Por Fermín López, El Nuevo Diario.- La comunidad indígena de Santa Fe, ubicada en el municipio de Waspam, Río Coco, demandó a la empresa maderera guatemalteca Madera Girón, S.A. por los daños causados a los bosques de la comunidad y por incumplimiento a los acuerdos suscritos en la cesión de derechos de manejo de bosque de esa comunidad.

El ocho de julio de 2004, supuestos directivos de la comunidad de Santa Fe celebraron un convenio de cesión de derechos del manejo de bosque con la empresa Madera Girón, para las operaciones forestales y compra venta de madera.

El problema radica, según el coordinador de la comunidad, Rogelio Colomer, en que la comunidad no fue consultada para dicha cesión, y los entonces directivos utilizaron un listado donde aparecían los nombres de todos los comunitarios que serían beneficiados con alimentación a través de un organismo de ayuda para adjuntarlo a la cesión de derechos, y así decir que la comunidad había dado su aprobación.

La apoderada y representante legal de la comunidad, Hazel Law, dijo que todo el proceso estuvo viciado, porque dicho documento carece de los requisitos esenciales para ese tipo de obligaciones, y que han planteado el tiempo de duración del contrato de forma oscura e ilegal por plasmarlo hacia las proyecciones de los próximos quince años, así como el impedimento a la comunidad de negociar con ninguna otra parte que no sea la empresa Madera Girón S.A.

Según la abogada indígena y experta en temas de tierras, el convenio beneficia de forma mayoritaria a la empresa, lo que deja ver la mala fe de los empresarios o representantes. Por ninguna parte del documento queda claro el consentimiento de las partes, más bien prima un tono unilateral.

Por si fuera poco, la empresa incumplió los supuestos acuerdos suscritos con la comunidad, entre los que se destacan coordinar con la comunidad la supervisión técnica, el pago a un técnico de la comunidad para verificar el marqueo, y también la empresa se había comprometido a mandar a estudiar a dos jóvenes de la comunidad en la carrera técnica forestal, lo que tampoco fue cierto y todo quedó en papeles.

Fuente: Fermín López, [email protected]