"Los pueblos en aislamiento están al borde de la extinción sin que podamos evitarlo"

- Organizaciones indígenas amazónicas presentaron la propuesta de Corredor Territorial de Pueblos en Aislamiento y Contacto Inicial a fin que las autoridades de Perú y Brasil lo reconozcan y establezcan un mecanismo con capacidad de tomar decisiones y manejar recursos para formular y ejecutar estrategias de protección integral, con enfoque transfronterizo.

Servindi, 7 de mayo, 2015.- A pesar de su decisión de mantenerse en aislamiento de la sociedad envolvente y refugiarse en los lugares más recónditos de los bosques amazónicos un conjunto de presiones externas los están llevando al borde de la extinción.

Se trata de más de dos mil personas que integran diversos pueblos en aislamiento y contacto inicial que ven cotidianamente vulnerados sus derechos humanos sin que el Estado peruano pueda salvaguardar sus derechos esenciales a la vida y la libertad.

No se trata solo de la devoradora e incontrolable tala ilegal que penetra el bosque en busca de especies de alto valor maderable, de la minería ilegal o de la incursión del narcotráfico que los asesina sin piedad.

También de fanáticas sectas y grupos religiosos que se han propuesto catequizarlos a cualquier costo o de vesánicos cazadores de fortunas que exploran zonas inhóspitas en busca del Dorado y turistas que de forma irresponsable toman contacto forzado a pesar del riesgo de exponerlos al contagio de enfermedades.

Pero quizas la más grande amenaza y violación a su derecho al aislamiento y libre determinación son las decisiones de Estado que concesiona amplios lotes para explorar y explotar hidrocarburos o decide construir carreteras sobre áreas esenciales para el desplazamiento de estos pueblos en aislamiento.

Existen seis lotes petroleros que son una amenaza a su situación. Uno en explotación (lote 88), otro en exploración (lote 76), tres próximos a ser licitados (157, 187 y 169) y uno en “stand by” que es el Fitzcarrald.

El problema se agrava por la presencia de mineros ilegales, narcotraficantes y madereros ilegales en la zona. Hay 43 concesiones forestales dentro del corredor y el SERNANP no aplica criterios sociales, limitándose a lo ambiental.

El Estado se muestra incapaz de comprender y atender la situación de los pueblos en aislamiento y la Dirección General de Derechos de los Pueblos Indígenas sugiere evaluar medidas de diálogo con los mashco piro, lo que ha sido calificado de "peligroso" por Aidesep.

Esto a raíz de que el 1 de mayo uno de los grupos Mahsco Piro dio muerte de una flecha a un joven de la comunidad de Shipetiari, en Madre de Dios.

Como lo explicó Beatríz Huertas, este tipo de conductas se entienden cuando se analizan una serie de factores como las presiones a las que se ven sometidos estos pueblos que los ha compelido a modificar sus rutas de desplazamiento, agravando su situación de subsistencia.

"Estas presiones los empujan a adoptar conductas ambivalentes como acercarse a comunidades a tomar o pedir productos metálicos (hachas, cuchillos, ollas, etc.) y otros como sogas; y los lleva en algunos casos incluso a la agresión cuando no los reciben" agregó la especialista.

Los pueblos más vulnerables del mundo

“Los pueblos en aislamiento se encuentran entre los pueblos más sensibles del planeta: Hay altos índices de mortalidad entre ellos por la vulnerabilidad inmunológica que presentan, varios de estos pueblos se encuentran en extinción. Dependen directamente de los recursos naturales y si hay impactos ambientales estos afectan directamente su salud” manifestó Beatriz Huertas.

"Los pueblos en aislamiento están viviendo una situación terrible cotidianamente, vulnerados sistemáticamente en sus derechos, están en peligro de extinción y sujetos a matanzas y asesinatos desde hace muchos años, sin que nadie vele por su situación" alertó Huertas.

Ante una pregunta sobre la muerte de niños nanti en el Alto Camisea a consecuencia de epidemias los dirigentes y técnicos de Aidesep se ratificaron en que son numerosos los muertos que se registran entre los indígenas Nanti, sin que muchas de estas muertes se registren o se reconozcan de manera oficial.

A su turno, Henderson Rengifo Hualinga, presidente de Aidesep, manifestó que los pueblos en aislamiento y contacto inicial vienen siendo despojados de sus territorios y queremos darles protección, por lo que pedimos al Estado peruano que reconozca estos territorios.

“Creemos que estos pueblos han sido invisibilizados. Ellos son seres humanos que merecen la atención del Estado mediante políticas que respondan a su protección, necesitamos tener condiciones adecuadas para nuestros hermanos aislados” enfatizó el líder del pueblo Cocama, Jamner Manihuari, vicepresidente de Aidesep.

Una propuesta de atención integral

Luego de una comprensión profunda de los diversos problemas que aquejan a los pueblos en aislamiento y en contacto inicial la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) ha elaborado un contundente alegato a favor de su protección.

Se trata de la publicación que propone el reconocimiento de un Corredor Territorial y que ha sido elaborado por seis organizaciones indígenas amazónicas afiliadas a la Aidesep, y cuyo diagnóstico y fundamento antropológico elaboró la antropóloga Beatriz Huertas Castillo.

El Corredor Territorial comprende un mosaico de áreas con distintas categorías legales: reservas territoriales, tierras indígenas, comunidades nativas, áreas naturales protegidas, unidades de conservación, concesiones forestales y una concesión de conservación.

En total suman 8 millones 890,000 hectáreas localizada en la amazonía peruana-brasilera, entre los departamentos de Ucayali, Madre de Dios y Cusco en Perú y el Estado de Acre en Brasil. Comprende catorce distritos peruanos y ocho municipios de Brasil.

“Es el territorio ancestral de una diversidad de pueblos en situación de aislamiento que decidieron distanciarse de la sociedad externa a ellos buscando seguridad y autonomía” comentó la especialista en el tema Beatriz Huertas.

Entre los objetivos se encuentra hacer visible la existencia de este gran espacio territorial habitados de manera continua por pueblos en aislamiento y contacto inicial; y lograr el reconocimiento y afirmación de sus derechos fundamentales.

Asimismo contribuir a la protección de su integridad física, territorial y sociocultural a partir de un proceso participativo que articule a los sectores públicos y organizaciones de la sociedad civil involucrados, tanto en Perú como en Brasil, buscando lograr así una protección integral del Corredor.