Eleodoro Mayorga, ministro de Energía y Minas de Perú, clausurando el 11° Simposio Internacional del Oro y la Plata.
- Empresarios sienten que es el momento preciso para traerse abajo o por lo menos limitar a las instituciones y las normas que les incomodan, advierte el autor.
Por José De Echave*
2 de junio, 2014.- Entre el 20 y 22 de mayo, se realizó en la ciudad de Lima el 11° Simposio Internacional del Oro y la Plata. El evento que congregó a representantes de las empresas mineras, varios ministros y ex ministros cercanos al sector empresarial minero, sirvió de escenario para que los principales voceros de la Sociedad Nacional de Minería, expresen sus principales demandas y hagan incidencia frente a las autoridades gubernamentales.
Fue un diálogo totalmente monocorde. No hubo en toda la programación ningún expositor que presente por lo menos alguna visión distinta o alternativa al pensamiento único de los empresarios mineros.
El punto central de las críticas empresariales ha sido la famosa “permisología”. Argumento que repiten todos los empresarios cada vez que pueden y que lamentablemente comienzan a repetir algunos ministros y funcionarios del actual gabinete. El objetivo es traerse abajo las precarias normas ambientales y sociales existentes y la incipiente institucionalidad vinculada a estos temas.
Según el ex presidente de la CONFIEP y empresario minero, Ricardo Briceño, la “permisología” se expresa en más de 180 normas vinculadas a la minería, que se entrecruzan y crean confusión y desalientan supuestamente a los inversionistas. Los blancos han sido bien identificados: son el Ministerio del Ambiente y varios de sus organismos adscritos como la Organización de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), el recientemente creado Sistema Nacional de Certificación Ambiental (SENACE), el Vice Ministerio de Interculturalidad y la consulta previa; el proceso de descentralización y varios otros organismos e instancias.
Hay que traerse abajo toda esa maraña: “la normatividad minera es hoy un plato de espagueti”; así la ha definido el propio Briceño. La impresión que queda de estos mensajes es que los empresarios sienten que ha llegado el momento de lanzar una ofensiva; se sienten fuertes y ahora es el momento preciso de pulsear nuevamente al gobierno para traerse abajo o por lo menos limitar a las instituciones y las normas que les incomoda: si no se puede desaparecer toda esa institucionalidad, por lo menos hay que maniatarla y que queden simplemente para guardar las apariencias.
Lo que queda claro del Simposio es que ahora, ése es el objetivo. “La permisología ha desplazado a la conflictividad social como el problema más acuciante para la minería”, concluía un diario local como uno de los balances principales del simposio. Cierto o no, la campaña empresarial continuará y habrá que ver cuánto más cede el gobierno.
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*José De Echave, economista y experto en temas mineros, ex viceministro de Gestión Ambiental del Perú y miembro de la ONG CooperAcción.
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Fuente: CooperAcción: http://www.cooperaccion.org.pe/opina/43-cooperaccion-opina/2138-los-preocupantes-mensajes-del-ultimo-simposio-minero.
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