Por James Matos desde Puerto Maldonado
Mientras los limeños celebraban un año más de creación de la Ciudad de los Reyes, Lima, en el departamento amazónico de Madre de Dios, los indígenas de esta región conmemoraban el vigésimo quinto aniversario de fundación de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes, más conocida por su acrónimo FENAMAD, una de las organizaciones indígenas más sólidas de la Amazonía peruana.
En plena celebración, un indígena comentaba que los 25 años tenía un hondo significado para ellos, pues apropiándose de un mecanismo occidental, que es la organización gremial, han podido obtener muchas reivindicaciones que hasta antes de la aparición de la FENAMAD, no lo habían podido obtener. La lucha organizada y estructurada fue clave en las demandas por los derechos de los pueblos indígenas de esta región peruana.
Tanto en los días previos como el mismo día central de celebraciones, era común escuchar en los propios moradores de Puerto Maldonado referencias al aniversario de la FENAMAD. Los que más comentaban eran los taxistas (así llaman en esta ciudad a las personas que brindan el servicio de taxi en motos lineales). Ellos eran los más requeridos en estos días, por distintas razones, para trasladarse al local institucional de la organización indígena. Muchos de estos taxistas son procedentes de las regiones andinas de Puno y Cusco, pero que mezclados con los indígenas y mestizos de esta zona, han originado una generación muy diversa.
Uno de los taxistas, ante la pregunta sobre qué pensaba sobre la FENAMAD señalaba: La FENAMAD es bien sonada aquí en Puerto Maldonado. Y en ese lenguaje llano y simple, reflejaba una palpable realidad. En la capital de Madre de Dios, uno puede tomar desde cualquier punto de la ciudad un taxi y decirle lléveme a la FENAMAD y ellos inmediatamente enrumbarán a su sede institucional, ubicada en la Av. 26 de Diciembre Nº 276. No ocurre lo mismo en otras ciudades del país, donde las organizaciones indígenas regionales no son tan conocidas en sus localidades.
¿Qué es la FENAMAD?
La FENAMAD es la organización representativa de los pueblos indígenas de la región Madre de Dios. Tiene como finalidad la promoción de la defensa de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas, entre ellos: el derecho al territorio, a los recursos naturales, a la cultura, al idioma, a tener y practicar sus propios sistemas organizativos, jurídicos y políticos, a la personalidad jurídica, a la identidad, a la educación intercultural bilingüe y a la salud.
La FENAMAD agrupa a siete pueblos indígenas (Harakmbut, Shipibo, Machiguenga, Ese`Eja, Yine, Amahuaca, Kichuaruna y a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario), con diferentes culturas y costumbres, con más de nueve mil habitantes conformados en 29 comunidades indígenas.
Reseña histórica
La FENAMAD fue creada el 18 de enero de 1982. En su fundación participaron las comunidades nativas Harakmbut de Boca Karene, Boca Pukiri, San José de Karene, Puerto Luz, Shiringayoc, Boca del Inambari y la comunidad Yine Diamante. Desde su fundación se convierte en una federación multiétnica y ello fue objeto de discusión en detalle en su primer congreso. Su carácter multiétnico respondió a la dispersión geográfica de las comunidades indígenas Harakmbut y la urgencia de unión entre los diversos pueblos indígenas de la zona alta y la zona de minería aurífera. Su constitución representó uno de los pasos más importantes logrados por las comunidades Harakmbut en esos años. Su primer presidente fue Pedro Quique Shimbu, representante del pueblo indígena Harakmbut San José del Karene.
La actual directiva está conformada por Jorge Payaba Cachique del pueblo Shipibo (presidente), Víctor Kameno Manuaje del pueblo Harakmbut (vicepresidente), Gabriel Arique Sabán del pueblo Harakmbut (fiscal) y Anoshka Irey Cameno del pueblo Harakmbut (vocal).
La FENAMAD ha sido desde sus orígenes una cantera de líderes indígenas que han ocupado cargos a nivel nacional, así como de profesionales y técnicos que han terminado laborando tanto en la organización nacional como en otras organizaciones regionales de la Amazonía peruana.
