El diario El Comercio de Lima ha publicado hoy domingo 23 de abril un breve reportaje sobre los Qeros, del Cusco. Para ver dicha nota informativa y fotos digite aquí
Los protegidos de la cordillera
Ellos eligieron vivir sobre los 5.000 m.s.n.m., para escapar del yugo español y preservar sus costumbres. Ahora, la tarea es protegerlos y a la vez liberarlos de la pobreza en que viven.
La existencia de la nación q'ero se remonta a los orígenes del Tahuantinsuyo. Protegidos del mundo occidental por las murallas del nevado Ausangate, al sur de la ciudad del Cusco, este grupo humano ha mantenido la pureza de sus tradiciones y costumbres prehispánicas.
Habitan a más de 5.000 m.s.n.m.; es decir, en el mismo corazón de los Andes. Allí adoran a sus apus y tratan en lo posible de evitar contacto con otros pueblos. El secreto de su autoaislamiento es la protección del Ausangate, una de las montañas más imponentes del Perú donde el viento, el intenso frío y la nieve impiden el tránsito y la permanencia de cualquier otro mortal.
Los 6.372 metros de altura del macizo protector dan origen a otras montañas menores que actúan como guardianes de una de las zonas más inhóspitas de los Andes. Allí, los q'eros viven de la crianza de alpacas, llamas y vicuñas; del cultivo de la papa y la caza de peces de las lagunas color verde turquesa.
Algunos investigadores señalan que cuando los españoles llegaron al Cusco, los q'eros huyeron de las tropelías de los conquistadores. Los españoles quisieron alcanzarlos, pero no pudieron vencer a la naturaleza que protegía a sus hijos. Por eso la nación q'ero, formada por varias comunidades, aún practica el pago a la tierra, el culto a las lagunas, a las montañas y otras ceremonias que han continuado con los siglos y se guardan con gran celo. También conservan el ayni, la minka, el trueque y el servinacuy. Su medio de transporte es la llama, que en grandes grupos transitan por los caminos que solo ellas conocen.
Cuando escuché sus palabras en quechua, comprendí que estaba ante los descendientes de los antiguos incas. Eran palabras sencillas y bellas que graficaban la armonía que ellos guardan con los animales, las plantas, los cerros y las lagunas.
Llegar hasta una comunidad q'ero es transitar por una naturaleza agreste con muchos nevados alrededor, manadas de camélidos, lagunas y cabañas de piedra y techos de ichu. Durante el primer encuentro nos llamó la atención sus vestimentas de color tejidas de acuerdo con sus formas y costumbres ancestrales. Sus chozas tienen un solo ambiente que sirve de cocina (un fogón), dormitorio y almacén para la carne de alpaca.
Tuvimos suerte de llegar a la comunidad Quico Grande cuando se celebraba la fiesta de tinkuy, que es la iniciación del enamoramiento de los jóvenes. En la cumbre de un cerro se produce el encuentro de dos o tres comunidades. Todos disfrutan, especialmente los jóvenes que tienen la oportunidad de conocer a la mujer que luego compartirá su casa y le dará los hijos que asegurarán la existencia de sus costumbres.
Más datos
- El chaco es la fecha más esperada. Permite el acopio de lana que luego será usada para elaborar sus prendas.
- La alimentación es muy pobre. Su principal producto es la papa, los ollucos, las habas y un poco de maíz.
- Los apus son los dioses de las montañas y lagunas. Los q'eros son expertos en entrar en contacto con lo sobrenatural para, según los 'yachacc' (el que sabe), dar solución a los problemas de la vida diaria.