Una tradición indígena de catarsis y justicia social que se celebra en fiestas de Navidad
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Por Víctor Laime Mantilla
La Wayliya
Los orígenes de la Wayliya se remontan a los resultados del gran movimiento cultural, religioso e ideológico Taki Unquy (1560) que con mayor esencia se dio en Ayacucho, Huancavelica y Apurímac. En el transcurso de los años aún supervive en la provincia de Chumbivilcas, obviamente con cambios, más de forma que de fondo, a los que ha tenido que ser sometida durante el Virreynato y épocas ulteriores.
El Taki Unquy como manifiesta el investigador Rafael Varón Gabai: fue una respuesta violenta a la colonización europea del Perú, que tuvo como base la tradición indígena con dos vertientes, el taki o cantar histórico (ideológico) que sirvió como vínculo integrador de la comunidad con su pasado, y el otro, los rituales nativos, especialmente aquellos de las festividades orientadas a la prevención de males.
En el Wayliya se ha perdido el ritual prehispánico con las características propias del movimiento. En cambio, tiene en esencia el takiy, el canto o el cantar, algunos con contenidos históricos y otros con contenidos actuales que endemonian, envenenan, transforman anímicamente y liberan al danzante.
La Wayliya fusionada al Takanakuy, como es visto y practicado por la comunidad, muy bien podrían ser el gran resurgimiento del movimiento Nuevo Taki Unquy que actualmente se viene expandiendo sutilmente por distintas comunidades de la provincia de Chumbivilcas y capitales de ciudades como Arequipa, Lima y Cusco.
La Wayliya es una forma de celebrar una fiesta de encuentro o Tupay de fuerzas duales en donde todos, unísonamente, exclaman Wayliya, Waylihiya, Wayliya y en algunas comunidades Waylaya, Walayay, Waylaya, Waylaya como una forma
de reflejar libertad, alegría o éxito.
El ritmo del marco musical y los pasos marciales de los disfrazados danzarines de la Wayliya marcan el compás o el tiempo con una sonaja hecha de un palo que se asemeja a la letra y que en quechua es el Tanka. Entre los dos extremos cruza un alambre en el que se encuentran insertadas varias hojas de lata que generan sonidos propios del metal. La sonaja es acompañada por el violín y el arpa que armonizan incesantemente durante la fiesta del cargo.
Un verso que de manera directa refleja el sentimiento indígena frente a la dominación y que se canta en el Takanakuy es el siguiente:
Original en quechua | Castellano | |
Chilichawanpas peruanowanpas | Con el chileno o con el peruano | |
Tupayullasaqsi, | estaré siempre enfrentándome, | |
chaypaqsi mamay wachakuwasqa | para eso mi madre me trajo a este mundo | |
chaki makiyuqta; | con pies y manos; | |
wayliya, waylihiya, wayliya. | wayliya, waylihiya, wayliya |
Estas letras encarnan una posición neutra, ni de peruano ni de chileno; sino, una posición etnocentrista indígena, al margen de las formalidades y esquemas peruano - occidentales. En consecuencia, el campesino indígena actualmente no se siente identificado con el país. Al contrario, cree que pertenece a otro país o suyo.
En síntesis, la Guerra del 79 ha maltratado por igual al peruano y al chileno ya que son ellos los que la han sufrido y afrontado obligados, no sé si por defender algo que les pertenecía a ellos o a unos cuantos.
Takanakuy o Wayliya
El Takanakuy es una fiesta tradicional que se celebra en distintas fechas y meses dentro de la provincia de Chumbivilcas. Comienza el 26 de julio recordando a la virgen de Santa Ana en la comunidad campesina de Ccoyo. Continúa el 08 de diciembre en la comunidad de Mosco y Ccollpa. Luego llega al 25 de diciembre como la fiesta central, que concentra fuerzas y valores juveniles, en Santo Tomás, Llusco y Quiñota, seguido, en año nuevo en las distintas comunidades indígenas de Santo Tomás.
Takanakuy, se refiere al encuentro físico de cuerpo a cuerpo, a puño limpio, sin ninguna regla que impida el uso de atuendos de protección o atuendos de ataque, especialmente en el uso de zapatos. Pueden ser chuzos, botas de mineros con punta acerada u otros más contundentes. Lo único que se prohíbe es el uso de anillos en los dedos.
Motivos por los que se concurre al Takanakuy
Existen varios motivos por los que se concurre y se concretizan en el día del Takanakuy. Así tenemos:
1. Por deporte: Principalmente concurren aquellos jóvenes que quieren demostrar voluntariamente sus habilidades físicas o su valentía, para alcanzar el estatus de ser el mejor peleador.
2. Por haber adquirido compromiso antelado por amistad: Vienen a cumplir la promesa o la palabra empeñada.
3. Para ventilar públicamente conflictos familiares y/o personales: Asisten para solucionar públicamente conflictos interfamiliares o interpersonales que han sido provocados por dominio de tierras agrícolas, abigeato, discusiones, acontecimientos fortuitos en las borracheras, fiestas de corrida y otros abusos que se ocasionan en la comunidad. Es considerado por la población como una forma de auto-administración pública de justicia.
