- Los 100 años de Andrés Alencastre: Killku Warak'a kutimuynin
Por Jesús Manya Salas
7 de septiembre de 2008.- Hace cien años en un alejado pueblo de la nación K´ana en la hacienda Parq´o, nació Killku Warak´a, señalado por José María Arguedas como el mejor poeta quechua del Siglo XX, por sus extraordinarios aportes a la recreación literaria del idioma andino.
En Taki Parwa una de sus primeras entregas poéticas, pudo romper los anaqueles del discurso anacrónico y retórico que todavía hablan y pregonan algunos académicos en la actualidad, con Taki Ruru y Yawar Para, extendió la poética andina a una visión de los seres humanos y sus grandes problemas irresueltos.
Con estos libros volvieron a hablar los Apus y los Pumas con la modernidad, muy lejos de las composiciones religiosas a la que había sido arrinconado el quechua desde el colonialismo.
No fue por casualidad que sus principales aportes lingüísticos y literarios fueran traducidos y estudiados en las universidades tan distantes de Moscú y París, donde especialistas valoraron la dimensión de sus recreaciones, cuando en el Cusco se le regateaban sus méritos y compromisos.
Entre sus obras destacan obras de teatro, libros de gramática y algunas hipótesis de lo que llamo el idioma peruano, el intercambio fluido del quechua y del castellano que marcaba una característica idiomática.
Andrés Alencastre era un hombre con ideas y compromisos como señala Enrique Urbano:
Era soñador y poeta, amante de las costumbres de su tierra, líder político y socialmente comprometido con las ideas del Partido Comunista, llevaba en su piel las marcas algo contradictorias de su época: romántico pero comprometido socialmente; hacendado o gamonal, pero amante de sus indios o sus ahijados. Lo cierto es que toda la región lo conocía y miraba muchos con admiración y simpatía y otros con odio y desconfianza.
El Killku Warak´a era un hombre de los tiempos, muchos como él hijos de terratenientes o comerciantes había abrazado las ideas de la libertad y la justicia por las vivencias y el estudio, así fue forjado la historia social y cultural en los albores del siglo pasado.
Esa contradicción de la herencia gamonal y el poeta revolucionario, tuvo encuentros y desencuentros, como aquella fatídica noche del 2 de agosto de 1984, en que fue asesinado cruelmente, en unas tierras en disputa en el marco de una omisión y silencio sospechoso del poder judicial y de abogados que atizan fuegos para cobrar mayores dividendos.
Andrés Alencastre murió como ser humano y lanzó a Killku Warak´a a la eternidad y a la historia de la cultura andina como su poeta símbolo y maestro de nuevas generaciones. Menos mal que la sensatez en el pueblo de El Descanso ahora la capital del Distrito de Kunturkanki volvió y en reconocimiento a su hijo fundador y representativo ha logrado bautizar a su colegio con su nombre, grandeza del pueblo y grandeza del poeta que más allá de la contingencia vuelve a posarse en la humanidad.
Este contexto pudo ser expresado por el Cholo Nieto, el otro de los grandes poetas cusqueños que despidió a su amigo y camarada:
Bárbaramente inmolado, víctima propiciatoria de quien sabe qué cultos ancestrales rencores, en un páramo de la frígida puna andina ha caído el más grande poeta quechua contemporáneo Killku Warak´a.
Una aproximación de este ser humano y universal, creador y fatalista son los trabajos del Dr. Abraham Valencia Espinoza y de Odi Gonzales, esfuerzos que debieran ser continuados por instituciones que lamentablemente han olvidado a uno de los mejores hijos del Cusco.
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Fuente: El Viejo Puma, Revista Andina de Cultura y Política
Qonqawankimanchu
Chay sunquykin, mat'i sunquykin
chay waqayniypa k'ayasqan rumin
q'uñi qisayman tukurqan
chiripaqpas wayrapaqpas
Qhichipraykiq llanthullanpin
kawsayniyta samachirqani,
puka ñukch'u simiykimantan
kawsay yawarta ch'unqarqani
Qunqawaqchu yanaykita
ñawiykiq yananpi kawsaqta,
ch'iqtawaqchu sunquykita
sunquyta t'aqarparispa
Andrés Alencastre/Kilku Warak'a
¿Me olvidarías?*
Ese tu duro corazón
Pedrusco remojado por mi llanto
Tibio nido fue para mí
En el frío, en el viento
A la sombra de tus pestañas
Dejé reposar mi vida,
Y de tus labios tintos
Sorbí la sangre nutricia
¿Olvidarías a tu amor
Al que mora en el limbo
/de tus ojos,
Segarías tu corazón
Despedazando el mío?
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*Traducción de Odi Gonzales