Quito, EFE El Comercio 29.4.2006.- El Gobierno investigará una supuesta masacre de indígenas en la Amazonía, a manos de presuntos madereros armados, por la disputa de una zona de bosque, informó hoy un medio de prensa local.
La cadena de televisión afirmó que los ministros de Defensa, Osvaldo Jarrín, y de Ambiente, Ana Albán, viajarán hoy a la localidad de Tigüino, en la provincia amazónica de Orellana, donde el dirigente indígena Iki Ima Omene denunció que podrían haber muerto cuarenta aborígenes.
Omene, tras responsabilizar de la matanza a madereros, manifestó que sólo se han encontrado los cadáveres de dos mujeres del grupo Taomenane, de la etnia huaroni, cerca de la localidad de Tigüino, aunque recalcó que los muertos son unos cuarenta.
En declaraciones a la radio, el religioso Roque Grandes, del Vicariato Apostólico en Tigüino, confirmó la muerte de al menos dos jóvenes mujeres indígenas y también dijo que había más fallecidos.
Según Sonorama, la compañía petrolera Petrobell, que tiene su centro de operaciones en esa región, ha cerrado las vías de acceso hasta que lleguen las autoridades.
Comunidades indígenas de varias etnias que habitan en la Amazonia, que se oponen a que empresas madereras y petroleras ingresen en sus territorios, han denunciado frecuentes enfrentamientos con hombres armados.
El pasado 15 de abril, dos hombres que talaban árboles en la región de Cononaco, también en la provincia de Orellana, fueron atacados y heridos, supuestamente por indígenas huaorani.
Los dos heridos denunciaron que los indígenas les atacaron por la espalda con lanzas y aseguraron que salieron vivos gracias a que otros de sus compañeros se percataron de la agresión.
Sin embargo, militares de la Brigada de Selva "Napo" y personal del Parque Nacional Yasuní aseguraron que la agresión puede ser "una consecuencia" de la tala ilegal del bosque amazónico en esa región protegida por el Estado.
La violencia crece en el Yasuní
Redacciones Orellana y Sociedad.- Al sur del Parque Nacional Yasuní se libra una guerra desigual. Lanzas contra escopetas. Los madereros, que talan ilegalmente en el área protegida, y sus socios waorani se enfrentan con los pueblos en aislamiento voluntario o pueblos no contactados.
Los madereros se internan cada vez más en el corazón de la zona intangible, donde se prohíbe todo tipo de actividades extractivas, en busca del cedro. Este árbol apetecido por la calidad de su madera, prácticamente ha desaparecido de las zonas de la Amazonia donde existen carreteras.
Ayer se reportó un nuevo enfrentamiento con un saldo aún incierto. Esta batalla ocurrió el jueves 27 de abril, en el sector del Cononaco Chico (río Chiripuno), a más de 92 kilómetros al sur de Francisco de Orellana (Coca).
Lo único claro es que hay muertos en los dos lados, pero el número aún no se confirma. Extraoficialmente se conoció que seis personas murieron y un wuaorani resultó herido por las lanzas.
Según Vicente Enomenga, presidente la Organización de Nacionalidades Wuaorani del Ecuador (Onwae), a pocos kilómetros donde el pasado 12 de abril fueron lanceados los madereros Gilder Moreira y Willian Angulo (fallecido), ocurrió una nueva defensa de los tagaeris-taromenane de su territorio.
Esta vez, murieron lanceados tres madereros y por impacto de bala igual número de indígenas, dos serían mujeres. Pero otros reportes indican que los muertos son más de 30. Según Enomenga, los taromenane murieron porque fueron baleados por los madereros. Un waorani resultó herido en el enfrentamiento ocurrido a pocos kilómetros de la comuna waorani de Ñoneno.
Para Enomenga, el problema se debe a que la zona intangible no está delimitada. Los madereros están incursionando en tierras habitadas por los tagaeri-taromenane. La Onwae hace esfuerzos para evitar que los madereros trabajen en la tala ilegal de cedro.
Entre tanto, el gobernador de Orellana, Ángel Aldana; el jefe del Comando de Policía, Luis Palma; el técnico del Parque Nacional Yasuní, Alberto Castro; el comandante de la Brigada 19 Napo, Miguel Fuertes, y el fiscal Joel Bustos, se trasladaron a las 15:10 de ayer, hasta el Cononaco, a bordo de un helicóptero Súper Puma. El objetivo era llegar a la zona del conflicto para realizar el levantamiento de los cadáveres. No se dio acceso a los medios de comunicación.
Miguel Fuertes, comandante de la Brigada 19 Napo, explicó a las 14:50, que la prensa no está invitada a la reunión convocada por el Comandante General. Además, desmintió que ingresarían al sitio del enfrentamiento. Sin embargo, minutos más tarde las autoridades viajaron al lugar.
Hasta las 18:50 de ayer no había un informe oficial de las autoridades, pese que a esa hora aterrizó el helicóptero en el aeropuerto de Coca (Puerto Fco. de Orellana).
Para hoy está prevista la llegada de una comisión integrada por los ministros del Ambiente, Defensa y Gobierno, quienes sobrevolarán la zona y se reunirán para analizar las medidas que adoptarán para evitar que se talen los bosques y aclarar las muertes.
Este es el segundo episodio conocido en el cual están involucrados waorani. En mayo del 2003, se produjo una masacre en una casa taromenane, allí se encontraron 12 cadáveres, pero se presume que hubo más víctimas, pues que los heridos huyeron a la selva.
A pesar de que los autores confesaron cómo masacraron a las mujeres y niños taromenane, no se realizaron más investigaciones ni hubo sanciones judiciales.
Un área desprotegida
A pesar de que la zona intangible se estableció en enero de 1999, sus límites todavía no están definidos en el campo.
En el momento existe una propuesta que establece como límite norte de la zona intangible al río Nashiño, pero ésta implica el recorte de los bloque petroleros de Petrobras, Repsol YPF, PetroOriente y Petroecuador.
El Gobierno deberá negociar con las petroleras compensaciones por los nuevos límites de la zona intangible, pero aún no existe una propuesta definida.