Servindi, 13 de octubre, 2022.- El apu (jefe) Teobaldo Flores, de la comunidad kukama San José de Saramuro, viene recibiendo constantes amenazas de muerte por parte de un grupo armado y violentista.
Las continuas amenazas se realizan en medio de la movilización indefinida que realizan las federaciones indígenas de las Cuatro Cuencas en Loreto.
Así lo denuncia el Observatorio Petrolero Puinamudt que indica que dicho grupo ha enviado fotos y videos desde el primer día de la movilización, iniciada el 5 de octubre.
En las imágenes se muestran encapuchados con escopetas y afirmaban no permitir ninguna toma de la Estación 1 de PETROPERU, además de oponerse por completo a la protesta.
Para esos momentos las amenazas también iban dirigidas a Alfonso López Tejada, presidente de la ACODECOSPAT, organización que reúne a 60 comunidades de los oueblos Kukama y Urarina.
Sin embargo, durante los días siguientes, las amenazas se orientaron exclusivamente al apu Teobaldo Flores por medio de las redes sociales, donde aseguran que atentarán contra su vida apenas finalice el control territorial.
El hostigamiento ha continuado con gritos y disparos al aire en los alrededores de la comunidad.
Algunos sospechosos han sido identificados al dar declaraciones por medios como Radio Exitosa y Radio La Voz de La Selva donde buscaban desacreditar la lucha indígena y sus exigencias.
Mediante las organizaciones de las Cuatro Cuencas se viene remitiendo la evidencia de las amenazas a las autoridades correspondientes.
Se espera la investigación y medidas efectivas de protección para el apu Teobaldo Flores, el apu Alfonso López y autoridades comunales pero también para los asesores y las delegaciones de otros pueblos que están por llegar.
Viceapu, madre indígena y apu de San José de Saramuro. Foto: Puinamudt
Los motivos de la movilización
La movilización que consiste en el bloqueo del río Marañón a la altura de San José de Saramuro ha sido consecuencia del vencimiento del plazo que se le dió al gobierno de Pedro Castillo para que reactive el diálogo con las comunidades.
Las demandas planteadas responden a las consecuencias de medio siglo de contaminación petrolera y el abandono histórico del Estado en materia de derechos humanos y colectivos.
No solo se trata de un derrame de petróleo y de una comunidad, sino de casi 100 comunidades representadas por las federaciones FEDIQUEP, FECONACOR, OPIKAFPE y ACODECOSPAT con una agenda seria respecto a salud, remediación ambiental, educación, titulación, etc.
La medida es resultado del agotamiento de las vías formales y legales, anunciada con anticipación y cumpliendo con los procedimientos correspondientes.
Así, el bloqueo está ocurriendo de manera pacífica, dónde las embarcaciones no se han resistido a detener su camino.
La Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) acaba de respaldar públicamente el bloqueo y señalado la urgencia de atender las demandas de las comunidades.
Por su lado, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) también ha reconocido el incumplimiento del Estado peruano para con la agenda de la movilización y ha empezado las primeras coordinaciones para el diálogo.
Defensores indígenas sin garantías para su vida
Previniendo escenarios parecidos, las organizaciones indígenas ya habían solicitado una vigilancia competente a la Defensoría del Pueblo y a la Comisión de Pueblos del Congreso de la República.
Pero ahora más que nunca se hace necesario activar las alertas y salvaguardas a los defensores de derechos para evitar cualquier afectación o pérdida irremediable. En este sentido, cualquier incidente que pueda suceder se vuelve responsabilidad del Estado.
Por último, la ACODECOSPAT extiende el llamado a otras organizaciones aliadas, instituciones de derechos humanos, medios independientes y la opinión pública a solidarizarse y mantenerse al tanto del curso de la movilización y las amenazas vertidas, por tratarse de una lamentable constante en la Amazonía que aún no llama la atención del Estado como lo amerita.
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