Servindi, 27 de marzo, 2009.- El "Informe sobre situación general de los derechos humanos en Bolivia durante 2008", publicado ayer por la oficina de Naciones Unidas en La Paz, subrayó los avances sociales impulsados por el Gobierno de Evo Morales y criticó la violencia política que vivieron algunos departamentos del país.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Bolivia, el canadiense Denis Racicot, resaltó "las medidas adoptadas por el Gobierno para combatir el racismo, la discriminación y la servidumbre, tres de los principales flagelos que afectan a la población indígena del país".
Asimismo observó "como un gesto muy positivo la aprobación de la recién proclamada declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas como ley".
Pese a ello, Racicot criticó la "violencia política vivida en diferentes departamentos del país con la irrupción de numerosos grupos de choque".
"La masacre de campesinos en el departamento de Pando que ocurrió el 11 de septiembre en el marco de la espiral de violencia protagonizada por las protestas de las prefecturas autonomistas", afirmó.
Frente a esto, la oficina de Racicot presentó un informe específico en el que responsabiliza a la oposición autonomista de esa "masacre", que consideró como "la más grave violación de los Derechos Humanos ocurrida en 2008".
También calificó de "graves violaciones a los Derechos Humanos" los "ataques racistas" sufridos por aproximadamente treinta indígenas el 24 de mayo en Sucre, el sur del país andino.
Además señaló que los periodistas y medios de comunicación han sufrido un "alto número de atropellos y amenazas sufridos por periodistas y medios de comunicación", como "los señalamientos hechos desde el Gobierno contra los medios y sus trabajadores".