Este artículo es parte de la cobertura de IPS sobre el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, que este año tiene como lema: “Ahora es el momento: las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres”.
Por Naimul Haq
IPS, 6 de marzo, 2018.- Las nobeles Mairead Maguire, Shirin Ebadi y Tawakkol Karman se reunieron con más de 100 refugiadas rohinyás de los campamentos de Cox’s Bazar, en Bangladesh, en la primera semana de este mes.
También visitaron la tierra de nadie, donde miles de rohinyás están varados entre Myanmar (Birmania) y Bangladesh.
Mairead Maguire, de Irlanda del Norte, y Shirin Ebadi, de Irán, conversaron con IPS sobre la situación de esa comunidad musulmana perseguida.
–Ustedes han reclamado el procesamiento de los gobernantes birmanos ante la Corte Penal Internacional por genocidio. ¿Cómo se puede hacer justicia cuando el mundo parece tan dividido sobre la cuestión de los rohinyás?
Mairead Maquire: Los líderes de Myanmar son responsables de genocidio y tenemos todos los testigos para eso. Escuchamos a las mujeres hablar de torturas, violaciones y de sus casas quemadas.
Una mujer violada varias veces contó su historia, una que puede repetirse varias veces.
Obviamente entendemos que es una política del gobierno de Myanmar para aterrorizar y expulsar al pueblo rohinyá, al que ni siquiera los reconocen como ciudadanos.
La comunidad internacional tiene que llevar al gobierno de Myanmar ante la CPI.
Mucha gente trabaja para eso y continuaremos hasta lograrlo. La segunda cosa que queremos hacer es hablar con nuestra hermana laureada Aung San Suu Kyi.
Creemos que mientras permanezca en silencio sobre lo que hace el gobierno de Myanmar, será cómplice del genocidio. Pero queremos verla y decirle que rompa el silencio.
Mantendremos el diálogo con embajadores y gobernantes. También contactaremos a la Organización de las Naciones Unidas y al Parlamento Europeo hasta que lleven esto a la CPI.
Shirin Ebadi: Lo siento mucho de que Aung San Suu Kyi, una persona por la que hice muchas veces campaña cuando estaba en prisión domiciliaria para que la liberaran, se haya vuelto complaciente en los crímenes contra los rohinyás.
Mi mensaje es debes romper el silencio ahora. Debes frenar el genocidio, de lo contrario serás responsable y deberás responder por tus crímenes ante la CPI.
Lamentablemente, Myanmar no es signatario del Estatuto de Roma (que creó la CPI).
Entonces la única forma es que el Consejo de Seguridad de la ONU decida mandar el caso de Myanmar a la CPI, como hizo con Sudán.
Lo que le pasa al pueblo rohinyá es, por cierto, un delito de genocidio. De hecho, la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea lo reconocieron.
Por eso tengo esperanzas de que el Consejo de Seguridad debata el caso. Mi única preocupación es que China es miembro y puede usar su poder de veto por sus intereses económicos en Myanmar.
–¿Qué opina de los líderes que en gran parte permanecen callados sobre la cuestión de los rohinyás?
MM: Muchos gobiernos tienen intereses en Myanmar, en especial económicos. En el estado de Rakhine, hay muchos recursos como diamantes y piedras preciosas. Todo es por el dinero y el petróleo.
China también tiene intereses en Myanmar. Por desgracia, muchos gobiernos priorizan el beneficio por encima de la gente. Los gobiernos deberían ser responsables de cuidar a la gente.
Pero no quieren decir nada sobre los derechos humanos y la justicia por intereses políticos.
Como nobeles tenemos que decir que las personas son importantes, y está mal permitir que se destruya así a la gente por cuestiones políticas y económicas. Tenemos que hablar y sacudir la conciencia del mundo.
SE: Los países musulmanes como Irán, Arabia Saudita, Qatar y Kuwait deben hacer más por la minoría musulmana rohinyá.
No ofrecen ninguna ayuda o muy poca. Prefieren gastar su dinero en comprar armas, que usan para matar gente.
Mi mensaje a ellos es vayan y vean la difícil situación de sus compañeros musulmanes y cómo los tratan, vergüenza debería darles.
–¿Cree que la ONU desempeñó el papel que le corresponde?
MM: La ONU no ha hecho lo suficiente. Los seres humanos tienen derecho a la vida y a la seguridad, y los gobiernos deben defender esos derechos de sus pueblos.
Y hemos visto lo que ha hecho el gobierno de Myanmar. Estuve ahí hace 18 años con una delegación de premios nobeles, en la frontera con Tailandia, y vi al pueblo karen que tuvo que huir de Birmania hacia campamentos de refugiados.
Lo que vimos en Cox’s Bazar no es nuevo. El ejército birmano hace eso desde hace mucho, mucho tiempo.
–¿Cómo pueden ayudar los medios a lograr justicia para las víctimas?
MM: Las mujeres sobrevivientes nos pidieron que contáramos sus historias al mundo para que se conozca su sufrimiento y se haga justicia, y puedan tener una identidad nacional y regresar a donde pertenecen.
Necesitamos medios como ustedes. Porque la gente no cree. Es diabólico lo que han hecho los soldados birmanos, pensando que nadie se iba a enterar.
Pero cuando la verdad sale a la luz, no pueden seguir así.
(Bangladesh) es un ejemplo maravilloso para otros países con refugiados en la frontera. Abrieron la puerta para un millón de personas o más, y Europa cierra sus puertas. Un gran contraste, por cierto.
Cuando fui a los campamentos me sorprendió ver cuán organizados estaban. Es maravilloso que el gobierno trabaje junto con las organizaciones no gubernamentales.
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La Iniciativa de Mujeres Nobeles, una asociación con la organización femenina de Bangladesh, Naripokkjo, recibió a la delegación de premiadas para que presenciaran y resaltaran la situación de los refugiados rohinyás y la violencia que sufren las mujeres.
* Maguire es una de las fundadoras del movimiento Personas por la Paz, comprometido con la construcción de una sociedad justa y pacífica en Irlanda del Norte y se la conoce por trabajar con víctimas de conflictos en el mundo. Ella y Betty Williams ganaron el Premio Nobel de la Paz en 1976.
** Shirin Ebadi es una exjueza iraní, activista de derechos humanos y fundadora del Centro de Defensores de Derechos Humanos, en Irán. La abogada obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 2003 por sus pioneros esfuerzos en defensa de la democracia y los derechos humanos, en especial de mujeres, niñas y niños y refugiados.
*** Tawakkol Karman, conocida como la “madre de la revolución”, recibió el Premio Nobel en 2011 por su lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y su derecho a una total participación en la construcción de la paz en Yemen.
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Traducido por Verónica Firme
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Fuente: Inter Press Service: http://www.ipsnoticias.net/2018/03/premiadas-con-el-nobel-condenan-inaccion-frente-al-genocidio-rohinya/
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