Servindi, 23 de mayo, 2021.- El portal Desinformémonos anuncia el lanzamiento del nuevo espacio denominado “Tzam, las 13 semillas zapatistas. Conversaciones desde los pueblos indígenas”.
Se trata de una plataforma coordinada por la lingüista mixe Yásnaya Aguilar Gil y por la periodista Gloria Muñoz Ramírez, en la que participarán durante 13 meses las voces de 130 indígenas de diversos pueblos originarios.
El Consejo de Edición está conformado por Rocío Moreno, Hermann Bellinghausen, Ramón Vera Herrera y Mardonio Carballo.
Tzam significa “dialogar” en ayapaneco, lengua que con tan sólo diez hablantes se encuentra en peligro de desaparecer. Y esto, dialogar, es el corazón de este proyecto.
Los y las participantes indígenas conversarán con cada una de las demandas/semillas dadas a conocer por los zapatistas en 1994: trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia, paz, derechos de la mujer y derecho a la información. Trece, en total.
“Las mujeres de los pueblos indígenas escribimos”, dice Yásnaya Aguilar, curadora y editora de las 13 semillas. Y es que en este primer mes son diez mujeres las que elaboran acerca del trabajo, en un mundo en el que “la mirada occidental ha elegido a los varones como personas asalariadas, obviando, menospreciando e invisibilizando el trabajo de las mujeres que sostiene a las comunidades”.
En las reflexiones sobre “Trabajo”, la primera de las trece semillas de este nuevo espacio digital, explica la lingüista mixe,
“son las mujeres de diversos pueblos indígenas las que hablan sobre el trabajo en contextos de violencia, sobre el trabajo de las mujeres indígenas trabajadoras del hogar, sobre el trabajo en el campo, sobre el trabajo de la palabra en el periodismo y sobre los contrastes que van del trabajo comunal al trabajo asalariado, sus tensiones y horizontes. Son las mujeres que aquí siembran la semilla de su palabra en este primer surco”.
El micrositio tzamtrecesemillas.org será la casa de las trece semillas durante trece meses, con un total de 130 colaboradores y colaboradoras de mayo del 2021 a junio del 2022.
En esta primera ocasión compartimos un primer relato sobre el Trabajo y vidas invisibilizadas escrito por Selene Yuridia Galindo Cumplido, originaria de Mezquital, Durango, del Pueblo O’dam.
Selene es una O’dam Korian kam que escribe, traduce, toma fotografías y administra una página de memes. Es maestrante en Cine Documental en la UNAM y antropóloga social por la ENAH.
Su trabajo actual gira en torno de la historia de los pueblos o'dam del sur de Durango, su representación y auto representación en los medios audiovisuales.
#GuJuanTuJuan. Trabajo y vidas invisibilizadas
Por Selene Galindo*
23 de mayo, 2021.- “Gu Juan tu juan” es una frase que leí muchas veces en lxs pocos librxs en o’dam que llegaron a mis manos cuando era niña. Gu Juan tu juan es un juego de palabras, una rima. Gu Juan tu Juan es Juan trabaja. Gu Juan tu Juan. Gu Juan trabaja. Gu Juan. Tu Juan. Mi Juan.
Mi papá se llamaba Juan y fue asesinado. El papá de mi papá se llamaba Juan y fue asesinado. Un tío se llamaba Juan y fue desaparecido, luego asesinado. Un Juan trabaja. Un Juan fue asesinado. Mi papá trabajaba. Eso me hace preguntarme si, ¿todos los Juan trabajan? ¿todos los Juan, invariablemente, serán asesinados? ¿Solo son los Juan de mi familia, que trabajaban, los que han sido asesinados? ¿Todxs somxs asesinadxs? ¿Si no trabajamos no somos asesinadxs? En las preguntas anteriores, ¿el problema es el sujeto o la acción?
En las preguntas anteriores, ¿el problema es el sujeto o la acción?
El trabajo es inherente a la especie humana. El trabajo forma parte de las vidas y muertes o’dam. Lxs o’dam nacemos, trabajamos y morimos. Trabajar es vivir y convivir con lxs tuyxs. Trabajar es relacionarse con lxs demás, con lxs ancestrxs, consigo mismx. Los que viven trabajan. Bueno, uno que otro no. Es cierto que a mucha gente en el mundo no le gusta trabajar o les han arrebatado las ganas de vivir, o sea, de trabajar.
Vivir es trabajar. Como seres humanos, necesitamos trabajar para comer, pero como o’dam necesitamos trabajar para poder ser, para cumplir con el xidhutu’n (1). Trabajar implica hacer el xidhutu’n, la base de la existencia o’dam. Cuando me enfermaba, mi mamá me decía que tenía que levantarme y ponerme a hacer cosas, eso me ayudaría a sentirme mejor. A los 3 años, mi abuela paterna nos llevó a un primo y a mí a una iglesia en la sierra, fue un viaje de casi una semana a caballo. Ella cumplía con su responsabilidad, con sus deudas y nosotrxs nos iniciamos en una máxima de la vida: dar y recibir. Para recibir hay que dar, para dar hay que trabajar. Y vaya que a lxs ancestrxs hay que darles muchx.
