Por Jean Chicana
Servindi, 20 de agosto, 2015.- El cine de temática indígena despertó el interés del público de la decimonovena edición del Festival de Cine de Lima que acudió a ver El abrazo de la serpiente, película que se alzó con el premio a la Mejor película, el pasado 15 de agosto.
El largometraje del cineasta colombiano Ciro Alfonso Guerra superó a reconocidas cintas como la peruana "Magallanes", de Salvador Del Solar, la guatemalteca "Ixcanul", de Jayro Bustamante, y la mexicana "600 millas", de Gabriel Ripstein.
El jurado estuvo compuesto por la actriz colombiana Angie Cepeda, el actor argentino Gastón Pauls, el productor español Antonio Saura, el director mexicano Diego Quemada Diez y el cineasta peruano Javier Fuentes-León.
El cine de Guerra
El trabajo audiovisual de Guerra, nacido en Río de Oro, departamento de Cesar, ha sido valorado en festivales de Europa y otros de Latinoamérica. Por ello, la prensa especializada conserva referencias positivas de su filmografía.
El público atento reconoce en su trabajo el uso de planos abiertos que sugieren una mirada curiosa o en suspenso, además del empleo de fundidos precisos entre escenas. Ambos recursos suman al momento de contar una historia.
Asimismo, la dirección de fotografía, ya sea en blanco y negro, como en La sombra del caminante (2004), o a colores, como en Los viajes del viento (2009), cumple el objetivo de introducirnos en la atmósfera de los personajes y las situaciones que viven.
El abrazo de la serpiente
El brillo de las primeras películas de Guerra se aprecia igualmente en el El abrazo de la serpiente (2015), cinta que atrapa al público desde su propuesta de guión, inspirado en los diarios del etnólogo alemán Theodor Koch-Grünberg (1872-1924), y del biólogo americano Richard Evans Schultes (1915-2001).
El primero se hizo conocido por haber realizado importantes estudios sobre los pueblos indígenas amazónicos de Sudamérica, varios de ellos ya extintos; mientras que el segundo hizo lo propio al investigar sobre las propiedades farmacológicas de las plantas de la Amazonía.
No obstante, la película centra su foco en Karamakate, chaman amazónico y último miembro de la desaparecida tribu Cohiuano, que entiende y respeta los conocimientos que sus ancestros obtuvieron de la naturaleza, y que vive aislado como un ermitaño, desconfiado de los forasteros.
El recelo de Karamakate es producto de haber sido testigo del daño que el "hombre blanco" ha causado a la selva como el mesianismo de los grupos religiosos y la búsqueda salvaje del caucho, que tuvo sometidos a los pueblos nativos durante décadas.
La forma cómo Guerra presenta estos problemas es una nueva propuesta de cine que refleja la visión indígena en torno a la historia de la Amazonía.
Teniendo claro esto, el contacto que tiene Karamakate con los dos estudiosos -Theodor y Evan-, según el guión de la película, resulta especialmente significativo. Ambos, con una distancia de 40 años entre un encuentro y otro, le piden al protagonista ayuda para encontrar una milagrosa planta casi extinta llamada Yakruna, que creen curará sus males.
Foto: Facebook de El abrazo de la serpiente
El director colombiano nos envuelve así en un viaje por los caudalosos ríos de la Amazonía, usando todo el tiempo imágenes en blanco y negro, que además de generar un clima de misterio, intentan ser una proyección de las fotografías sin color que los científicos registraron en sus expediciones hace varias décadas.
La película adquiere de este modo notorio realismo; se suman también los planos generales, la música y las destacadas actuaciones de Jan Bijvoet como Theodor, Brionne Davis como Evans, Antonio Bolívar como Karamakate de mayor, Nilbio Torres como Karamakate de joven, y Yauenkü Migue como Manduca, ayudante de Theodor.
Los tres últimos son actores originarios de las comunidades Witoto, Cubeo y Ticuna, respectivamente. El casting de la película es otro de los puntos resaltantes de la producción, a cargo de Ciudad Lunar, que prefirió trabajar con comunidades indígenas para reflejar mayor autenticidad en el relato.
Además, el nivel de realismo que alcanza el largometraje se consigue gracias a que la mayoría de los diálogos se dan en idiomas nativos como el cubeo, wanano, tikuna y witoto.
Reconocimientos
La cinta se rodó en el departamento amazónico de Vaupés y para ello se necesitó alrededor de siete semanas. La producción estuvo a cargo de Cristina Gallego.
El abrazo de la serpiente fue distinguida con el premio Art Cinema a Mejor Película por la Quincena de Realizadores, del Festival Internacional de Cine de Cannes 2015.
Asimismo, fue galardonada con el premio Golden Apricot en el Festival de Cine de Yerevan, en Armenia, y ha recibido la aprobación de la crítica no solo local sino también internacional. Medios internacionales como The Hollywood Reporter, Screen International y Variety se han pronunciado a su favor.
Ahora, como ganadora del premio a Mejor Película del Festival de Cine de Lima, en la categoría de ficción, se prepara para competir en el Festival de San Sebastián, el próximo mes de setiembre.
Esta cinta apoyada en hechos que realmente ocurrieron, como los episodios del caucho, logra que los espectadores reflexionemos acerca de qué hemos hecho por defender la naturaleza y los conocimientos obtenidos de nuestros ancestros.
Más aún concluye con una pregunta que casi es planteada directamente: ¿A dónde irá a parar la Amazonía si no detenemos pronto las nuevas formas de colonialismo?
Añadir nuevo comentario