Piden asfaltado de su carretera y respecto al medio ambiente.
Por Wilman Caichihua Robles
30 de noviembre, 2016.- Los días 28 y 29 de noviembre pasado, miles de antabambinos y pobladores de los distritos de Aymaraes de la cuenca del rio Antabamba, acataron un paro preventivo de 48 horas.
El petitorio central es el asfaltado de la carretera Santa Rosa – Antabamba que se encuentra en total abandono y deterioro.
Víctor López Vera, presidente del Frente de Defensa de los Intereses y Desarrollo de Antabamba, dijo que el asfaltado de la carretera es un reclamo histórico de más de 50 años.
Cuestionó que los candidatos en campaña electoral utilizaron dicha demanda como caballito de batalla con múltiples y falsas promesas y que hoy exigen atender.
Otros petitorios
Además de la ampliación y asfaltado de su carretera y su posterior conexión con Arequipa, piden a las autoridades nacionales y regionales que se implemente un plan de protección ambiental en la cuenca del río Antabamba.
Denuncian que la riqueza ictiológica e hídrica poco a poco se está viendo afectada por la progresiva contaminación de la cuenca.
Además, piden que se declare en emergencia el agro por la fuerte sequía que están soportando, entre otros reclamos.
Bloqueo de vía
Cientos de vehículos, sobre todo de transporte interprovincial y de carga pesada, se quedaron varados a pocos kilómetros de la localidad de Santa Rosa, en la vía nacional Abancay – Lima.
Los manifestantes desde muy temprano del lunes 28 de noviembre bloquearon dicha vía con piedras, troncos, ramas de árboles y quemado de llantas.
Entre tanto, llegaban cientos de manifestantes de diferentes comunidades y distritos, arengando y cantando los tradicionales cánticos de la Waylía.
Mientras que algunos se ubicaron en medio de la pista asfáltica y otros se aprestaban a preparar los alimentos para alimentar a los miles de pobladores que siguieron llegando durante el día.
Presencia de policías
Alrededor de 200 policías se hicieron presente en el lugar de conflicto lo que generó por un momento una tensa calma y también desesperación sobre todo de los pasajeros que en medio de los efectivos y los protestantes pugnaban por pasar.
Sin embargo, los dirigentes decidieron no dar pase a los carros, manifestando que esto era una protesta pacífica.
Ante esta situación la policía sólo atinó en replegarse en actitud comprensiva y sólo guardaron el orden necesario.
Ante éste hecho y la inamovilidad de las empresas de transportes, los pasajeros optaron en desplazarse a pie bajo el intenso calor para llegar a su destino.
Segundo día
Los piquetes que se apostaron en la pista, en las laderas y los cerros aledaños, mantuvieron el bloqueo toda la noche y durante todo el martes 29 de noviembre.
Los dirigentes y manifestantes pedían la presencia de las autoridades, la cual no se produjo hasta el cierre de esta nota.
En el segundo día de bloqueo los pobladores de Antabamba y Aymaraes en sus intervenciones argumentaban que no existe minería en el mundo que no contamine y que los pueblos deberían tener el derecho a la libre determinación.
En tal sentido debería debatirse el derecho de tener o no minería, por lo que era necesario la renegociación con las empresas mineras para que haya respeto irrestricto a la vida y al medio ambiente.
Finalmente, los dirigentes y las autoridades de los diversos distritos y las dos provincias, pidieron que se instale una mesa de diálogo para que sus demandas sean atendidas.
También una exigencia especial hacia los congresistas apurimeños para que se identifiquen de verdad con los intereses del pueblo.
Uno de los manifestantes dijo: “Ahora, a los antabambinos ya no nos dirán que sólo servimos para cantar y bailar nuestra Waylía. Ahora nos dirán que tenemos dignidad y que sabemos reclamar nuestros justos derechos”,
Y es verdad lo que dice éste poblador, porque no puede ser que esta provincia apurimeña sea la más excluida y abandonada.
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* Wilman Caichihua Robles, es docente y especialista en EIB.
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