Consulta de autoidenticación indígena marca un hito en los censos peruanos. De sus resultados dependerán futuras políticas y programas focalizados en dicha población para próximos años. Experta en demografía Fabiana Del Popolo explicó importancia de esta pregunta en los censos.
Por Patricia Saavedra
Servindi, 18 de mayo, 2017.- Luego de diez años estamos a escasos cinco meses de una nueva aplicación de los Censos Nacionales 2017 que se realizarán el próximo mes de octubre. Se trata de 12° Censo de Población, el 7° de vivienda y el 3° de Comunidades Indígenas.
Sin embargo, estos censos traen algo nuevo, por primera vez se aplicará en el Perú una pregunta acerca de la autoidentificación étnica.
Y es que, pese a que en el Perú contamos con más de 50 pueblos indígenas —que a su vez mantienen vivas 47 lenguas originarias, además de usos, costumbres y territorios—, en lo que respecta a su visibilización para el Estado, esta pregunta es algo nuevo en el 2017.
El “Perú es el único país de América Latina que no aplica la autoidentificación indígena”. Ya lo había advertido Fabiana Del Popolo, experta en Demografía de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en el 2014, cuando visitó nuestro país.
Sin embargo, la discusión por la inclusión de esta pregunta, además de su proceso de formulación han pasado por un largo trayecto —años— de discusión y consensos con los propios representantes de los pueblos originarios y hoy es una realidad. Pero ¿será suficiente este logro?
Este paso podría significar la visibilización para el Estado de un sector de la población postergado históricamente y que contaría con políticas públicas, planes de desarrollo y políticas de inclusión direccionadas a partir de un mejor reflejo de su realidad.
“Perú es el único país de América Latina que no aplica la autoidentificación indígena”.
Tal como lo señala el propio Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se contará con información más precisa sobre aspectos como "la situación legal de las tierras y organización comunal, equipamiento y medios de transporte, programas sociales, educación, salud y medicina tradicional, prácticas ancestrales", entre otros varios.
No obstante, sin una adecuada y suficiente difusión sobre la pregunta de autoidentificación étnica se corre el riesgo de que el esfuerzo sea en vano, y peor aún, las reales cifras de la población originaria en el Perú podrían caer estadísticamente sin una correcta aplicación y comunicación de la misma.
Por ello, sobre la marcha, recordemos las recomendaciones que Fabiana Del Popolo —también responsable de los proyectos sobre Población Indígena y Afrodescendiente del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE-CEPAL)— dio durante su visita en el 2014.
El valor de los censos
Por aquel entonces la especialista llegaba a Lima cuando se discutía incluir una ficha censal que incorpore de forma adecuada al contexto social y cultural del Perú la pregunta o preguntas que registre la variable de autoreconocimiento o autodefinición indígena en el 2017.
Del Popolo alternó lo que sucede en el Perú con lo que ha venido ocurriendo en países como Costa Rica, México, Ecuador, Bolivia, entre otros. Ella dio cuenta de cómo los censos, si bien tienen como función principal servir como fuente primaria para fines de políticas públicas, también sirven para revelar la problemática de los pueblos indígenas en diversos países.
“Los censos han contribuido a hacer visible la especial afectación a pueblos indígenas en diversos países como, por ejemplo, los mapuches de la Araucanía”, sostuvo.
Respecto a los temas que abordan los censos, la experta de la CEPAL también destacó que es necesario analizar la encuesta en su conjunto ya que hay varios ítems donde podrían colocarse referencias a los pueblos indígenas como, por ejemplo, relacionar la ubicación geográfica con la territorialidad o espacio territorial indigena.
“Los censos han contribuido a hacer visible la especial afectación a pueblos indígenas en diversos países como, por ejemplo, los mapuches de la Araucanía”, sostuvo.
Recomendó sobre este punto, aprovechar la cartografía y los segmentos censales dentro de la encuesta para hacer visibles los territorios indigenas. Esto se hizo en Brasil y Costa Rica, indicó.
Del Popolo sostuvo también que los censos son una fuente importante que puede proporcionar datos sobre migración y hacer visible este fenómeno que afecta a los pueblos indigenas, como por ejemplo los desplazamientos o éxodos generados por actividades extractivas.
A toda esta información se pueden sumar las características de las personas que permitirán medir variables como acceso a la educación intercultural bilingüe, a la salud, los nacimientos indígenas, agregó.
De igual forma explicó cómo en Chile se incorporó en el segmento religioso el factor de espiritualidad indígena, que si bien en estricto no es una religión de por sí contribuyó a visibilizar un aspecto clave de la identidad originaria.
Del Popolo recalcó que si bien “el censo no responde todo, sí nos da una fotografía de cómo estamos” y debe incluir a todas y a todos.
Autoidentificación ahora
En América Latina existen más de 800 pueblos indígenas y esta realidad hace muy difícil el registrar la población total de cada uno de estos pueblos, explicó también la experta.
Sin embargo, esta diversidad no ha impedido que países como Costa Rica y México hayan conseguido elevar el registro de su población indígena en porcentajes altamente significativos.
Para el caso de México, la cantidad de indígenas se elevó de 6 millones en el 2000 a 17 millones en el 2010. Y este factor no se debe a una super elevada tasa de natalidad.
La razón ha sido la inclusión de la variable de autoidentificación en los censos materializado en una pregunta bien formulada.
“No se puede aceptar que se debatan los asuntos técnicos solo entre académicos, sin los indígenas”.
Además, precisó existieron factores favorables de contexto y también destacó el esfuerzo extraordinario y la ambiciosa campaña implementada por el Estado mexicano y el Consejo de Desarrollo Indígena (CDI) en su oportunidad.
Sin embargo, con respecto al Perú —recordemos, en el 2014—, nunca ocurrió así. Del Popolo afirmó en dicha oportunidad que este país era el único que no había incluido en ninguna oportunidad la autoidentificación en un censo a pesar que ésta se había incrementado en toda la región. Únicamente se había manejado con distintos criterios el factor lingüístico.
la autoidentificación enfrenta un contexto de discriminación, racismo y marginación por lo que sería conveniente que las organizaciones indígenas se involucren en todos los procesos del censo y cuidar que los censores y supervisores en zonas de población indígena también sean indigenas a fin que efectúen el registro con propiedad
Así, advirtió que la autoidentificación enfrenta un contexto de discriminación, racismo y marginación por lo que sería conveniente que las organizaciones indígenas se involucren en todos los procesos del censo y cuidar que los censores y supervisores en zonas de población indígena también sean indigenas a fin que efectúen el registro con propiedad.
En aquel momento también surgieron las observaciones hechas por los representantes indígenas hacia los criterios del Comité Técnico Interinstitucional de Estadistica y Etnicidad (CTIEE) del (INEI), por lo que Del Popolo observó que “no se puede aceptar que se debatan los asuntos técnicos solo entre académicos, sin los indígenas”.
Añadir nuevo comentario