Por Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE)
25 de noviembre, 2009.- Cururú, una comunidad indígena del municipio cruceño de Urubichá, y CIMAL/IMR una de las compañías forestales más importantes de Bolivia, firmaron en mayo de 2006 un acuerdo comercial en el marco de un Plan de Buen Manejo Forestal.
Tres años después, la comunidad ha conseguido una fuente segura de ingresos económicos que le ha permitido crear fuentes estables de empleo, mejor calidad de vida y al mismo tiempo asegurar la conservación del potencial forestal y la diversidad biológica de las 26.400 hectáreas de bosque tropical nativo.
Buenas prácticas, buenos resultados
La alianza ha servido para apoyar programas de salud y educación, se han fortalecido las organizaciones, estamos edificando nuevas viviendas y mejorando las que tenemos; estamos construyendo norias para mejorar la calidad del agua para las 40 familias que habitamos allá.
Ésta ha sido una relación positiva y quisiéramos que se extienda por un plazo más largo, afirmó Róger Macué, Coordinador Forestal de la Asociación Indígena Maderera Cururú (AIMCU) en el Foro Certificación Forestal en Bolivia: Beneficios para las Comunidades, Empresas y Bosques organizado por el CFV y el IBCE, en La Paz la semana pasada, con el respaldo de WWF Bolivia, FSC, CFB, CIMAR-UAGRM y el Colegio de Ingenieros Forestales de Santa Cruz.
Cururú forma parte de las tres comunidades indígenas que contribuyeron a que Bolivia llegue a ser el país con mayor extensión de bosques tropicales nativos certificados en el mundo -más de 2 millones de hectáreas- por su buen manejo.
Alberto Arce, Jefe Forestal de CIMAL/IMR, recordó que el acuerdo rubricado con la AIMCU preveía que las 26.420 hectáreas de superficie boscosa de Cururú ingresaran a un proceso de certificación forestal voluntaria. Con el apoyo de organismos como WWF Bolivia y Bolfor II, la Comunidad logró que el Consejo Mundial de Manejo Forestal (FSC) le extendiera el Certificado de Buen Manejo. Este aval le permitió acceder a una mejor remuneración por la madera expendida a Cimal/IMR y otros compradores.
Lo virtuoso de la alianza
El acuerdo está fijado por un periodo de cinco años sujeto al cumplimiento de la actual Ley Forestal, y prevé la revisión periódica de volúmenes y precios, la generación de empleos para los miembros de la comunidad, la mejora de accesos viales y la venta de madera adicional a otros compradores.
El año 2006, la AIMCU cedió a CIMAL/IMR un total de 718 metros cúbicos de madera en una operación que demandó una inversión de 49.000 dólares, de cuyo monto alrededor de 18.000 dólares beneficiaron directamente a la Comunidad indígena. Para este año, la transacción de 3.210 metros cúbicos reportará ingresos netos por 70.000 dólares para Cururú.
Esta experiencia está demostrando que es posible un trabajo positivo entre empresas y Comunidades. A la vez, en esta alianza es clave la cohesión de la Comunidad y la búsqueda de objetivos comunes como el mantenimiento del bosque, generación de ingresos y consolidación de modelo forestal, acotó Alberto Arce.
Previsibilidad en el tiempo
Los buenos resultados alcanzados están impulsando a la AIMCU a buscar un contrato de largo plazo con CIMAL/IMR, de manera que se garantice la estabilidad de sus ingresos y permitan hacer ajustes en los planes de manejo de los bosques, velando por sostenibilidad del medio ambiente.
Tenemos planes para avanzar en la cadena productiva, generar otros productos con la madera del bosque. Pero si algo queremos, es permanecer más tiempo en el boque para evitar el aprovechamiento ilegal y conservarla como fuente de ingresos, indicó Róger Macué.
Por su parte, el Director Ejecutivo del Centro de Investigación y Manejo de Recursos Naturales (CIMAR-UAGRM), Lincoln Quevedo, indicó que la experiencia de Cururú es muy valiosa porque corresponde a un modelo económica, social y ambientalmente sostenible. El especialista en el rubro instó a que el sector privado difunda este modelo de producción que se alinea con la conservación de los recursos naturales, haciéndola sostenible en el tiempo.
Respaldan:
WWF, FSC, Cámara Forestal de Bolivia, Colegio de Ingenieros Forestales de Santa Cruz, CIMAR
Santa Cruz, 12 de octubre de 2009
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Fuente: IBCE