Por Jonathan Hurtado
Servindi, 17 de mayo, 2016.- "De un cuento o de una historia pueden salir más de cinco cuadros", dice Darwin Rodríguez Torres, joven pintor bora de 25 años, que llegó a Lima para exponer su obra junto a la de su hermano Elmer, también pintor y que es un año mayor que él, en la muestra Dos hijos del Pueblo Bora, abierta al público hasta el 27 de junio en la sede del Ministerio de Cultura.
Ambos empezaron a pintar de forma autodidacta cuando apenas cursaban la educación primaria. Se despertaba entonces la vocación por plasmar en cada pieza la cosmovisión y tradición de su pueblo. Para lograrlo conversaron mucho con los adultos y ancianos de Brillo Nuevo, su comunidad, ubicada en el bajo Amazonas, en el distrito de Pebas, región Loreto, cerca de la frontera con Brasil.
Esa riqueza cultural acumulada encontró tierra fértil en la imaginación de ambos, que ya ven como propia la batalla contra el olvido de sus propias costumbres y tradiciones. Se trata de una riqueza cultural amplia —cuentan—, por eso un solo relato puede servir para recrear varias escenas.
Hablan de su pueblo con orgullo y cada vez que se les presenta la oportunidad invitan a la gente a conocer su tierra, ubicada a orillas del río Yahuasyacu.
Darwin y Elmer dividen su tiempo. El primero ingresó a la universidad para ser odontólogo, aunque dice que ahora está más dedicado a la pintura. Elmer en cambio estudia educación, carrera que piensa terminar y que dice le servirá de mucho para inculcar el arte en los más pequeños.
Pintores de la trayectoria de Christian Bendayán han reconocido su obra. En el trabajo de Elmer y Darwin "hay un amor, una fascinación palpable por compartir los conocimientos de su pueblo", reconoce Bendayán. Destaca así mismo la particularidad de sus cuadros que incluyen una gran cantidad de elementos y personajes de la tradición bora en un mismo plano.
Entre los personajes están las hijas de la coca, la madre del tabaco y la madre de la cocha.
Elmer y Darwin transitan de este modo el camino descubierto por pintores como Víctor Churay (1972-2002) y Brus Rubio (1983), ambos también del pueblo indígena Bora y con una amplia y destacada producción a cuestas.
Servindi conversó con Elmer y Darwin el fin de semana. El encuentro tuvo lugar al concluir el conversatorio Identidad y memoria oral en la pintura indígena amazónica, que se realizó en el Ministerio de Cultura.
El conversatorio sobre pintura indígena amazónica se desarrolló el sábado 14 de mayo. Un día antes se inauguró la muestra Dos hijos del Pueblo Bora.
- ¿Desde qué edad pintan y cómo surge su interés en el arte?
Elmer Rodríguez: He pintado desde que estaba estudiando la primaria, pero agarré más ánimo cuando gané un premio de arte en 2012. Esto me sirvió más para difundir los problemas sobre las tradiciones de mi pueblo.
Darwin Rodríguez: Inicié en el arte cuando tenía 11 o 12 años. Me gustaba y empecé a trabajar con lápiz carboncillo cuando estaba en el colegio. Ya cuando fui creciendo se me abrieron otras puertas para usar los colores naturales que tenía a la mano. Porque conseguir los colores artificiales era muy difícil por la economía. Usé la llanchama que es la corteza del árbol. Y así conocí a una amiga que llegó a mi pueblo que era gerente de un instituto grande en Iquitos y ella me habló de arte, le interesó bastante mi trabajo y un día me dijo para venir a Iquitos. Entonces vine, me presentó a unos amigos y vi la realidad de otros artistas más, tanto de la escuela o que también son autodidactas como yo y ya me entró otra idea, de mejorar y llegar un día a exhibir.
- ¿De dónde obtienen los colores?
DR: Para conseguir los colores uno tiene que meterse al bosque a buscar semillas, cortezas, frutos; y todo eso tiene que seguir un proceso que termina plasmado en el lienzo.
ER: Usamos la misma técnica, la pintura natural. Yo por el momento sigo usando llanchama, no uso tela todavía.
- En sus pinturas convergen varios elementos como rostros, plantas y animales ¿Cómo así surgen?
ER: La mayor parte sacamos de historias, cuentos y lo que es la realidad del mundo bora, su visión, y sobre las plantas. Porque según la cultura bora todas las cosas que existen en el mundo tienen sus madres, todas, y sobre eso nos basamos, nos imaginamos cómo puedo plasmar y trasmitir lo que es cómo tiene una planta a una madre, lo que es la naturaleza.