4. Para delimitar situaciones sentimentales: Quienes coinciden enamorándose de la misma joven lo definen en el Takanakuy de manera pública.
5. Por defender el apellido o al amigo: Estos danzantes salen al encuentro como coteja o sustituto (wiqchupa) para defender a su pariente o amigo que ha sido vencido en la contienda.
Contenido social del Takanakuy, Maqanakuy, Navidad o Wayliya
En lo Psíquico: Para afrontar las realidades adversas de la vida local y como ser pensante e individuo responsable con la familia y la sociedad el participante hará respetar el honor y el apellido. Fundamentalmente como individuo elevará su nivel de autoestima dentro de la idiosincrasia y la cosmovisión local, adquiriendo un status y ascendencia en la sociedad. Como joven estará en condiciones de contraer matrimonio o tener pareja.
En lo Deportivo: Para el protagonista implica prepararse a diario mediante actividades deportivas y ejercicios físicos como levantar pesas (piedras, cargas, etc.). Como resultado, el participante estará en condiciones atléticas y corporales (salud) que le permitan afrontar al contrincante.
En lo Familiar: Es importante para la familia que el hijo varón desde pequeño se esté adiestrando, de tal manera hará que la familia y el apellido sean respetados y considerados como ejemplo. Si éste triunfa en la pelea será motivo de halago, celebraciones y sobretodo significará un acto de honor, lo que elevará el nivel de autoestima familiar. El ser qhari (hombre) significa que será ejemplo tanto en el aspecto productivo, social y político dentro del proceso organizativo de la comunidad.
En lo Grupal o Social: Para el grupo étnico o ayllu al que pertenece el participante será estimado como el hijo preferido, admirado e imitado por la población infantil y los adolescentes de la localidad. Será él que comande el orden local, siendo muchas veces el preferido para ocupar los cargos de rondero o de disciplina comunal en el manejo de conflictos territoriales o familiares.
En la parte sentimental, generalmente, será el más preferido por las mujeres jóvenes. Por la naturaleza de la zona una joven prefiere a un individuo que la haga respetar y sentir segura en su comunidad.
Como parte de la autoafirmación cultural del pueblo: Cada grupo que participa de la fiesta Takanakuy se viste con sus mejores atuendos. Incluso las mujeres y varones que regresan de las ciudades optan por auto-imponerse la vestimenta de la zona. En cambio, los danzarines optan por introducir, como parte de su disfraz en la cabeza, símbolos de animales precolombinos, como figuras disecadas de zorros, venados, águilas, halcones, pumas, wallatas, entre otros.
Como instancia pública de administración de justicia social: Desde el punto de vista consuetudinario son formas ancestrales de administrar justicia. Desde la llegada de los castellanos el hecho de recurrir ante una autoridad judicial letrada, Juez o un Subprefecto implica costos en tiempo y economía, generando esperanzas nada confiables en los resultados porque la justicia -en la Colonia, la República y actualmente- siempre ha sido administrada por los mistis. El Takanakuy, muchas veces, se inicia y termina entre abrazos. En suma, es aquello que se traslada de la justicia de leyes a la justicia social.
En el aspecto productivo: Generalmente participa el que quiere destacar en la producción agrícola y ganadera, en el trabajo independiente o cuando viaja temporalmente a trabajar a las minas. Se dedica mejor a la familia como productor concreto, trae la estabilidad económica a la familia, porque, de manera subjetiva está el ser "triunfador", "hombre ejemplo "para los demás.
En el ser Triunfador: Estará siempre dispuesto a seguir triunfando en disputas futuras. A él lo llevarán a diferentes lugares del Takanakuy, muchas veces de wiqchupa y será recibido con admiración entre los danzarines; pero mostrando siempre un perfil bajo, es decir, siempre mostrará su humildad. Pero, cuando haya algún desafío será el primero en saltar a la cancha, incluso, en algunos casos, será el que salga de voluntario para cualquiera, esto dependiendo del lugar, porque, puede haber también otros mejores que él.
En situación de Perdedor: Anímicamente nunca está perdido. Siempre tiene la mentalidad de triunfar al siguiente año.
Como catarsis colectiva: El público u observador es el que anima a uno y otro durante la pelea, disfruta y lo vive. El observador toma una posición de crítico, es el que dice: ¡Más puñete, más patada, con el derecho, con el izquierdo, de abajo, de arriba! etc. En otras palabras, es el experto momentáneo, como todo público de reyertas deportivas.
Durante la fiesta el populacho goza y es el momento de la catarsis social. Se olvidan de los problemas económicos de la casa, por el momento son libres de todo acto, se desfogan al escuchar el ritmo de la Wayliya, al ver a los tropeles de danzantes, se transforman en seres extravagantes al ver las peleas que intercambian patadas y puñetes al medio del ruedo.
El respeto a la palabra como persona: Para el campesino indígena, por encima de cualquier responsabilidad, está el empeño de la palabra. Es decir, si una persona compromete o queda en un pacto lo que está en juicio es la palabra. Por esto, muchos van al Takanakuy a cumplir su palabra, su compromiso. Obviamente, esto se da en diferentes niveles de la actividad comunal.
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