Por primera vez en la historia de Colombia y del movimiento étnico, un grupo de mujeres representantes de distintos procesos organizativos y políticos participarán en la contienda electoral, encabezando las listas de sus movimientos, donde los primeros lugares habían estado reservados para los líderes varones. Y esta aparente gran revolución, quien lo creyera, se aprecia con mayor claridad en el movimiento político indígena, donde las listas a senado y cámara por circunscripción especial y ordinaria aparecen lideradas por ellas.
Con la proliferación de candidaturas, que pudiéramos llamar con identidad étnica, sobrevino también la emulación de muchas mujeres que participan en organizaciones de diverso tipo que reivindican la etnicidad y los derechos de sus pueblos, tejiendo los hilos del movimiento social, y que hoy son reconocidas como actoras sociales y políticas con capacidad para incidir no sólo en el destino de sus pueblos, sino también en las problemáticas sociales que afectan a todos los colombianos.
Como bien lo dice la Plataforma de Acción de Beijing: “La participación igualitaria de la mujer en la adopción de decisiones no sólo es una exigencia básica de justicia o democracia sino que puede considerarse una condición necesaria para que se tengan en cuenta los intereses de la mujer. Sin la participación activa de la mujer y la incorporación del punto de vista de la mujer a todos los niveles del proceso de adopción de decisiones no se podrán conseguir los objetivos de igualdad, desarrollo y paz."
En este contexto se puede afirmar que en el ámbito político se ha presentado con el paso de los años un avance en términos de representación política de las mujeres en el Congreso de la República. Sin embargo, es reducida su participación en comparación con la de los hombres, pues de los 815 aspirantes al senado sólo 162 son mujeres, lo cual tiene un peso proporcional que no supera ni el 19.8% de la participación electoral. De igual manera, del total de mujeres candidatas, sólo el 12.3% de ellas reivindica su identidad étnica. Por lo demás, las “étnicas”, escasamente representa un 2.45% del total de los candidatos. Veamos cómo se representa el panorama electoral étnico femenino para Senado y Cámara de la República:
Candidatas indígenas al Congreso
Corporación |
Candidata |
Partidos/ |
Etnia/ |
Senado (Especial) |
María Eulalia Yagari G. |
ASI |
Embera Chami |
Cámara por Bogotá
|
Belkis Izquierdo Torres. |
Cambio Rad/l |
Arhuaca |
Edith Magnolia Bastidas |
AICO |
Pastos |
|
Pastora Florinda Tarapués |
AICO |
Pastos |
|
Cámara Nariño |
Nubia del Rocio Tatamues E. |
AICO |
Pastos |
Cámara Nariño |
Elvia Rita Escobar Telag. |
AICO |
Pastos |
Cámara Tolima |
Teofila Roa |
Mira |
Pijao |
Cámara (Especial) |
Rosa Tulia Iguarán E. |
ASI |
Wayuú |
Orsinia P. Polanco Jusayu |
PDA |
Wayuú |
Fuente: Fundación Hemera, 2006
Candidatas Afrocolombianas
Corp |
Candidata |
Partidos/movimientos |
Senado (Ordinaria) |
Piedad órdoba Ruiz |
Liberal Colombiano |
Idalmy Minotta Teran |
Cambio Radical |
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Cámara Territorial/ Ordinaria |
Jackeline S. Howard Pard |
ASOPRA. voto preferente |
Leonor González mina |
ANALDIC. sin voto preferente |
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Alexa Valencia Quejada |
AFROUNINCCA. voto preferente |
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Marlene Garizao Meléndez |
Fundación Afro Nelson Mándela voto preferente |
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Maria Isabel Urrutia Ocoro Ana Beatriz Mafla Peña |
Alianza Social Afro colombiana sin voto preferente |
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María Lyd Yalu Perea Henriquez |
APONURY |
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Berthaly Viafara |
Movimiento CINDET. sin voto preferente |
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Sandra M. Tapias Mena
|
Asociación Nal Estudiantes Afrocolombianos con voto preferente |
Fuente: Fundación Hemera, 2006
Pueblo Rom-Gitano
Corp. |
Candidata |
Partidos/movimientos |
Senado (Ordinaria) |
Ana Dalila Gómez Baos |
PDA |
Fuente: Fundación Hemera, 2006
Raizales
Corp. |
Candidata |
Partidos/ |
Cámara (Ordinaria) |
Maria Teresa Uribe Bent San Andrés, Provid.Sta Catalina |
Colombia Democrática |
Así las cosas, en estas elecciones participan como indígenas 9 mujeres pertenecientes a seis de las 84 etnias que hay en Colombia. También participan 11 afrocolombianas, una gitana y una raizal. A pesar de ser éstas, unas elecciones atípicas donde los candidatos escasamente tuvieron tiempo de difundir sus propuestas y posicionar una imagen, puede haber grandes sorpresas electorales en un país cansado de las mentiras de la política tradicional.
El primer paso era ganar la legitimidad en sus organizaciones para que las postularan. El segundo, lograr que un electorado desinformado, refrende en las urnas sus aspiraciones; el tercero y aun mas importantes, demostrar que las mujeres pueden demostrar con su gestión política en el Congreso, que con su capacidad creadora, pueden tejer los nuevos tejidos de nuestra maltrecha sociedad.
Fuente: Actualidad Étnica, de Etnias de Colombia