Albert Ramdin, Secretario General Adjunto de la Organizacion de los Estados Americanos (OEA), hizo un llamado para poner mayor énfasis sobre el alcance de compromisos en aras de atender las principales preocupaciones de los pueblos indígenas y gobiernos de las Américas.
Dicho llamado se efectuó en el contexto de la continuación del trabajo sobre el Proyecto de Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas dentro del organismo continental.
Dentro de la OEA se están realizando progresos y la adopción de la Declaración Internacional sobre Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas enriquecerá las legislaciones nacionales y, por ende, mejorará los mecanismos de política.
El Secretario General Adjunto se pronunció así al inaugurar una Sesión de Reflexión de dos días, convocada por el Grupo de Trabajo de la OEA encargado de elaborar el Proyecto de Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
El referido Grupo de Trabajo está sesionando en la sede de la OEA en Washington, D.C.
Tras destacar los principales temas, Ramdin observó que si bien se ha progresado en cuanto a mejores condiciones socioeconómicas durante la última década, todavía falta mucho por resolver en cuanto a los problemas que afectan a las poblaciones indígenas del continente, que ascienden a unos 28 millones.
Ramdin se refirió a una amplia brecha de educación, de cerca de tres años de escuela, entre los indígenas y los no indígenas; a los índices de labor infantil que pueden limitar el acceso que tienen los indígenas a la educación; y a la permanente falta de acceso de los indígenas a los servicios médicos básicos.
Por estas realidades, entre otros, las Naciones Unidas y la OEA han asumido un papel decisivo en la construcción de un marco coherente de derechos y políticas que beneficien a los pueblos indígenas, explicó el Secretario General Adjunto .
Finalmente, Ramdin, caracterizó la sesión de reflexión como un paso adelante y pidió a los negociadores que identifiquen instrumentos para facilitar y acelerar el proceso de negociación; y que formulen recomendaciones específicas para la consideración del Consejo Permanente de la OEA.
Fuente: OEA