Por ACIN
No se vayan por los cafetales porque ahí están los pájaros, era el consejo de las madres Nasas a sus hijos en épocas de recuperaciones de tierras. Los pájaros, que con apoyo del ejército colombiano asesinaban impunemente comuneros organizados en busca de un pedazo de tierra para sembrar comida, eran conocidos por su eficacia para asesinar. La estrategia que utilizaban era esperar a sus víctimas pacientemente en los caminos para dispararles a quemarropa y volarse del sitio sin dejar rastro.
Claro está, que los indígenas estuvieran o no recuperando tierras era solo una excusa. Los pájaros necesitaban quitarles la vida a otros para vivir bien ellos. Por eso asesinaban con todas las excusas posibles a los comuneros de estas tierras, acusándolos de ser guerrilleros, informantes o colaboradores. Pretextos válidos para desalmados que necesitaban aumentar las cifras de sus macabros resultados para los terratenientes que eran sus comandantes de turno.
¿Qué ha cambiado desde las recuperaciones de los años 70 hasta estos días? Nada. Absolutamente nada. Perdón, si han cambiado. Los pájaros crecieron y ahora son águilas, pero negras. Son llamados también paras, paramilitares, AUC, autodefensas y como los llama el gobierno (que dice que ya no existen, pero sí) bandas emergentes. Los años sirvieron para que los pájaros multiplicaran sus nombres, pero no sólo sus nombres, también su accionar, sus estrategias, su alcance, sus fosas, sus patrones.
Mientras tanto, las cifras nos demuestran algo que hemos venido reiterando durante años: que la estrategia paramilitar sigue vigente, que los grupos guerrilleros continúan su accionar contra la población civil, y que la fuerza pública con la excusa de acabar con la guerrilla y el narcotráfico, implementa una estrategia igual que siembra dolor y muerte en los territorios. Estas cifras, producto de un estudio académico que ha logrado tener presencia en los medios de comunicación durante esta semana, serán fácilmente olvidadas y manipuladas la próxima.
Así como manipuladas serán las noticias del nuevo escándalo que llegue, quizá otro desfalco, otro robo descarado al dinero del pueblo para entregárselo a manos bañadas de sangre, otro desplazamiento humano que será llamado descaradamente migración, otro asesinato a sangre fría llamado con cinismo falso positivo. ¿Cuál será el de esta semana? ¿Y cuál será la mentira para encubrirlo?
Nos preguntamos entonces de qué sirve denunciar la estrategia de ocupación que nos despoja de la vida y que destruye al planeta, para qué insistimos en mostrar la evidencia que ya no puede ser encubierta y que cada día avanza en el país sobrepasando incluso las fronteras. ¿No es evidente ya que en Colombia se está produciendo un asalto vías armada y legislativa para expulsar a la gente de sus territorios y condenarlos a la explotación y a la miseria? No es obvio que hay una estrategia global en contra de los pueblos que beneficia a un puñado de corporaciones codiciosas?
Necesitamos saber que no estamos solos, necesitamos las manos de quienes todavía sueñan con un país digno, para trabajar unidos y despertar las conciencias de un pueblo que merece su libertad. Necesitamos saber que las voces que emergen desde este y de muchos otros territorios, llegan a los oídos de quienes están cansados de la injusticia y la opresión.
Este es sólo un llamado. Esperamos que tenga eco en algún lugar.
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Fuente: Tejido de Comunicación y relaciones externas para la verdad y la vida, Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) Telefax: 0928 - 290958 - 293999 - Correo: [email protected] , sitio web: web: www.nasaacin.org - Cauca -Colombia.