Más de 12,000 campesinos mexicanos se manifestaron este miércoles en el Estado de Chiapas y en la Ciudad de México para protestar en contra de la liberalización agrícola en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, se reunieron unos 12,000 campesinos, en su mayoría de origen indígena, que mostraron su insatisfacción por la eliminación de aranceles a la importación de más de 1,100 productos agropecuarios de Estados Unidos y Canadá en el marco del TLCAN.
"El TLCAN se ha vuelto una pesadilla, lo que se vislumbra es que la pobreza podría criminalizarse al ponerse en riesgo la soberanía alimentaria y se espera un crecimiento de la delincuencia", dijo Carlos Alvarado Pereyda, dirigente de la Organización Nacional del Poder Popular (ONPP).
Con pancartas y gritando consignas en contra del gobierno, los campesinos y indígenas advirtieron riesgos para el "empobrecido campo chiapaneco", con lo que dijeron, se vislumbra un "éxodo drástico" de la migración a Estados Unidos.
El martes entró en vigor este apartado del TLCAN que elimina los aranceles al comercio de más de 1.100 productos agropecuarios, entre ellos maíz, frijol y leche.
"Suman más de 300,000 los chiapanecos que han cruzado la frontera norte de México en busca de mejores condiciones de bienestar, lo cual se refleja en una captación de divisas por 650 millones de dólares anuales, y con eso los compañeros campesinos han estado sobreviviendo estos años", dijo Alvarado.
En la Ciudad de México, más de un centenar de campesinos, maestros y militantes de la izquierda también se manifestaron ante la embajada de Estados Unidos en México en contra de la entrada en vigor del capítulo agrícola del TLCAN.
Durante el mitin, líderes campesinos y de la disidencia magisterial anunciaron que realizarán movilizaciones de forma permanente en todo México para exigir al gobierno espurio de Felipe Calderón que dé marcha atrás al polémico capítulo agrícola del TLCAN.
Organizaciones campesinas y la oposición han advertido que esta liberalización comercial dejará en franca desventaja a los agricultores mexicanos, incapaces de competir en volumen, precios y subsidios con los productores de Estados Unidos y Canadá.
Así, unos 10 mil campesinos de diferentes organizaciones marcharon en Tuxtla para protestar por la entrada en vigor del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TCLAN), que, según los inconformes, marca "el principio de la muerte del sector" en el país.
Los labriegos consideraron que la liberación de aranceles a los productos agrícolas como el maíz y el frijol provenientes de Estados Unidos y Canadá, coloca en desventaja a los campesinos mexicanos, quienes no están en condiciones, técnicas y financieras, de competir con los productores estadounidenses y canadienses.
Participaron en la protesta miembros de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ), de la Organización Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ), de la Organización Nacional del Poder Popular (ONPP), de la Unión Campesina Popular Francisco Villa (UCPFV) y del Movimiento Obrero Campesino Revolucionario Independiente (MOCRI), entre otras.
Carlos Alvarado Pereyra, presidente del consejo político estatal de la ONPP, dijo que esto era lo último que faltaba para declarar el fin del agro mexicano.
Los productores mexicanos, agregó, no podrán competir con los de Estados Unidos y Canadá, ya que en esos dos países los gobiernos otorgan "fuertes subsidios"; además de que cuentan con la mejor tecnología, lo que les permite abaratar sus productos que exporten hacia México.
"En México y, en particular, en estados eminentemente agrícolas como Chiapas, este golpe lo vamos sentir como un tiro de gracia; no quedará otra alternativa que abandonar nuestra tierras, ya de por si poco productivas, y sumarnos a la ola de emigrantes que van rumbo a esos países del norte para emplearnos en sus campos de cultivo", pronosticó Alvarado Pereyra.
Dijo que en la actualidad más de 300 mil chiapanecos han emigrado hacia Estados Unidos, principalmente, en busca de mejores condiciones de vida. Anualmente Chiapas recibe 650 millones de dólares por concepto de remesas.
Alvarado Pereyra afirmó que el Tratado de Libre Comercio se ha vuelto una pesadilla para los mexicanos, y manifestó su temor de que la pobreza se "criminalice" porque la entrada en vigor del capítulo agropecuario pondrá en riesgo la soberanía alimentaria del país. "Se espera un crecimiento de la delincuencia", advirtió.
