El Comercio, Puyo.- El turismo comunitario se proyecta como una de las actividades más democráticas para el desarrollo de los pueblos de la Amazonia. Esta actividad no solo beneficia a los indígenas, sino que conserva su entorno y sus costumbres ancestrales. En la Amazonia hay experiencias con resultados positivos. En Pastaza, los achuar y la comunidad de Sarayaku tienen sus proyectos en funcionamiento. De igual forma los nativos de Napo.
José Gualinga, gerente de la agencia Papangu, resalta que la comunidad kichwa de Sarayaku es el lugar para sentirte más cerca del hombre. Fuera de la contaminación y más cerca de la naturaleza. Este es un viaje de aventura y cultura, además de un lugar para descansar y aprender.
Los turistas que llegan a Sarayaku se hospedan en casa Tambo Wasi. Son cabañas construidas con materiales de la zona. Tiene 18 habitaciones, área de juego, jardín de plantas medicinales, senderos el río Sarayakillu.
Los achuar
Para Milton Callera, dirigente de la Nacionalidad Achuar del Ecuador (NAE), el ecoturismo es alternativa válida que genera recursos para las familias. Queremos tener ingresos pero no cortar el bosque. En 1993 la organización achuar firmó un convenio de 15 años para ejecutar un proyecto de ecoturismo con la compañía Canodros (hasta el año 2011). La empresa construyó cabañas para 40 personas junto al río Capahui. Desde 1996 opera un proyecto de alto nivel de turismo en bosque húmedo.
Los achuar pusieron parte del material para la construcción de las cabañas y la compañía el capital de dos millones de dólares. Como parte del convenio, Canodros paga 4 500 dólares mensuales por arrendamiento a la organización achuar. Este pago se destina a la comunidad de Kapawi y a la organización achuar. Se estableció una tarifa de 10 dólares por cada turista que visita el territorio. Ingresan 1 300 turistas por año a Kapawi. Esto constituye un ingreso anual de 13 000 para la Nacionalidad Achuar de la Amazonia (NAE).
Los kicwas de Napo
Otra de las experiencias de turismo comunitario practica la Corporación Indígena de Comunidades del Alto Napo para la Convivencia Intercultural y Ecoturismo (Ricancie). Según su coordinador, César Cerda, esta organización tiene como objetivo mejorar el nivel económico de las comunidades. Además, preservar la identidad y su diversidad cultural. Es decir, sus territorios y su diversidad. Tiene capacidad de hasta 30 habitaciones, dependiendo de la comunidad que visite. Ricancie cuenta con 29 guías nativos. Además, genera fuentes de empleo, trabaja en el fortalecimiento de sus comunidades de base. Cerda asegura que el proyecto de turismo comunitario permite valorar y respetar la cultura y la naturaleza. De esta manera permite al turista vivir una interculturalidad con las comunidades.
En las comunidades se ofrecen tours y paquetes para conocer la vida de los kichwas o Napo Runa, Cada una de las diez comunidades afiliadas a Ricancie tiene un carácter único. El 75 por ciento de los beneficios llega a las comunidades y el 25 por ciento a la administración de la organización. Reciben 600 turistas por año.
La oferta tradicional
El turismo comunitario ofrece deliciosas recetas con productos tradicionales como yuca, plátano, papa china, camote, papaya, palmito, pescado...
Los productos provienen de las chacras o sin químicos. Se ofrecen menús vegetarianos. El 98 por ciento de los turistas que optan por el turismo comunitario son extranjeros.
Para más información llamar a Sarayaku (Tel. 032 887684), Achuar ( 032 883827), Kichwas Napo (062 888 479).