Perú: Jóvenes indígenas, "carne de cañón" del Ejército peruano

Por Jorge Agurto

Lima, 16 de abril de 2009.- El asesinato de trece soldados emboscados por un destacamento narco-terrorista el jueves 9 de abril ha colocado en los titulares de los medios el abuso cotidiano que sufren menores de edad, secuestrados y obligados a realizar un servicio militar que los expone a maltratos y peligros que -como en este caso- los puede conducir a la muerte.

Lo que no destacan con suficiente fuerza los medios informativos es que se trata de una práctica habitual del Ejércite que viola de manera sistemática los derechos humanos de jóvenes indígenas de los andes y la amazonía, a pesar que se encuentra formalmente prohibida por la ley.

Hilda Saravia, representante de la Defensoría del Pueblo en Ucayali, confirmó que su departamento ha recibido numerosas denuncias de reclutamiento de menores de edad desde el 2006 y asegura que actualmente hay menores en las bases militares de Huanta (Ayacucho) y Pichari (Cusco).

Desde que hace una década se modificó el carácter del servicio militar de obligatorio a "voluntario" el Ejército ha extremado sus acciones de reclutamiento con promesas de oportunidades de progreso personal que luego no se cumplen, provocando desilusión en los jóvenes que una vez enrolados no pueden desertar bajo la amenaza de severos castigos.

Robinson Macedo Sima fue secuestrado a la fuerza en una plaza de Pucallpa en abril de 2008 cuando apenas tenía 16 años y separado abruptamente de su familia que durante meses careció de información sobre él. Como su madre lo ha declarado el cuartel militar incluso le negó su presencia.

Ministro de Defensa, Ántero Flores-Araoz.

Foto: ANDINA/Norman Córdova

Lo grotesco e indignante es que el Ministro de Defensa, el apoltronado Ántero Flores-Araoz, haya intentado justificar la presencia de un menor de edad en el Ejército diciendo que en esas poblaciones "muchos no tienen documentos de identidad".

Todos los oprobios y abusos que se cometen contra los jóvenes indígenas, levados y abusados a la fuerza, privados de sus derechos más elementales como la identidad ciudadana, han encontrado en la actitud de Flores-Araoz su expresión más indignante y sublevante.

Y es que Ántero es el mismo señorón que cuando se le preguntó si el Tratado de Libre Comercio (TLC) se consultaría a las comunidades indígenas contestó con sorna a un periodista de Ideele: "¿Tu les consultarías a las llamas y las vicuñas?".

Negligencia brutal

Diversos especialistas han sostenido que el desplazamiento de las dos patrullas militares emboscadas ha sido de una negligencia brutal por exponer de forma innecesaria la vida de los soldados, y que es solo comprensible en autoridades que tienen un desprecio por la vida de los jóvenes.

Si el objetivo era trasladarse unos kilómetros para tomar control de un pasaje del río Mantaro habría bastado con unos minutos de transporte en helicóptero. Pero se prefirió enviarlos a pie, cargando sus pertechos y alimentos, a plena luz del día, brindando todas las oportunidades al enemigo para que los embosquen.

El Ministro de Defensa mintió groseramente al país cuando aseguró en el programa de televisión Cuarto Poder -hace dos días- que en el Ejército no hay ni un solo jóven menor de edad. Igual mintió cuando aseguró que la Marina de Guerra no tenía nada que ver con el espionaje telefónico que salió a luz hace pocos meses.

Y es que Ántero Flores-Araoz es de esos políticos criollos, dicharacheros y caraduras por los que nadie ha votado en las elecciones pero terminan traicionando a su propio partido para auparse al gobierno y ofrecer su desparpajo para salir al frente e intentar cubrir todas las tropelías y los chanchullos del poder.

El diccionario de la Real Academia Española señala que "carne de cañón" es la tropa expuesta a peligro de muerte sin consideración. También se aplica figurativamente en el lenguaje coloquial a la gente ordinaria, tratada sin miramientos.

Ese es el destino que les da el Ejército peruano a los jóvenes indígenas del país con el aval y la impunidad de las autoridades políticas peruanas que ahora buscarán sancionar administrativamente a un oficial de menor graduación para escarmiento público mientras los responsables políticos de esta situación continúan inmutables gozando de los privilegios de un poder abusivo e ilegítimo.

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