-Piden al gobierno dejar de operar como gerente de ventas de Monsanto.
Servindi, 7 de junio, 2013.- La Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) en México, país que se constituye como el mayor importador de trigo de Estados Unidos, exigió al presidente Enrique Peña Nieto negar definitivamente los permisos de siembra comercial de maíz transgénico de Monsanto.
Esto luego de conocerse la decisión de Japón de anunciar la cancelación de las compras a futuro del trigo blanco y el de ración, al hacerse público el hallazgo de trigo transgénico en una hacienda del estado de Oregón en Estados Unidos.
La Unión Europea anunció por su parte la intensificación de sus verificaciones.
La noticia caló fuerte en el mundo agrícola ya que el cultivo de trigo transgénico con fines comerciales no está permitido en ninguna parte del mundo.
Luego de las respectivas pericias se supo que el trigo no autorizado resultó ser una cepa desarrollada hace más de una década por Monsanto y abandonada ante la oposición mundial al trigo transgénico. Las pruebas finales en terreno de dicha variedad habían concluido en 2005.
El descubrimiento hecho por el dueño de la hacienda que dio cuenta de la variedad de trigo por ser resistente a poderosos pesticidas ha sido considerado por el amplio sector que se opone a los transgénicos como una evidencia más de que este tipo de cultivos no se puede controlar.
Conocido el hallazgo, la ANEC, a través de un comunicado, exigió al mandatario Enrique Peña Nieto y a las secretarias que forman parte de la Comisión de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados –Sagarpa, Semarnat y Salud– negar definitivamente los permisos de siembra comercial de maíz transgénico.
Como es conocido, el régimen anterior autorizó cultivos a cielo abierto de maíz transgénico en fase experimental y piloto. Monsanto fue uno de los beneficiados con estos permisos precisamente con un millón de hectáreas en Sinaloa y Tamaulipas, en el norte del país.
Al parecer aquellos permisos cedidos en el 2012 caducaron este año. Sin embargo, Monsanto no dejó pasar la oportunidad de solicitar nuevas autorizaciones, esta vez en los estados norteños de Chihuahua, Coahuila y Durango.
La ANEC se pregunta por qué en México el gobierno federal bajo la presión y el chantaje de Monsanto busca imponer la siembra y consumo de maíz transgénico, siendo que el maíz es el principal alimento.
“Somos centro de origen y diversificación y es el cultivo principal de millones de productores y sus familias”, explica en el comunicado.
Por todo ello, piden, en cambio, se anuncie y ponga en marcha un Programa Nacional para la Autosuficiencia Maicera con base en maíces nativos e híbridos convencionales y una estratégica integral de inversión, investigación aplicada, financiamiento, asistencia técnica y transferencia tecnológica.
Asimismo, solicita la organización local de productores, precios remunerativos, certidumbre en la comercialización, administración del comercio exterior del maíz, compras gubernamentales para pequeños y medianos productores, reserva pública de maíz, entre otras demandas.
Sobre el hallazgo en Oregón, Monsanto minimizó lo ocurrido señalando que se trata de unas pocas plantas mutantes, más aún cuando en EE.UU. se plantan aproximadamente 23,5 millones de hectáreas con trigo.
La gigante de la manipulación genética de semillas y de los pesticidas cuenta con ingresos anuales de 56 mil millones de dólares y vende cada año solo en sus variedades exclusivas por un valor de 13 mil 500 millones de dólares.
El hallazgo del trigo mutado podría tener un impacto a largo plazo sobre las perspectivas de exportación estadounidenses, en momentos en los que se espera una producción global sin precedentes.
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