Boletín especial EZLN, Prensa de Frente en Chiapas.- El 1 de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), formado por miles de indígenas mayas, tomó militarmente siete cabeceras municipales en el Estado de Chiapas, sureste mexicano.
En sus primeras proclamas, el EZLN anunciaba: "Hemos empezado la lucha que necesitamos hacer para alcanzar demandas que nunca ha satisfecho el Estado mexicano: trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz".
Desde ese momento, serían una fuerza gravitante en su país y en el exterior a través de diversas iniciativas. En la actualidad, continúan desarrollando numerosos proyectos comunitarios, resistiendo "el olvido, la discriminación, el saqueo de nuestras riquezas naturales, la explotación y opresión y toda clase de injusticia que desde hace más de 500 años hemos venido padeciendo los pueblos originarios de estas tierras".
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional es una organización social y político-militar fundada por cinco hombres y una mujer -tres mestizos y tres indígenas- el 17 de noviembre de 1983 en la Selva Lacandona. Algunos de sus miembros provenían de experiencias militantes anteriores, ligados al marxismo-leninismo latinoamericano, guevarista.
Pasados los primeros tiempos de adaptación al terreno, comenzaron los acercamientos y el entrecruzamiento con las comunidades mayas, que fueron convirtiendo al EZLN en una organización campesino-indígena masiva y con presencia en buena parte del territorio de Chiapas, el más al sur –en la frontera con Guatemala- de los 32 estados mexicanos.
Entre 1983 y 1994, el EZLN dedicaría sus principales esfuerzos a una paciente organización interna. El encuentro entre la tradición marxista-leninista con "una realidad que no puede explicar, de la que no puede dar cuenta y con la que tiene que trabajar" sería relatado por el Subcomandante Marcos, vocero de la organización, como "la primera derrota, la más importante y la que lo marcará de ahí en adelante.
Así se empieza a dar el proceso de transformación del EZLN, de un ejército de vanguardia revolucionaria a un ejército de las comunidades indígenas, un ejército que es parte de un movimiento indígena de resistencia, dentro de otras formas de lucha. El EZLN, cuando se imbrica con las comunidades, pasa a ser un elemento más dentro de toda esa resistencia, se contamina y es subordinado a las mismas. Las comunidades se lo apropian y lo hacen suyo, lo colocan bajo su férula". Producto de esa derrota, "el EZLN empezó a crecer geométricamente y hacerse 'muy otro', o sea que la rueda –que era bastante cuadrada- siguió abollándose hasta que, al fin, fue redonda y pudo hacer lo que debe hacer una rueda, es decir, rodar".
El crecimiento, en algunos años, fue explosivo. En 1986 eran 12 integrantes, para 1988 habían crecido hasta 80 y al año siguiente eran unos 1300 combatientes. En enero de 1994, el EZLN movilizó miles de insurgentes. Ese día entraba en vigencia el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México.
Tras 12 días de combates con el ejército, que movilizó unos 40 mil soldados y equipos de elite, comenzó el estado de guerra de baja intensidad que, con avances y retrocesos, no impidió el desarrollo de una experiencia social masiva, que desde sus prácticas aún parece tener mucho para decir.
A partir del surgimiento público en 1994, el EZLN apareció como una fuerza renovadora en el debate de prácticas e ideas revolucionarias, alcanzando gran difusión a escala mundial. Por un lado, porque su emergencia tuvo lugar en el momento de mayor defensiva ideológica para el socialismo en el siglo XX. Pero, fundamentalmente, porque su práctica y su discurso político plantearon interrogantes profundos sobre buena parte de las tradiciones y certezas políticas de ese mismo siglo, integrando al mismo tiempo figuras nacionales y demandas globales, en un recorrido por más de 500 años de historia de sus territorios. Los zapatistas impulsan también "otra comunicación y otra cultura" y en esta búsqueda se inscriben sus escritos, murales y otras formas de expresión.
El EZLN está formado por comunidades pertenecientes a los pueblos tzotil, tzeltal, chol, mam, zoque y tojolabal, mayoritarios en Chiapas. Entre las demandas de los pueblos indígenas, la defensa de sus territorios ocupa un lugar central. El EZLN reconoce como uno de los detonantes de la rebelión a la reforma del art. 27 de la Constitución Nacional, impulsada en 1992 por el mandatario neoliberal Carlos Salinas de Gortari, que avanzó en la privatización de las tierras de las comunidades, una de las principales conquistas de la revolución mexicana. Sin embargo, las demandas del movimiento tienen un carácter más amplio, que abarca al menos a todos los pueblos indígenas de México, entre otros "de los que le sobramos al sistema capitalista".