Ante tan desolador panorama, demandó a los gobiernos federal y estatal que modifiquen sus políticas agropecuarias e impulsen programas para rescatar de la pobreza a los campesinos mexicanos con "financiamiento justo".
Consideró que los programas de producción de cultivos orgánicos en el estado no es la solución, y advirtió que la entrada de cultivos transgénicos puede constituir un riesgo.
Provenientes de diversos municipios de la entidad, los inconformes advirtieron que la lucha contra la apertura comercial agropecuaria se mantendrá hasta que sea renegociado el TLCAN y se suspenda el acuerdo comercial.
Así, miembros de organizaciones populares y de la CNTE realizaron hoy una manifestación que concluyó frente a la embajada de Estados Unidos en México, donde demandaron revisar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En la marcha, que se inició en el Angel de la Independencia y terminó frente a esa sede diplomática, participaron integrantes del Frente Popular Francisco Villa, Organización Nacional del Poder Popular y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes portaban pancartas en contra del aumento en el precio de las gasolinas y el TLCAN, que liberó de aranceles la importación de granos básicos a partir del este 1 de enero.
Durante el acto se dio a conocer un comunicado de Cuck Conner, secretario de Agricultura de Estados Unidos, en el que se afirma que en 1994 las exportaciones estadounidenses hacia Canadá y México ascendían a 10.1 mil millones de dólares, y se espera que este año lleguen a los 28 mil millones.
"Seguiremos trabajando con México para aumentar los éxitos alcanzados a la fecha. Desde 2005, Estados Unidos ha invertido cerca de 20 millones de dólares en programas e intercambios comerciales para ayudar a México en dirigir su producción, distribución y retos de marketing asociados con la transición hacia el comercio libre y abierto", señala.
Con la total implementación del TLCAN desaparecieron las últimas restricciones de comercio, como las exportaciones de Estados Unidos a México de maíz, frijol, leche y jarabe de maíz con alta fructuosa, así como las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos de azúcar y productos de horticultura.
Desde la implementación del acuerdo, el comercio entre Estados Unidos y México pasó de 10.4 mil millones de dólares a 30.4 mil millones.
En el acto de protesta frente a la embajada de Estados Unidos, miembros de esas organizaciones anunciaron un plan de "resistencia civil" para exigir al gobierno espurio de Felipe Calderón frenar la importación de granos básicos sin arancel.
Por su parte, Artemio Ortiz Hurtado, líder de la Sección 18 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de Michoacán, afirmó que maestros e integrantes de organizaciones campesinas se concentrarán en esta ciudad, para exigir al Congreso de la Unión su intervención para frenar la entrada en vigor del capítulo agropecuario del TLCAN.
Dijo, además, que se presentarán nuevos amparos contra la reforma a la Ley del ISSSTE, y señaló que, el próximo 19 de enero, realizarán un referéndum para exigir la salida de Elba Esther Gordillo del SNTE.
En el acto se llamó a crear un "frente de lucha del poder popular", con el fin de mantener las movilizaciones y realizar bloqueos de carreteras y edificios públicos.
La sede diplomática era custodiada por elementos de la policía capitalina, que mantenían cerrados ambos sentidos del Paseo de la Reforma.
Para evitar que el campo se convierta en "un refugio de sobrevivientes", campesinos de diversas organizaciones nacionales y regionales acordaron continuar con una intensa movilización durante este año.
"Estamos dispuestos a luchar 36 horas, 36 días, 36 años o el tiempo que sea necesario en defensa de nuestra dignidad y mostrarles a los poderosos que su dominio empieza a tambalearse", dijo Víctor Quintana, del Frente Democrático Campesino de Chihuahua (FDCCh), al concluir el bloqueo que desde el primer minuto del 1 de enero y hasta el mediodía de hoy sostuvieron en el puente Córdoba Las Américas para evitar el ingreso de maíz y frijol estadounidenses.
Las temperaturas hasta de menos tres grados bajo cero no mermaron el ánimo de los integrantes del FDCCh, Coordinadora Nacional Plan de Ayala, Alianza Nacional de Productores Agropecuarios y Pesqueros, El Barzón, Unión de Trabajadores Agrícolas Fronterizos (UTAF), Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, Unión Campesina Democrática, colonos de Lomas del Poleo, del ejido Casas Grandes, entre otros, que refrendaron su compromiso de sostener al Plan de El Chamizal como su agenda básica de lucha para lograr la revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la exclusión del maíz y frijol de éste.
