Flamante funcionario deberá afrontar el reto de fortalecer la institucionalidad de su sector, la cual se ha visto debilitada al intentar defender los derechos de los pueblos indígenas.
Por Patricia Saavedra
Servindi, 24 de agosto, 2016.- Tras formalizarse la renuncia de la última viceministra de Interculturalidad, Patricia Balbuena, asume dichas funciones Alfredo Luna Briceño, funcionario con un recorrido previo en la administración pública, incluso en el mismo Ministerio de Cultura.
¿Quién es Alfredo Luna?
Se sabe que es ingeniero civil de profesión con diversos estudios posteriores en gestión y dirección de empresas inmobiliarias y ciencias administrativas, según señala en su cuenta de LinkedIn al 24 de agosto de 2016.
De acuerdo a su trayectoria —señalada en la misma red social— es asesor del Vicerrectorado Administrativo de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), fue director administrativo de CENTRUM Católica y gerente del Centro Cultural de esta misma casa de estudios.
Se desempeña también en la docencia para las universidades privadas Ricardo Palma y San Martín de Porres como también para la PUCP, dictando clases en torno a temas relacionados a museología, gestión cultural, patrimonio y turismo.
Entre sus cargos públicos destaca su desempeño como director general de la Oficina de Administración del Ministerio de Cultura y haberse desempeñado como Secretario General del mismo portafolio.
No obstante, la pregunta anterior necesita contestarse con otra: ¿Tiene Alfredo Luna el perfil idóneo para cubrir las expectativas conforme a los retos del cargo?
Viceministro Alfredo Luna reunido con la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP). Imagen: ONAMIAP
Si bien el flamante funcionario visitó este 22 de agosto a la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), entendemos este acto como un gesto positivo y un primer acercamiento a lo que le aguarda por resolver en cuanto al tema indígena.
Sin embargo, en medio de lo que parece revelar buenas intenciones, nos preguntamos si asumirá con firmeza y convicción su mandato de velar por el respeto de los derecho de las comunidades y pueblos indígenas del país, amparados por tratados internacionales asumidos por el Estado peruano.
Las decisiones y acciones que tome su sector podrán resistir las presiones surgidas desde el sector privado así como de diversos sectores del propio Estado en cuanto temas sensibles como la aplicación de la consulta previa o la protección de los pueblos indígenas en situación de aislamiento y contacto inicial (PIACI).
Debemos recordar que ya tuvimos situaciones como la que dejó en el 2013 el exviceministro Iván Lanegra, quien tras confirmar su renuncia, manifestó a través de sus redes que continuará “apoyando el trabajo a favor de los pueblos indígenas, de la población afrodescendiente, de la erradicación de la discriminación racial y del respeto a nuestra diversidad cultural”, no sin antes precisar que lo hará “con la ventaja que da la distancia”.
Ello, tras comentarse sobre fuertes discrepancias en torno a la consulta previa con el Ministerio de Energía y Minas, como lo dieron a entender diversos medios, situación que se infiere del propio anuncio de Lanegra.
El suyo es un caso particular, pero otras gestiones habrían atravesado por presiones similares como el exviceministro de Interculturalidad Paulo Vilca Arpasi quién también habría lidiado con dichas presiones al no dar su aprobación para un proyecto extractivo.
Sin duda, el resultado de estos vaivenes mella en el fortalecimiento del viceministerio de Interculturalidad para decidir con autonomía y operar plenamente en las materias que le competen.
No sabemos —tampoco queremos suponer— cómo responderá Alfredo Luna frente a estos escenarios que le aguardan. La respuesta final nos la dará él mismo. Estaremos atentos.
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