En estos últimos tiempos la organización viene enfrentando nuevos retos generados por los demás actores de nuestra sociedad. Si las amenazas no vienen del Estado, proceden de las empresas hidrocarburíferas, de los taladores ilegales de madera fina, de los mineros informales, de las empresas turísticas, colonos, entre otros, que afectan como siempre a las comunidades asentadas y a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario.
Pueblos indígenas en aislamiento voluntario
Una de las principales luchas frontales que ha asumido la FENAMAD en el último lustro ha sido la promoción y defensa de los derechos indígenas en aislamiento voluntario. Durante los últimos años era común escuchar en los medios de comunicación de enfrentamientos entre madereros ilegales y pueblos aislados en el interior de la Reserva Territorial creada por el Estado para proteger a los indígenas aislados. Los medios de comunicación sólo dan cuenta de la muerte de madereros ilegales, pero nunca se informa de cuántos indígenas perecen en estos desiguales enfrentamientos.
En ese sentido, la FENAMAD trabajó en varios frentes sobre este tema. Promovió la conformación de una comisión multisectorial integrada por el Gobierno Regional de Madre de Dios, Municipalidad de Tambopata, Policía Nacional, Defensoría del Pueblo, INRENA, Marina de Guerra, Direcciones de Agricultura y Salud, Prefectura, FENAMAD, entre otros, con quienes asumieron un rol muy activo en la defensa de los pueblos indígenas aislados.
De igual manera, alentó la conformación de la Alianza de Federaciones (indígenas, castañeros, asentamientos humanos, mototaxistas, pequeños mineros artesanales, entre otros), que también se han manifestado en favor de las demandas de la FENAMAD. Asimismo, la FENAMAD además de contar con sus propios programas informativos (radio y televisión) tiene un convenio firmado con periodistas de la región para promover la defensa de los derechos de los pueblos indígenas de la región Madre de Dios.
Entre otros logros obtenidos por la FENAMAD, en el 2006, en la defensa de los pueblos indígenas en aislamiento están: la implementación de un programa descentralizado de AIDESEP de Pueblos Indígenas Aislados apoyado por Rainforest Foundation Norway; la construcción de Puestos de Control y Vigilancia en la CN Monte Salvado con apoyo de WWF y Sociedad Zoológica de Frankfurt (y durante el 2007 por Rainforest) y, en el río Tahuamanu con apoyo de Bosque, Sociedad y Desarrollo, y el INDEPA. Estos puestos serán inaugurados muy pronto, convirtiéndose en la primera experiencia peruana en implementar puestos para proteger a pueblos indígenas en aislamiento voluntario.
Asimismo, en setiembre de 2006, lograron un hecho insólito en el Perú, que la empresa petrolera SAPET excluyera de su concesión del Lote 113 la Reserva Territorial creada para los pueblos indígenas aislados en el 2002. Igualmente, gestionaron la aprobación de una resolución regional de creación de una comisión de lucha contra la tala ilegal de madera en Madre de Dios, donde FENAMAD forma parte.
No todo es trabajo
En los días previos al día central, tanto los directivos, técnicos y trabajadores administrativos de la FENAMAD tenían que sumar a su labor habitual la organización de la ceremonia central, que se realizó en uno de los ambientes más hermosos de Puerto Maldonado: El Embarcadero Turístico. Allí se dieron cita numerosos comuneros, autoridades locales, invitados especiales y periodistas. Fue una ceremonia sencilla pero muy significativa. No sólo hubo discursos, presentaciones artístico musicales, sino que también estuvo presente una de las bebidas más tradicionales de la Amazonía peruana: el masato, con el que se ofreció el brindis de honor. La noche se cerró con una fiesta de camaradería en el local institucional de la FENAMAD.
En los próximos días, la FENAMAD realizará su XXV Congreso Ordinario para elegir a su nuevo Consejo Directivo que la representará por los siguientes tres años. Estamos seguros que los elegidos continuarán con el encomiable trabajo iniciado con mucho esfuerzo por los fundadores de esta organización indígena.