En lo organizativo, los zapatistas proponen mecanismos que distribuyan el poder, tendientes a horizontalizar el proceso de toma de decisiones. A nivel práctico, esto se traduce en una compleja organización popular en la cual se destaca el Comité Clandestino Revolucionario Indígena, la Comandancia General (CCRI-CG), una estructura colectiva con representación de todos los pueblos indígenas que forman el EZLN y a la que se encuentra subordinado el Subcomandante Marcos, como jefe militar y vocero de la organización.
También hay un complejo entramado de articulaciones civiles y militares, jerárquicas y no jerárquicas, que posibilita la resistencia ante los ataques del Estado y los grupos paramilitares; y el desarrollo de proyectos productivos, de servicios sociales y hasta de autogobierno, consolidando un poder dual en los territorios propios.
Luego de diversas iniciativas con fuerte impacto en el tablero político nacional –que incluso cerraron un ciclo de más de 70 años del PRI, hasta entonces el partido de gobierno-, en agosto de 2003 el EZLN anunció el nacimiento de los Caracoles y la creación de las Juntas de Buen Gobierno, que proponen "mandar obedeciendo". Estas instancias cuentan con delegados revocables, que trabajan sin salario y se encargan de tareas de representación y administración de justicia, además de coordinar con las demás Juntas de Buen Gobierno el sistema político autónomo zapatista, que territorialmente coexiste en muchas ocasiones con el sistema político y las demás instituciones sociales del gobierno.
En medio de un recrudecimiento de las agresiones estatales y paramilitares –a 10 años de la masacre de Acteal, en la que fueron asesinadas 45 personas por paramilitares provistos con dinero proveniente del gobierno federal-, los zapatistas sostienen un intenso trabajo de base, llevando adelante diversos proyectos, entre los que se destacan emprendimientos agroecológicos, de comercialización de café y productos textiles, proyectos autónomos de salud, educación y comunicación popular.
En cuanto a la articulación política, en los últimos años el EZLN continúa impulsando activamente distintos espacios, en diferentes niveles. En junio de 2005, lanzó la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, por la que convocó a organizar "La Otra Campaña", una iniciativa nacional que continúa dando sus primeros pasos. A partir del surgimiento, La Otra confrontó políticamente no sólo con los partidos de derecha (PRI y PAN), sino también con el centrista PRD, que en las últimas elecciones llevó como candidato a presidente a Andrés Manuel López Obrador, derrotado –mediante fraude, según numerosas denuncias- por el actual presidente Felipe Calderón, del PAN.
En Chiapas, el PRD logró imponer como gobernador a Jaime Sabines, ex priísta, acusado por los zapatistas de permitir los ataques paramilitares, principalmente en manos de la OPDICC, organización ligada al PRI. Recientemente, Marcos anunció que "las señales de guerra en el horizonte son claras", a través de un texto –llamado "Ni el centro ni la periferia"- leído en un congreso internacional en San Cristóbal de las Casas, en el que se encontraban John Berger y Daniel Viglietti, entre otros destacados intelectuales y trabajadores de la cultura.
Desde 1996, los zapatistas son activos participantes del Congreso Nacional Indígena (CNI), que se reunió por cuarta vez en marzo de 2006. En octubre de 2007, a iniciativa del EZLN se realizó el Encuentro de Pueblos Indígenas de América, que reunió a más de 50 pueblos originarios en Vícam, en el estado de Sonora, en el noroeste mexicano.
En 2007 también se realizaron tres Encuentros de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo, promovidos por la Zezta Internacional, correlato de La Otra Campaña a nivel global y a cargo del Teniente Coronel Insurgente Moisés. La primera reunión coincidió con el cierre de 2006 y apertura de 2007, en Oventik. La segunda, en julio, en los cinco caracoles.
Para cerrar el año, desde el 28 de diciembre más de 500 mujeres de todo el mundo se reunieron en el "III Encuentro de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo, La Comandanta Ramona y las Zapatistas", que concluyó el 1º de enero de 2008, a catorce años de la insurrección, vigente en el sureste de México.
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Informe especial EZLN:
- "Democracia, justicia, libertad": historia y postales del EZLN
- Los mecanismos del "mandar obedeciendo"
- "Que haya una educación real y que sea para todos"
- Construyendo salud desde el propio pueblo
- Alerta ante la ofensiva de paramilitares
- Una nueva etapa: el impulso de espacios de articulación
Fotogalería: Murales de Oventik
Biblioteca: "La guerra de conquista en el campo mexicano"
Más información:
- Sitio web de la Comisión Sexta del EZLN: www.enlacezapatista.ezln.org.mx
- Sitio web de la Zezta Internacional: www.zeztainternazional.ezln.org.mx