Prensa Latina, San Salvador, 22 febrero.- El movimiento indígena salvadoreño exigió hoy al gobierno respeto pleno a sus derechos y la pronta ratificación del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que establece el reconocimiento de esas poblaciones.
La demanda tuvo lugar esta mañana en el foro de Derechos Humanos y Derechos Indígenas.
Según el Consejo Coordinador Nacional Indígena Salvadoreño, (CCNIS), el encuentro, donde participaron otras organizaciones sociales, intentó demostrar a la sociedad las violaciones de que son objeto dichas comunidades de la nación.
En tal sentido, Betty Pérez, del CCNIS, afirmó que el propio gobierno es el responsable de tales arbitrariedades.
Recordó que en el 2005 la Comisión contra la Discriminación Racial, de la Organización de Naciones Unidas, emitió cuatro observaciones al Estado salvadoreño, por violentar derechos fundamentales de dichos pueblos:
Resarcir daños a la población nahuat, por la masacre de 1932; reparar daños por la matanza conocida como caso Las Hojas, perpetrada en 1983; reconocer constitucionalmente la existencia de pueblos indígenas; y la firma y ratificación del convenio 169 de la OIT.
En febrero pasado, la ONU lamentó que el país no tuviera políticas para este grupo social y que tampoco contara con un censo o registro poblacional.
En el foro de hoy, José Manuel Bonilla, director nacional de Espacios de Desarrollo Cultural, aseguró que los cambios exigidos por esas comunidades llevan un proceso jurídico, legal y constitucional, por lo cual se podrían prolongar.
Igualmente, añadió, la entrega de las tierras ancestrales contemplada por el Convenio 169, para traspasarlas a las comunidades indígenas es un proceso que se encuentra en el seno de la Asamblea Legislativa.
En El Salvador existen los grupos étnicos Lencas, Cacahuira, Maya, Chortis y Nahuat.
Investigaciones recientes registran a más de 19 organizaciones indígenas de diferente naturaleza según sus actividades, y 53 cofradías y hermandades.
El 61,1 por ciento de estas poblaciones están en la pobreza y otro 38,3 en la extrema pobreza. De acuerdo con sus representantes, por el hecho de ser considerados indios, se les ubica en una situación de desventaja social frente al resto de la sociedad.