizo el diario Perú 21, en el que se encuentra reflejado sus ideales, su trayectoria como dirigente rondero y, fundamentalmente su aporte a la sociedad.
En esa entrevista nos precisa la diferencias que existe entre la justicia comunitaria y los linchamientos y/o ajusticiamientos populares, manifestándonos que las rondas hacemos justicia comunitaria. Ahí participan el alcalde, el juez, el gobernador y los dirigentes. Eso nada tiene que ver con los linchamiento, el ajusticiamiento o la justicia popular, como les dicen desde aquí a las rondas. Eso pasa donde aún no hay rondas organizadas. La ley de Rondas Campesinas dice que administramos justicia de acuerdo al derecho consuetudinario siempre que no se violen los derechos fundamentales de una persona.
Este dirigente rondero pasó momentos difíciles durante su vida, por exigir el respeto de las actuaciones de las comunidades y rondas campesinas, en muchas casos fue perseguido, denunciado no solo por funcionarios y servidores del Estado que no entendían nuestra diversidad cultural, sino también por los delincuentes, quienes, como él refiere me han querido enterrar moralmente, pero no han podido.
Podemos hablar mucho de Eudi Pineda, nosotros que tuvimos el privilegio de conocerlo de cerca, caminando junto a él en los encuentros, seminarios, conversatorios. De cada uno de sus intervenciones hemos aprendido bastante, y desde estás líneas nuestra gratitud, reconocimiento y homenaje a un rondero que supo mantenerse firme en sus ideales.
Por eso, Eudi Pineda se hará extrañar en los encuentros ronderos, pero, quedará en la memoria, no solo de los ronderos/as, sino del pueblo sur andino, por su enorme compromiso con la justicia comunitaria, la identidad andina y su jovial canto al rondero andino; tal vez escuchando sus canciones compuesta por él mismo, recordemos lo grande que fue este hombre.
Fuente: Agradecemos el envío de la información a la Red Verde, Cajamarca