Presentamos un resumen anual sobre los hechos, divididos en cinco capítulos, que marcaron la agenda de “La crisis climática y ambiental durante el 2020”.
Servindi, 5 de enero, 2021.- Aunque el 2020 fue un año marcado por la pandemia COVID-19, los indicadores que han forjado la crisis climática y ambiental no perdieron fuerza.
La deforestación, los incendios y la contaminación también tuvieron protagonismo en un año que culminó con las Naciones Unidas y las organizaciones indígenas pidiendo declarar la emergencia climática.
En este resumen titulado “La crisis climática y ambiental durante el 2020” recogemos los hechos más importantes al respecto que permiten conocer cuánto se ha avanzado o retrocedido durante el 2020.
1. Emergencia climática
Riesgos globales son ambientales. El Informe de Riesgos Globales 2020 remarca que los episodios de meteorología extrema, los efectos del cambio climático y los desastres naturales ocupan los tres primeros puestos en el mapa de riesgos.
Cambio climático es más mortal que el coronavirus. El informe sobre el Estado del Clima Mundial reveló las devastadoras consecuencias del cambio climático en millones de personas, efectos que, a diferencia del virus, se mantendrán por muchas décadas.
Aplazan cumbre climática. En abril, la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP 26, se aplazó para 2021 debido a la pandemia mundial del nuevo coronavirus.
Daños ambientales favorecen enfermedades. Un informe revela que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad favorecen la aparición de enfermedades infecciosas transmisibles al ser humano.
CIDH pide frenar la emergencia medioambiental. Representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidieron a los Estados del mundo frenar la emergencia medioambiental estableciendo fuertes marcos institucionales.
Crisis climática no se detuvo. Pese a la pandemia, la crisis climática avanzó implacablemente. Las concentraciones de gases de efecto invernadero de la atmósfera alcanzaron niveles récord y las emisiones, que se redujeron sutilmente por la pandemia, regresaron a los niveles previos.
Relación evidente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatizó en cómo el cambio climático ha agravado la situación de la pandemia del coronavirus.
Amazonía en riesgo. Un estudio afirma que casi la mitad de la selva amazónico (40%) está en riesgo de convertirse en un ecosistema del tipo sabana, mientras aumenta el calentamiento de la región por las emisiones contaminantes.
Acuerdo de París, lejos de alcanzar sus metas. Un estudio de la Red de Acción Climática (CAN) demuestra que países suscritos al Acuerdo de París no se encuentran en la trayectoria adecuada para alcanzar las metas ambientales.
Aumento de temperatura. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Tierra se dirige a un aumento de temperatura superior a 3 grados centígrados en el siglo 21, como consecuencia del incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Nueva meta ambiental en Europa. En el marco de la convención climática de la Unión Europea (UE), los jefes de estado de los países miembros de este bloque acordaron elevar de un 40% a 55% la meta de reducción de emisiones de contaminantes para el 2030.
Lanzan plan ambicioso. El gobierno de Canadá lanzó un ambicioso plan de reducción de emisiones que busca reducir en un 30% sus emisiones hacia el 2030.
ONU pide declarar emergencia climática. El Secretario General de las Naciones Unidas imploró a todas las naciones del mundo declarar el Estado de Emergencia Climática hasta que se alcance la neutralidad de las emisiones de carbono.
Pueblos indígenas reafirman pedido. La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) también pidió a los Estados declarar la emergencia climática para proteger a la Amazonía y el mundo entero.
Indicador considera impacto ambiental. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) incluye como nuevo indicador para medir el Índice de Desarrollo Humano a las emisiones de dióxido de carbono y el uso de los recursos naturales.
Un año de sanación. En vísperas del año nuevo, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, hizo un llamado a la unidad y la solidaridad para sanar al mundo de la COVID-19 y enfrentar el cambio climático en este 2021.
2. Deforestación
Inmensa pérdida de bosques. El Proyecto de Monitoreo de los Andes Amazónicos reveló que, entre el 2001 y 2019, en cinco países de la Amazonía se deforestaron 26.4 millones de hectáreas de bosque primario, equivalente al área del Reino Unido.
Pandemia no frenó deforestación. Un monitoreo ambiental detectó que durante el mes de abril la deforestación en la selva brasileña aumentó en 64%.
Deforestación se dispara. Tan solo en mayo se perdieron 649 kilómetros de bosque tropical en la Amazonía de Brasil, lo que afecta directamente al territorio indígena amazónico.
Colombia también sufrió deforestación. Expertos señalan que, durante el confinamiento por la pandemia en Colombia, la deforestación no se detuvo y fue avanzando en las selvas de la Amazonía de este país.
Niveles históricos de deforestación. Un estudio publicado por MapBiomas Amazonía demostró una pérdida de 72.4 millones de hectáreas de bosques y cobertura vegetal, el equivalente a la superficie de Chile, en los últimos 34 años.
Deforestación del Gran Chaco. Durante el primer mes de la cuarentena se perdieron más de 6500 hectáreas del Gran Chaco argentino y, en los últimos 20 años, desaparecieron 5 millones de hectáreas de bosque.
Mapa Base. Deforestación en la Amazonía, 2001-2019. Datos: UMD/GLAD, Hansen/UMD/Google/USGS/NASA
3. Incendios
Crisis global de incendios. A mediados de 2020, los bosques que debían estar actuando como sumideros de carbono y mitigando el cambio climático, estaban ardiendo y emitiendo grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
Incendios ahogan a la Amazonía. Según un estudio científico, los incendios forestales en 2020 podrían ser más dramáticos que los ocurridos en 2019. El cambio climático en el Atlántico y el incremento de la agricultura tendrían repercusión directa en la deforestación.