Hace casi 50 años, mi abuelo paterno fue asesinado mientras cuidaba su ganado. En el 2019, mi mamá murió en un accidente, mientras se dirigía a una reunión de trabajo en la sierra. Dicen que mi abuelo paterno murió por “trabajar mucho”. Su principal trabajo fue el biñ, el mezcal. Por eso, desde que tengo memoria, el saab (2) ya era de mis comidas favoritas, le seguía el atole blanco con pencas de maguey recién cocidas. Cuando comíamos, eso quería decir que mi abuelo estaba trabajando. Sí, mi abuelo, mis tíos y primos ya hacían mezcal desde antes de que se pusiera de moda, antes de que tuviera los apellidos “orgánico” y/o “artesanal” y se convirtiera en el negocio de emprendimiento de los juniors, políticxs, lxs hipsters e influencers. Ojo a quién le compran mezcal, mínimo pregúntese quién lo hace, de qué tipo de magueyes, dónde se hace, cuánto del dinero que pagas llega a los productores y sobre todo, ¿Cómo se llama la persona que hizo ese mezcal?
Así como el trabajo ha formado parte de nuestras vidas, también lo ha sido su invisibilización. Un ejemplo, además del mezcal, están las condiciones laborales de lxs mamtuxi’ñdhan (3). Yo, siendo hija de dos mamtuxi’ñdham, sobrina de otrxs, prima de unos cuántos más, puedo decir que NO ALCANZA. Mis papás, como la mayoría de lxs maestrxs que conozco, han tenido que complementar sus gastos y los de sus familias con trabajos extras, con negocios familiares, ventas por catálogo, etc.
Lxs o’dam hemos trabajado desde tiempos inmemoriales. Hablemos de los ochenta, por ejemplo, cuando la industria forestal estaba en auge. Un mamtuxi’ñdham me platicó que él, en ese tiempo trabajó para uno de los aserraderos que pertenecían al pueblo o’dam y ganaba 3500 pesos a la quincena, eso le daba una vida bastante cómoda. Posteriormente, cuando inició su labor como maestro, su primer pago fue de 1200 pesos por las quincenas de agosto a diciembre, incluyendo el aguinaldo. Como haría cualquiera que no tiene la necesidad de aguantar un trabajo mal pagado porque tiene opciones, intentó renunciar y regresar al aserradero. En ese tiempo, la sobre explotación del bosque se vislumbraba como un problema, así lo convencieron de que el trabajo de maestro sería más estable.
Sin embargo, lo que realmente le dio la posibilidad de seguir siendo maestrx fue la agricultura. Me platicó que, en la segunda escuela en donde le tocó trabajar, los padres de familia le vendían sus cosechas de marihuana, misma que él revendía a los middleman ya establecidos. El trabajo agrícola permitió que él y muchxs otrxs pudieran seguir enseñando. La agricultura nos ha permitido a muchxs seguir estudiando, seguir comiendo, seguir existiendo. Si la vida de mi pueblo, de mi familia y la mía han estado tan ligadas al trabajo desde tiempos inmemoriales, ¿por qué siguen perpetuando estereotipos que nos denigran, que sostienen que a los “indígenas” (4) “no nos gusta trabajar”, que “somos flojxs”, que estamos acostumbrados a que el “gobierno nos dé”? ¿Por qué no cuestionan lo que el gobierno nos quita?
#GuJuanTuJuan. Cham nɨidham am nach tu juan ni ñach dudua
(o’dam del sur de Durango)
Selene Galindo
“Gu Juan tu juan” jañ gammɨjɨ jañ mija’p jiñkoi’ñdha’ gu u’uan ta’m na pai’ o’dam kɨn tu u’añixka’. kastilhkɨ’n gu Juan tu Juan Jir Juan Trabaja. Kugu’ api’m bax mat. Bax maat ja pim nam gu Juan tu juan.
Guñ chatkat Juan tɨgich, gio mua mɨt.
Guñ chatkat gu tata’n kat pui’p tɨgich, gio pui’p muamɨt.
Ma’n guñ ogax na Juan tɨgich ja mɨt pui’p mua.
Gu Juan nañ jɨ’k jix ja mat, tu juan am.
Gu juan nañ jix ja matkat, ja koi mɨt.
Guñ chat kat tu juandat, muamɨt guñ chat kat.
Jiñ pensar iñ, ¿Bɨx ja gu Juan jam tu juan?
¿Bɨx ja nam jɨ’k Juan tɨ’ jam ja ko’n?
¿Ke’ bɨx jam ja jich kodim nach jɨk jir o’dam?
¿No’ch cham tu juan jam a cham jich ko’nda’?
¿Tu’ je ba’ cham jir am nam ba’ jich ko’n, nach tu juanda’ ke’ nach duduaka’?