Al amanecer de hoy en el reinicio normal del tráfico fronterizo, los campesinos dejaron ingresar a territorio nacional a los tráileres que aceptaban mostrar su mercancía; el acceso se detuvo cuando uno de los transportistas se negó a abrir el contenedor y otro pretendió evadir a los campesinos; en menos de dos horas cerca de 18 vehículos de carga hacían una larga fila desde la caseta de acceso estadounidense hasta la "joroba" del puente, en el límite entre México y Estados Unidos.
"Todos andamos atrás de los frijoles, si no entrego la mercancía no tengo ingresos", dijo uno de los transportistas a los campesinos, quienes aclararon que su movimiento de protesta era precisamente para salvaguardar la producción del frijol y maíz mexicanos y los convocaron a solidarizarse con su lucha.
El bloqueo de los transportistas duró hasta minutos después de las 12 horas, luego de que los campesinos levantaron el bloqueo iniciado el 1 de enero y mostrar su satisfacción por haber iniciado desde esta frontera norteña y en tierra marcada por la lucha de Francisco Villa, una nueva etapa de la resistencia campesina.
Antes de retirarse de "la joroba" del puente, Miguel Colunga, del FDCCh, comentó que el 25 de julio del año pasado varias organizaciones campesinas, ambientalistas y sociales iniciaron la campaña "Sin maíz no hay país, sin frijol tampoco. Pon a México en tu boca" y a partir de entonces se propusieron juntar un millón de firmas en defensa de la producción en el país de ambos granos y de que sean excluidos del TLCAN e informar a la población de los daños que ese tratado comercial ha causado en el campesinado.
"Nuestro balance es positivo, la ciudadanía ha mostrado simpatía y solidaridad por esta lucha", asentó.
Y mientras los integrantes de las organizaciones campesinas destacaban que este año habrá manifestaciones, plantones y diversas acciones de protesta en el país, las cuales iniciarán el 31 de enero en la ciudad de México con una marcha, y continuarán en Morelos, Michoacán y Jalisco, algunos automovilistas se detenían a leer las mantas y letreros improvisados con piedras: "Sin maíz no hay país", y demandaban más información.
Quintana recordó que en enero de 2003, también un grupo de campesinos inició una protesta en esta zona fronteriza y posteriormente nació el movimiento El Campo no Aguanta Más -en el que se aglutinaron decenas de organizaciones nacionales y regionales-, "hoy, esta renovada acción de resistencia no tiene aún un nombre, pero ya tiene un eje de lucha, el Plan de El Chamizal, con el que volvemos a decirle claramente al gobierno de México que el TLCAN no ha dejado beneficios y que no nos dejaremos engañar por el gobierno espurio encabezado por Felipe Calderón que afirma que el TLCAN no nos daña y que hay que aprovechar las ventajas. Desde esta tierra del Centauro del Norte le decimos que no dejaremos de luchar por una política justa, soberana y democrática y que vamos a rescatar al país y a la economía nacional para favorecer a la gente honesta y sencilla del país".
Este problema de la producción de alimentos en el país "nos atañe a todos", no sólo a los campesinos, alzó la voz uno de los agricultores participantes y narró: "cuando era joven jamás pensé en que bebería agua comercializada, todos íbamos a los aguajes y a los arroyos, pero ahora está acaparada por los particulares.
"Ahora, las transnacionales dicen que van a plantar muchos árboles para producir oxígeno por eso del cambio climático, y seguramente -aunque parezca un disparate- ya están pensando en cobrar ese oxígeno. Lo digo porque ya pasó con el agua y quieren seguir privatizando todos los recursos naturales, la tierra y las semillas que nos han dado identidad cultural, y a los campesinos nos quieren desaparecer", advirtió.
El campo, abundó Gabino Gómez, del Barzón, se debate entre la vida y la muerte; la intensa lucha que se ha iniciado en este año es por un campo productivo y por una alternativa de vida; "los campesinos nos negamos a desaparecer y a morir por decreto de los poderosos".
Los integrantes de las diversas organizaciones que participaron en el bloqueo, prácticamente simbólico, del puente Córdoba Las Américas se comprometieron a participar en las movilizaciones y acciones de protesta que sus respectivas dirigencias definirán el próximo día 14 en la ciudad de México.
Fuente: Diario Por Esto, México, 3 de enero de 2008. Recibido del boletín: Biodiversidad en América Latina