DR: En mi caso, primero puede ser de mi pensamiento, o de una consulta con una persona mayor o con mis padres. Y bueno, yo conozco bastantes historias que no tienen fin para poder plasmarlo. De un cuento o de una historia pueden salir más de cinco cuadros porque es una historia muy larga.
Elmer Rodríguez junto a su cuadro ‘La naturaleza Bora’, acrílico sobre llanchama.
- ¿Cómo hacen para dividir su tiempo entre los estudios universitarios y la pintura?
DR: Nosotros tenemos que ser fuertes para dedicarnos tanto al estudio como al arte. Y bueno, a veces pintamos en la noche, o en la mañana dos horas, tres horas y así... y luego al estudio.
ER: A veces pinto en las noches, porque todo el día tengo clases, hasta las 2 de la madrugada a veces me pongo a pintar.
- ¿Piensan dedicarse de lleno a la pintura?
DR: Por ahora yo me he salido del estudio por motivos económicos, ahora estoy dedicándome más al arte, me interesa más. Quizás con el tiempo pueda volver a mi carrera a estudiar, cuando haya posibilidades.
ER: Mi sueño era venir a Lima, a compartir y luego volver. Ahora voy a trabajar con niños y por ese medio voy a formar artistas para el futuro.
- Darwin, en tu intervención invitaste al público a conocer tu tierra, ¿qué es lo que más te gusta de ahí?
DR: Para nosotros la selva es nuestro supermercado, nuestra farmacia, y lo es todo. Es donde conservamos nuestros animales, flora y fauna. Tenemos nuestras quebrada, tenemos lugares muy hermosos, conoces a las aves, animales, los peces.
Darwin Rodríguez se encuentra aún en Lima con el objetivo de encontrar nuevas oportunidades con el arte.
- Es sabido que en muchas comunidades de la selva se están perdiendo las costumbres y tradiciones, ¿sienten que esto puede estar pasando con su pueblo?
DR: La juventud de cada año es muy diferente. Los jóvenes que están estudiando su secundaria prefieren terminar sus estudios y salir de la comunidad y no regresar. Por motivos que a veces no hay posibilidades de cómo vivir o porque ellos ven que las cosas se van modernizando, se van a la ciudad y no se acuerdan del pueblo. Creo que eso no debe ser. Si nosotros hemos nacido en un lugar debemos regresar otra vez a compartir con los abuelos.
ER: Sí pasa. Porque en una parte es lo económico. Terminan su quinto año y a veces sus padres no tienen la facilidad de hacer estudiar a sus hijos. Y ya como personas maduros ellos ya buscan su vida como encontrar algo para poder mantenerse ya solos. Eso es lo que sufren la mayor parte de los pueblos nativos, o porque a veces no hay trabajo, no encuentran un poco para sobrevivir. Y salen a la ciudad, y también ven lo que es el mundo actual. Ellos quieren ver, experimentar, yo también comprendo mucho eso.
- ¿Qué planes tienen ahora aquí en Lima?
ER: Yo ya vuelvo a mi comunidad pero espero volver pronto.
DR: Yo me quedó hasta el 30 de este mes, para ver otras oportunidades con la pintura. Tal vez vender algunos cuadros para poder sobrevivir porque en Lima son muy complicadas las cosas, por lo que veo. Luego regresaré a mi pueblo y trabajaré más en el arte. Tengo mi taller y bueno esperamos regresar otra vez a exhibir.
Datos:
- La muestra consta de catorce cuadros que han sido elaborados con tintes naturales y pinturas acrílicas.
- La exhibición es posible gracias al trabajo del Ministerio de Cultura, oficinas de Lima y Loreto, y el Instituto del Bien Común (IBC).
- El Ministerio de Cultura se ubica en el cruce de las avenidas Javier Prado con Aviación, en el distrito de San Borja, a la altura del paradero La Cultura del tren eléctrico. El ingreso a la muestra es libre.
Comentarios
Es una gran noticia esta de
Es una gran noticia esta de los nuevos artistas de la cultura Bora, son cosas esporádicos, pero ahí van, hace unos años había sabido de otros pintores, de una modelo Nukak, pero lo mas importante es que los entes oficiales les den una Beca para que terminen su ciclo profesional, para que vuelvan a su pueblo a enseñar sus logros y a preparar nuevos artistas.
Jóvenes talentosos indígenas
Jóvenes talentosos indígenas en un exposición del arte propio de su cultura, que abre al mundo el que se aprecie la belleza de su arte, con el talento desbordante y la calidad propia del don que desarrollan. Bendiciones y Felicitaciones a ambos, gracias por hacer publico sus artes y talento. dra. bertha de peru
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