La Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD) difundió ayer el comunicado público: "Un abuso más para los Pueblos Indígenas del Perú" en el que señala que el gobierno se está convirtiendo en enemigo del movimiento indígena peruano.
La política de "enriquecer a extranjeros, quitándonos el alimento y, por ende, la vida" lo convierte en el "verdadero perro del hortelano". FENAMAD hace un llamado a los hermanos indígenas a "prepararnos para luchar con mucha fuerza por nuestros derechos".
Un abuso más para los pueblos indígenas del Perú
La Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes, FENAMAD, organización que representa a los pueblos indígenas de Madre de Dios, hace de conocimiento a la Nación Peruana y a organismos internacionales de defensa de los derechos humanos, los atropellos que el actual gobierno viene propiciando contra nuestros pueblos, vulnerando así nuestros derechos, deteriorando nuestra calidad de vida y poniendo en riesgo nuestra sobrevivencia.
El gobierno está subastando la amazonía a favor de empresas multinacionales de explotación de hidrocarburos, minería, recursos forestales y de turismo, sin considerar los derechos fundamentales de nuestros pueblos. Las áreas concesionadas por el gobierno se superponen a más del 70 por ciento de los territorios de los pueblos indígenas de la amazonía peruana, entre ellos, de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario.
La superposición de concesiones hidrocarburíferas y mineras a los territorios indígenas viene ocasionando la contaminación de las fuentes de vida de nuestros pueblos, el incremento de la incidencia de enfermedades, altos índices de mortandad, problemas sociales, conflictos organizativos, entre otros. Al parecer, no le ha bastado al gobierno haber sido testigo del genocidio del pueblo Harakmbut, de la muerte de más de la mitad del pueblo Yora, y ahora, de las constantes muertes de la población indígena Nanti que habita en la zona de Camisea, a causa de su demoledora política extractivista.
Vivimos, en consecuencia, una situación crítica, agudizada por amenazas tan puntuales como las realizadas por el propio Presidente de la República, que es el Presidente de todos los peruanos y de nuestros hermanos indígenas en aislamiento voluntario, ya que se está poniendo en grave riesgo la vida, la integridad física, territorios, recursos naturales y culturas de nuestros hermanos en aislamiento voluntario y de las comunidades nativas; la actitud servil que asume el actual gobierno peruano es la misma que han tenido prácticamente todos los gobiernos, es decir, rinden obediencia a los designios de los poderosos.
Los últimos 25 años han significado para el movimiento indígena un gran esfuerzo organizativo para la recuperación de territorios y de derechos conculcados a nuestros pueblos. Las organizaciones indígenas demandamos, entre otros, el respeto y el reconocimiento oficial de nuestros territorios, el respeto de nuestra identidad como pueblos y culturas, el respeto al derecho a la libre determinación. La FENAMAD, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruano (AIDESEP) y la Coordinadora Permanente de los Pueblos Indígenas del Perú (COPPIP) son la muestra que el movimiento indígena no estuvo quieto, a pesar de las prédicas de los militares por desconocer el carácter indígena del campesinado serrano y los intentos de aislar el movimiento indígena amazónico mediante el reconocimiento sólo de comunidades y no de pueblos.
La lucha contra la dictadura en la década pasada fue tan dura que al final nos encontramos con un conglomerado tan diferente que no se ponían de acuerdo, en el cual oportunistas han querido irrogarse la representatividad del Movimiento Indígena, tal como sucedió con la Comisión Nacional de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (CONAPA) que sirvió para que entre gallos y media noche, sin que supiéramos, realicen un informe a favor de las empresas del consorcio Camisea a fin de lograr el préstamo del BID, hechos que continúan en la actualidad con las propuestas de reservas territoriales que viene gestionando el Movimiento Indígena y donde el gobierno paga con dinero del Estado para justificar el cuestionamiento de no existencia de nuestros hermanos indígenas en aislamiento, para con ello eludir su obligación de protegerlo, para favorecer a empresas transnacionales.
El gobierno actual, con su política y con las declaraciones del mismo Presidente de la República, se convierte en enemigo del Movimiento Indígena Peruano, por lo que, hermanos indígenas, debemos prepararnos para luchar con mucha fuerza por nuestros derechos, por cuanto el actual gobierno ha olvidado que su misión es dar cumplimiento a las leyes nacionales e internacionales y defender la vida de nuestros hermanos indígenas en aislamiento voluntario así como el de los pueblos indígenas, y no amenazar nuestras vidas ni nuestra continuidad como pueblos.
Requerimos un espacio de concertación eficiente para resolver los problemas urgentes, pero al mismo tiempo necesitamos que las políticas de concertación tengan viabilidad financiera, razón por la cual necesitamos que haya un fondo que sirva de soporte de las políticas públicas concertadas entre el Estado y los pueblos indígenas, nuestro planteamiento es un derecho y no un ruego.
El verdadero perro del hortelano es el gobierno aprista en la persona de Alan García Pérez, que con su política solo busca enriquecer a extranjeros, quitándonos el alimento y, por ende, la vida.
Los recursos existentes en los bosques y ríos que hemos habitado durante miles de años, incluso antes de la formación del estado, constituyen la principal fuente de nuestra existencia al proveernos alimento, agua dulce, medicinas, y no han generado costo alguno al Estado peruano.
No vamos a permitir entonces que el gobierno ni nadie vengan a saquear lo que nos garantiza la vida y nuestra continuidad como pueblos.
Nosotros no mendigamos nada, solo exigimos respeto.
Consejo Directivo de la Federación Nativa del Ríos Madre de Dios y Afluentes