Duaka’ iñ no’ñ tu juan. Nach jir ja’tkam jum aa’ nach tu juanda’ nach ba’ bia’ka’ nach tu’ jugia’, kugu’ nach jir o’dam jum aa’ nach tu juanda’ nach ba’ biaka’ nach tu’ kɨ’n duduaka’, nach tu’ kɨ’n jich chianda’, nach ba’ jich xidhutu’nda’. Pui’ nam ba’ guch gɨ’kora’ jup tɨ’ya’ na, no’ñ jix ka’ok jañ tu’ jax xi duñia’ na ba’ jix bhai’ tu tatda’chia’. Pui’ nam ba’ nai’ jich baiñchu’ñda’ nam nai’ jax tɨ bɨpgi’ñ guch gɨ’kora’, nach ba’ ach mija’p pui’p ba tu buidha’ gatuk. Nach ba’ dhi’ka’m up ba tu juantu’nda’ no’ch bar gɇ’gɇr.
Mui’ oidha’ ba jur na mɨt pai’dhuk guñ kulsi Juan kat mua. Guñ chat kat baik oidha’ bia’ka’. Mupai’ sap ka tu saa’ntu’ndat gu bak na mɨt mi’pai’ xi maa’yasak. Guñ abuil, ja’p na guñ ñan ja mɨt dɨlh ma tɨ gɨ’ɨlh gu ja maamar. Guñ ñan muu na ka jimdat ju’kgam ja’k, na pai’ tu juandat. Jup kai’ch dha’ am nat gu tata’n muu na gu’ jix io’m tu juandat. Biñ cha’m tu juandat. Nañ jir alhiika’ añ gilhim jix ñaaka’ gu saab gio gu mai, ja’p na xib gu biñ. Guñ jaaduñ gio gu jam gɨ’kora’ gio jam kukulsi nam enter nai’ tatsab nai’ tu kio jam bajɇk dɨr biñ cha’m ba tu juanda’, antis nam gu nanbat nakta’, gio nam gu líderes nai’ ji ga’ra’, ¿Jix bhai’m a ja namki’ñ? Na pim jir eskueles ja pim xi ja palhbuidha’ nam ba’ jix bhai’ ja namki’ñdha’ na gu’ jix magoñi’. Bhaja’p Korian pai’ más de mil namɨk gu botella, menos de litro, ¿api’m muja’p jɨ’k kɨ’n ga’ra? Siach ach jaxpɨk tu juan, gu nanbat jam cham pui’ ja’k jich nɨi’ñ. Cham bhai’ jich namki’ñ dha’ am, piam menas, piam cham ob. Gu mamtuxi’ñdham pu cham ai’chdhidha’ am, cham ka bia’ka’ am sia chakui jir quincena. Jai’m tu ga’rada’, tɨ ɨsda’, tu saba’nda’ gu karbax, gu bak. Enterkap jach nai’ tɨi tɨ kɨsda’ nach ba’ tu ai’chdhidha’ gui’ nach kɨ’n juruñdhidha’.
Bɨx nach jɨ’k jir o’dam, na mɨt jax ya’ jich tɨpox guch gɨ’kora’, pui pu tɨdhix nach gammɨjɨ tu juanda’. Jai’, pai’ jam jix bhai’ ja namki’ñ, kugu’ más bien cham. Gu o’dam ja mɨt juk cha’m tu juanimɨk hasta nat ju, ¿jaroo mɨt jum tutumñigamta? ¿Nanbat ke’ o’dam? Pui’ na jax gu biñ, gu yooxi’, piam sia tu’ na jaich osu na pum bua muja’p ju’kgam. Ma’n gok o’dam jam palhɨp xi ja iatgidhai jaaja’ kɨ’n kugu’ gui’ nam jix bhai’ tu kua’ jir gu naanbat am.
Ach, nach jir o’dam jach tɨ ɨs, tu sasoi’, tu busai’ñ ich gu biñ, jir mamamtuxi’ñdham ich, jai’m jir norteñxs, jai’ lìderes, políticos. Guch gɨ’kora’ gu ja magoñi’ kɨ’n jach estudiartu’nda’, jam jich chiantu’nda’, kɨ’n jach tu kua’da’, duduaka’. Gu ja magoñi’ guch gɨ’kora’ jach ya oi’ñga’n tɨr pui jir o’dam, ja taxchab gi’ñ ich dho, ¿api’m gi tu’ jax ba du por gu o’dam nam bha jim?
Notas:
(1) Costumbres y prácticas sociales de los pueblos o’dam y audam.
(2) Quiote
(3) Maestrxs
(4) Algunxs duranguenses siguen pensando que indígena, tepehuanos y o’dam son sinónimos.
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* Selene Yuridia Galindo Cumplido es originaria de Mezquital, Durango. Pueblo o’dam. Selene es una O’dam Korian kam que escribe, traduce, toma fotografías y administra una página de memes. Es maestrante en Cine Documental en la UNAM y antropóloga social por la ENAH. Su trabajo actual gira en torno de la historia de los pueblos o'dam del sur de Durango, su representación y auto representación en los medios audiovisuales.
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