Diario Hoy, Quito, 6 de junio de 2006.- Pachakutik se encuentra en el dilema de participar con candidatos propios en las próximas elecciones o aliarse a la candidatura presidencial de Rafael Correa. El dilema se presenta, a mi juicio, entre convertirse en un partido indígena o conservar la idea original de un movimiento político pluriétnico.
El dilema surge, en parte, de la dificultad que ha tenido Pachakutik para procesar el fracaso de su alianza con Lucio Gutiérrez. El camino por el que se optó fue el más fácil: simplemente responsabilizar de lo actuado a los dirigentes mestizos. La estrategia se sustentó en la idea ingenua de que la sociedad blanca y mestiza les conduce a la perdición, mientras ellos siguen siendo esencialmente buenos y alternativos. Prefirieron presentarse como sujetos manipulados por unos cuantos traidores, a asumir plenamente su responsabilidad política. Cómoda postura pero también complicada puesto que entraña el riesgo del enclaustramiento étnico: ahora Pachakutik no sabe bien cómo establecer relaciones con sectores sociales y políticos no indígenas. En lugar de repensar los términos en los que se había dado la alianza con Gutiérrez, para evitar nuevos fracasos, optaron por una salida que puede llevarles al aislamiento.
El segundo desafío frente a las elecciones es cómo consolidar una posición respetable de izquierda en el espectro de la política nacional.
Ese espacio lo ha ocupado Pachakutik desde 1996. Lo hizo no como partido indígena sino como movimiento pluriétnico, allí radicó su éxito. El problema ahora es Correa. Su candidatura temprana, sin otros argumentos que su paso por el Ministerio de Economía y su enorme voluntarismo, enredó el escenario de alianzas. Correa se anunció como el candidato de la izquierda sin tener en cuenta a la organización política más importante de la tendencia.
De ese modo, Pachakutik se ve en la incómoda posición de entrar en una alianza con un candidato impuesto. ¿Por qué ha de aceptar la imposición si es mucho más que Correa: una organización con trayectoria, una estructura, un vínculo fuerte con el movimiento indígena?
A pesar de las dificultades, la alianza conviene tanto a Correa como a Pachakutik. Una participación dividida solo impedirá a la izquierda conservar el espacio que ha tenido en los últimos años, y a Pachakutik enclaustrarse en lo étnico y desde allí perder presencia en la política nacional.
La alianza tendría que discutir en qué términos se incorpora lo étnico dentro de una agenda de política nacional -para que sea algo más que unos cuantos saludos en quichua- debatir el espacio de la dirigencia indígena en la campaña, y acordar las candidaturas a diputados. La condición que reclama un sector de Pachakutik para unirse a Correa supone colocarle al candidato de Alianza País como pieza de un acuerdo y no como el centro de un movimiento personalista. Me parece muy difícil pensar en una izquierda renovada, creíble, viable, sin la participación de los indígenas. Y al mismo tiempo, el enclaustramiento étnico solo puede conducir a un aislamiento político muy riesgoso para Pachakutik.
Correo electrónico del autor: [email protected]
Fuente: Recibido por cortesía de Ukhamawa: Red de Noticias Indigenas, http://espanol.groups.yahoo.com/group/ukhamawa/