Servindi, 11 de noviembre, 2013.- Mientras la naturaleza responde con furia los retos crecen frente a la Cumbre Climática mundial que se inicia el lunes 11 de noviembre en Varsovia, Polonia, a pocos días que el tifón Haiyan produjo la muerte de más de 10 mil personas tras cruzar la región central de Filipinas, un país del Sudeste Asiático.
El tifón de nombre Haiyan -o Yolanda en español- prácticamente arrasó la mañana del viernes 8 con un poder extraordinario el archipiélago de Filipinas, compuesto por más de siete mil islas, ubicadas en el Océano Pacífico.
El fuerte viento, con rachas de más de 300 kilómetros por hora, destruyó todo a su paso, en especial en la provincia de Leyte, donde las autoridades calculan que la cifra de muertos seguirá creciendo y se calcula más de un millón de damnificados.
Además de las muertes provocadas por la caída de objetos, una repentina subida de la marea y el fuerte oleaje, similar a un tsunami, parece haber sido la causa de la mayoría de decesos.
Foto aérea muestra daños en la Isla Bantayan, Filipinas el 9 de noviembre de 2013. (Facebook/Sarah Lynn)
Cumbre de Varsovia
El presidente de la pasada reunión de alto nivel (COP18), Abdullah Bin Hamad, presidente de la cumbre anterior inauguró hoy la cumbre con un mensaje de solidaridad para el pueblo filipino.
Durante dos semanas la comunidad internacional reunida en la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP19) buscará acercar posiciones para un acuerdo global en 2015 que permita reducir las emisiones contaminantes luego que venciera el Protocolo de Kioto en 2012.
Sin embargo, se trata de una tarea difícil, considerando que existen países opositores a un acuerdo, incluyendo al país anfitrión Polonia, que tiene una matriz energética basada en el carbón.
Durante la sesión de inicio Yeb Sanõ, comisionada filipina para el Clima, hizo un emotivo llamamiento a los países industrializados para que se comprometan a financiar medidas contra el cambio climático y apoyar a los damnificados por los desastres naturales.
"Filipinas es el segundo país más vulnerable por el cambio climático con 22 tifones anuales de media, algo insostenible que genera constantes daños imposibles de sufragar", señaló Sanõ, quien pidió "justicia climatológica" para su país.
La COP18 celebrada en Doha concluyó con una resolución para alargar el periodo de compromiso del Protocolo de Kioto hasta 2020, pero algunos de los países más contaminantes del planeta como EEUU, China, Rusia, Japón o Canadá no se sumaron.
Los observadores no aventuran si los estados participantes podrán alcanzar acuerdos mínimos sobre la reducción de emisiones, mientras los grupos ecologistas y las organizaciones ni gubernamentales exigen compromisos más ambiciosos no sólo después de 2020 sino antes.
La situación es grave si se considera que el quinto informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático confirmó en octubre que el cambio climático tiene un origen humano.
El documento sustenta que sus impactos sobre las temperaturas, el nivel del mar y los ecosistemas son cada vez más preocupantes como lo demuestra el último tifón en Filipinas.
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