La comunidad Flor de Ucayali pide al Estado intervenir de manera estratégica y oportuna para salvaguardar la vida de todos los defensores de los bosques y territorios.
Servindi, 19 de setiembre, 2020.- "Todos los miembros de la comunidad Flor de Ucayali se encuentran en riesgo de ser asesinados por narcotraficantes y taladores. Si las autoridades no prestan atención a nuestra denuncia, las vidas de los defensores de los bosques podrían acabar”.
Este es el llamado de auxilio de Hicler Rodríguez, apu koshi de la comunidad nativa Flor de Ucayali, afiliada a la Federación de Comunidades Nativas de Ucayali y Afluentes (Feconau).
Los indígenas de Flor de Ucayali son amenazados por que su comité de vigilancia comunitaria se enfrenta a colonos, taladores y narcotraficantes que atentan contra sus bosques y territorios.
El génesis de las amenazas
La ola creciente de amenazas se inició el 18 de junio de 2020 cuando los integrantes del comité encontraron a taladores dentro de su territorio. Al ver este delito que daña a la naturaleza, los shipibo decidieron decomisar la madera.
Esta decisión provocó que Saúl Martínez, presidente del comité de vigilancia comunitaria, reciba amenazas de muerte que hasta hoy no se detienen.
Otro delito ambiental ocurrió entre el 10 al 16 de agosto cuando los miembros de la comunidad, junto a representantes del Ministerio de Agricultura y Riego, realizaban el linderamiento de toda la comunidad.
Durante esos días verificaron que 30 hectáreas fueron deforestadas para la siembra ilegal de coca. Además, se encontraron con cocaleros que se negaban a salir del territorio, pese a que cuenta con titulo de propiedad comunal.
Deforestación en la comunidad Flor de Ucayali. Foto: Feconau
Tras una serie de violaciones ambientales, el 9 de setiembre la comunidad Flor de Ucayali decidió convocar a Randol Ventura, fiscal especializado en materia ambiental, y a miembros de la policía ecológica para realizar una diligencia en su territorio.
En esta operación también participaron presentantes de la Dirección Regional Forestal y Fauna Silvestre del Gobierno Regional de Ucayali (GOREU) y dirigentes de Feconau.
Todas las personas que participaron de la diligencia informaron que existe un alto nivel de deforestación en la comunidad shipiba por agentes extraños y foráneos a la comunidad.
Hallazgo de cocaleros y taladores en la comunidad shipiba. Foto: Feconau
Las acciones de vigilancia en el territorio comunal han puesto en grave peligro la vida y la integridad de los indígenas, en especial de los líderes de la comunidad y dirigentes de la federación.
“Queremos una garantía para la comunidad, porque no solo nos amenazan colonos peruanos, sino también brasileños”, denunció el apu Rodríguez en un diálogo con Servindi.
Miguel Guimares, presidente de Feconau, considera que la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 incitó a que las actividades ilegales se incrementen.
La comunidad Flor de Ucayali pide al Estado intervenir de manera estratégica y oportuna para salvaguardar la vida de todos los defensores de los bosques y territorios.
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