Protesta se realizará contra la reforma tributaria impulsada por el presidente Iván Duque, que propone, entre otros puntos, aumentar los impuestos a productos de primera necesidad.
Por Renzo Anselmo
Servindi, 27 de abril, 2021.- El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) anunció su respaldo y adhesión al paro nacional convocado por los sindicatos de trabajadores de Colombia para este 28 de abril.
La protesta se da contra una reforma tributaria impulsada por el presidente Iván Duque que amenaza, entre otros aspectos, con aumentar los impuestos a algunos artículos de primera necesidad.
Esta iniciativa ha sido rechazada por los sindicatos y centrales obreras, el gremio de docentes y las organizaciones indígenas del país que exigen el retiro inmediato de la reforma que se debate en el Congreso.
Paro nacional contra reforma
El paro nacional programado para este miércoles 28 de abril fue convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Central de Trabajadores de Colombia (CTC).
Así como por la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), que conforman en conjunto el Comité Nacional de Paro.
El origen de la convocatoria radica en una reforma tributaria presentada recientemente por el gobierno de Iván Duque ante el Congreso, con el fin de mitigar los huecos fiscales.
Dicha reforma plantea aumentar los impuestos, sobre todo, a los ingresos medios y altos, y a algunos productos y servicios básicos, con el objetivo de incrementar los ingresos fiscales.
La propuesta ha sido calificada por los sindicatos de trabajadores como un “nuevo paquetazo de Duque”.
Wilson Ferrer, dirigente de la CUT, le dijo al portal Sputnik que la reforma generará un incremento en el precio de la canasta básica para las familias más vulnerables.
Esto, ya sea extendiendo el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a artículos de consumo básico como el café o la sal —como trascendió en un primer momento— o incrementando la carga tributaria a los combustibles.
Según la CUT, esta reforma terminará afectando no solo a los trabajadores más vulnerables, sino también a la clase media que paga el 44 % del IVA que recauda Colombia.
En esa línea, Ferrer sostuvo que quienes salen mejor parados de esta situación son “los dueños del capital”, que aportan solo el 11 % de ese monto.
Por otro lado, también señaló que la reforma esconde “elementos laborales muy peligrosos para la población, como el congelamiento de los salarios y los beneficios de los trabajadores por cinco años”.
Indígenas se suman al paro
Desde las organizaciones indígenas no han sido ajenos a los reclamos iniciados por los sindicatos obreros ante la reforma, por lo que anunciaron que se sumarán al paro nacional.
En una conferencia de prensa ofrecida este martes 27 de abril, las autoridades del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) expresaron su respaldo hacia la protesta social.
“Respaldamos el paro e invitamos al pueblo colombiano a que se una. Todos debemos movernos en un solo sentido, que es sacar la reforma tributaria”, expresó Ermes Pete Vivas, Consejero Mayor del CRIC.
La organización indígena señaló que una comisión de la guardia indígena llegará hasta Bogotá este miércoles, y que las comunidades se movilizarán, solo si la situación se complica en la capital.
“Es responsabilidad del presidente Iván Duque lo que suceda en el paro nacional. Nosotros vamos a seguir luchando por nuestros derechos”, expresó el Consejero Mayor.
Para la politóloga Laura Gil que radica en Colombia, la combinación de la desesperación por la vacunación con la provocada por la reforma, podría hacer que la gente salga a marchar a las calles masivamente.
En diálogo con Sputnik, la analista no descartó que la reforma impulsada por Duque genere un nuevo estallido social como el que vivió Colombia en los últimos meses del 2019.
En aquella ocasión, miles de colombianos marcharon en las principales ciudades del país para rechazar las medidas económicas del Gobierno y condenar la represión estatal y el asesinato de líderes sociales.
Hoy la situación no es distinta. Los crímenes de líderes y defensores continúan y el país todavía no ha podido superar los peores efectos que vienen dejando a su paso la COVID-19.
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