Diario Clarin, Argentina, 16 de septiembre 2005.- Terrorismo, pobreza, el desarrollo nuclear de Irán y la situación en Irak fueron algunos de los temas planteados ayer en el segundo día de la Cumbre Mundial de la ONU, en Nueva York.
Pero el encuentro, que concluye hoy, deja en los participantes la sensación de que los múltiples discursos no aportarán mucho al propósito inicial de sentar las bases para una serie de reformas drásticas, imprescindibles para el futuro de la organización
La cumbre, en la que participan líderes de 170 países, estaba prevista como un foro sobre la reforma de la ONU en su 60º aniversario y el combate a la pobreza mundial. Pero la lucha contra el terrorismo se convirtió en un tema central, que apareció en varios discursos.
Además, 50 países firmaron la Convención para la Supresión de Actos de Terrorismo Nuclear.
"El terrorismo plantea ahora la principal amenaza a los derechos humanos y la libertad", afirmó el presidente ruso, Vladimir Putin, en el discurso de apertura de la jornada de ayer. Y remarcó que la ONU y su Consejo de Seguridad "debe mantenerse como el principal centro para coordinar la cooperación internacional en la lucha en contra del terrorismo, sucesor ideológico del nazismo".
En tanto, el presidente iraquí, Jalal Talabani, lanzó un llamado de ayuda "desesperado" a la comunidad internacional. "Irak enfrenta ahora una de las más brutales campañas de terror", advirtió. "Necesitamos desesperadamente de su experiencia, de sus inversiones y de su apoyo moral para luchar contra el terrorismo".
Pero la cumbre no parece haber avanzado hacia sus principales objetivos. De hecho, en el documento final, que llama a combatir el terrorismo, no hay una definición de este término.
El propio secretario general Kofi Annan remarcó que las irreconciliables diferencias entre los Estados miembros bloquearon las reformas cruciales que requiere una organización que ya cumplió los fines de la era de la Guerra Fría, en la que fue fundada. Y admitió que el texto final, que debe ser aprobado hoy, está por debajo de las ambiciosas perspectivas iniciales.
El mandatario chileno, Ricardo Lagos, coincidió: "Chile concurre a esta reunión plenaria con una mirada de esperanza pero también de frustración. No hemos alcanzado lo que esperábamos lograr cuando nuestra organización cumpliera sus sesenta años". Con todo, juzgó que el documento final "debe de ser visto con interés y satisfacción".
El venezolano Hugo Chávez fue más duro. Al llegar ayer a Nueva York afirmó que el sistema de la ONU está "agotado" y en una "crisis terminal". Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, reiteró su reclamo en favor de una ampliación del Consejo de Seguridad, en el cual su país espera ocupar uno de los nuevos sillones permanentes. Sin esa reforma, afirmó, "la ONU no podrá cumplir con el papel histórico que le está reservado".
Lula advirtió además que las Metas del Milenio (entre ellas, reducir la pobreza a la mitad para 2015) no se alcanzarán si persisten los actuales modelos de financiamiento y la escasa ayuda. El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, dijo que no hay un "mínimo compromiso con el financiamiento" para estas metas, y que la cumbre "naufragó".