Aumentan incendios en la Amazonía. Las alarmas se encendieron de nuevo cuando Brasil registró 6.800 incendios en la región amazónica en julio, un aumento de casi 30% con respecto al mismo mes de 2019, año que fue devastador para la región.
Incendios en Bolivia. En agosto, Bolivia reportó que los incendios venían afectando a los municipios de la Amazonía, Pantanal y Chiquitanía, siendo los que registraban la mayor cantidad de focos de calor.
Fuego en California. Los incendios forestales registrados en California en agosto dejaron al menos cuatro personas fallecidas y consumieron más de 260 mil hectáreas.
Estado boliviano fue culpable de incendios. El Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza declaró que los incendios forestales de 2019 en Bolivia fueron un “ecocidio provocado por la política de Estado y el agronegocio”.
Aumentan puntos de calor en la Amazonía. Un informe reveló que, de 2018 al 2019, hubo un aumento de focos de calor en territorios indígenas con registros de pueblos indígenas aislados de Bolivia, Brasil y Paraguay, situación que amenaza a los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial (PIACI).
Incendios desaparecen bosques. Más de 360 focos de fuegos habrían estado provocado índices históricos de deforestación, desplazamiento de personas y contaminación atmosférica en California, Oregón y Washington.
Emergencia por incendios. En setiembre, el gobierno de Bolivia declaró el estado de emergencia nacional ante la escalada de incendios forestales en el país con el fin de destinar rápidamente los recursos necesarios para acabar con el fuego.
Incendios continuaron. Pese a la declaratoria de emergencia, en Bolivia continuaron registrándose incendios. Hasta el primero de octubre ya se habían registrado 120 grandes incendios en lo que iba del 2020.
Más de 2500 grandes incendios. Un reporte publicado en diciembre por el Proyecto de Monitoreo de los Andes Amazónicos reveló que en la Amazonía de Brasil, Perú y Bolivia se detectaron 2571 grandes incendios durante el 2020.
Foto: Mayke Toscano/Secom-MT
4. Contaminación
Aire contaminado mata a millones. Un estudio elaborado por Greenpeace y el Centro de Investigación de Energía y Aire Limpio reveló que anualmente fallecen alrededor de 4.5 millones de personas producto de la quema de combustibles fósiles.
Contaminación aumentaría mortalidad. Un estudio realizado en Europa reveló que los niveles de dióxido de nitrógeno en el aire podrían estar asociados a al alto número de mortalidad que tenía el coronavirus en algunas áreas hasta ese momento.
Desconfinamiento aumenta contaminación. En la medida en que varios países fueron relajando sus medidas de restricción social, los índices de contaminación volvieron a subir preocupantemente.
Enorme desigualdad en la emisión de carbono. Un informe de Oxfam reveló que el 1% más rico de la población mundial fue responsable de más del doble de la contaminación por carbono que los 3100 millones que conforman la mitad más pobre del planeta.
Pandemia no redujo contaminación. Un estudio de la Organización Meteorológica Mundial señaló que en 2020 la cantidad de emisiones solo se reduciría entre 4% y 7% a escala global. Dicha cantidad no era suficiente para tener un impacto positivo en la atmósfera.
5. Territorios indígenas
Conservación y derechos indígenas. Pueblos indígenas de Perú, conscientes de su importante rol en la conservación de la biodiversidad, presentaron sus propuestas y demandas para avanzar hacia una nueva relación entre sus organizaciones y las autoridades ambientales.
El incalculable valor de la Amazonía. Un importante estudio elaborado por tres expertos sostuvo que los sumideros de carbono en la Amazonía son enormes y las naciones amazónicas contribuyen a la mitigación del cambio climático por medio del secuestro de carbono.
Guardianes de la naturaleza. Los pueblos indígenas y sus tierras ayudan a preservar la biodiversidad y a regular la atmósfera de la Tierra, reveló en setiembre un artículo científico publicado en la revista especializada Science Advances.
Aporte indígena debe ser reconocido. La coalición internacional Forest Trends destacó que, la importante contribución de los territorios indígenas a la mitigación del cambio climático, merece ser reconocida, cuantificada y retribuida económicamente.
Conservación no debe excluir a indígenas. Un estudio de la Iniciativa de Derechos y Recursos (RRI) aseguró que excluir a los pueblos indígenas y las comunidades locales de la agenda de conservación de la biodiversidad al 2030, sería un error y podría implicar un alto costo.
Amazonía altamente amenazada. En diciembre, el atlas “Amazonía bajo presión 2020” reveló que la tercera parte del territorio de la Amazonía, el bosque tropical más grande del mundo, se encuentra altamente amenazado.
Territorios indígenas preparan sus registros como TICCA. Servindi cerró el año 2020 convocando a un encuentro donde diversos territorios bajo gobernanza indígena dieron cuenta del proceso que siguen para su reconocimiento como Territorios de Vida (TICCA).
Imagen: Acaté / Xapiri / Mike van Kruchten
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Servindi presenta un resumen anual sobre cómo se vivió la pandemia #COVID19 en los pueblos indígenas de Perú y la forma en que el gobierno manejó esta situación en un sector tan vulnerable. pic.twitter.com/udX0eukIAn
— Servindi (@Servindi) January 2, 2021
Compartimos una breve selección de siete libros aparecidos durante el 2020 y que merecen nuestra especial atención por su valioso aporte a la comprensión del mundo indígena y la interculturalidad. He aquí nuestra selección: → https://t.co/fUlLVD7fW6 pic.twitter.com/eAeY5ay6Bi
— Servindi (@Servindi) January 5, 2021
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