Por Javier Rodríguez Pardo
3 de junio, 2012.- Para todos los movimientos sociales de Latinoamérica, y por consiguiente para la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), se trata de una de las noticias más trascendentes, y también muy esperada. Las conversaciones con Marcelino Chumpí, prefecto de la provincia de Morona Santiago, en ciudad Macas, corazón de la Amazonía, produjeron reflexiones significativas en torno a la imperiosa necesidad de compartir experiencias y a la urgencia de trabajar juntos contra el poder de las corporaciones extractivas.
Un punto de inflexión permite este vínculo. La etnia shuar suele agruparse en centros comunitarios y se relaciona mediante federaciones cuya autoridad máxima es la Asamblea. Hay un directorio con presidente elegido cada trienio y un síndico. En Morona Santiago se hallan dos de las tres federaciones de los shuar, la Federación Interprovincial del Pueblo Shuar del Ecuador (Fipse), con sede en Macuma, y la Federación Indígena de Centros Shuar (Focsh) que reside en Sucúa. Las tres componen una sola Coordinadora Inter-Federacional creada especialmente “para organizar acciones en defensa de los derechos de las nacionalidades, ante la presión de las compañías petroleras y mineras.” Otra etnia es la achuar que también pertenece a la misma familia de lenguas jíbaras del sur oriente ecuatoriano y del nororiente peruano.
En el último plenario de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), en Mendoza, Argentina, se había disparado, una vez más, la propuesta latinoamericana de vincular nuestras luchas continentales. Desde el año 2004 realizamos encuentros con organizaciones hermanas de Chile y de otros países de la región. En este sentido, Pascua Lama es un estigma difícil de extirpar, pero al mismo tiempo nos propone esfuerzos imaginativos para derribar el mayor tratado binacional de dolo ambiental y de saqueo transfronterizo.
Hoy podemos decir, con infrecuente demostración de orgullo, que la Unión de Asambleas Ciudadanas, la UAC, se moviliza con los pueblos amazónicos debido al compromiso de frenar el avance de las corporaciones transnacionales extractivas.
El foro llevado a cabo en MACAS, durante la segunda semana de mayo de este año, en la provincia amazónica de Morona Santiago, Ecuador, sirvió de puente y comunicación para que el Prefecto Magister Marcelino Chumpi Jimpikit, de la etnia shuar, le confirmara a Javier Rodríguez Pardo, la identificación que une a su pueblo con los del sur del continente latinoamericano, agrupados en la Unión de Asambleas Ciudadanas. “Debemos actuar juntos” -confirmó Marcelino Chumpí- y aunar los esfuerzos de todos en acciones conjuntas para expulsar a las transnacionales extractivas mineras y petroleras de nuestros territorios”.
El gobierno de Morona Santiago realizó el 15 de mayo de 2012 el primer foro internacional sobre “desarrollo” económico, indagando acerca de qué tipo de “progreso” es el más conveniente para su provincia, empezando por cuestionar el concepto de progreso. Nosotros fuimos invitados y expusimos en el acto inaugural. Los temas tratados fueron sobre el impacto ambiental causado por la minería a gran escala, la minería en la zona Awajun Wampis, la décima ronda petrolera, afectación a los derechos colectivos por la décima ronda petrolera, modelo de desarrollo para Morona Santiago, modelo económico sustentable y la visión comunicacional que se tiene de Morona Santiago.
Abrió la serie de conferencias el prefecto Marcelino Chumpi, explicando la agenda del foro y el proyecto económico de la provincia, e inmediatamente expuso Javier Rodríguez Pardo sobre minería a gran escala; siguieron en este orden, el ingeniero Luis Valencia de la Torre (Ecuador), experto en temas ambientales; Javier Ugaz Aguilar, especialista peruano en minería de la región Awajun Wampis, Gustavo Piñeyro, geólogo ambiental español; Mario Melo, de la fundación Pachamama de Ecuador; Anahít Aharonian, ingeniera agrónoma uruguaya, Víctor Hugo Jijón, ingeniero ecuatoriano, y disertantes líderes de las etnias que pueblan la Amazonía.
Las exposiciones apuntaron principalmente a dilucidar una economía que se opone a la propuesta extractiva del gobierno del presidente Rafael Correa, quien días antes había firmado un convenio autorizando actividades mineras en la provincia de Zamora Chinchipe (al suroriente de la Amazonia, 77.000 habitantes). Para su prefecto, Salvador Quisphe, también de la etnia shuar, "la minería a gran escala no respeta los derechos del agua, los derechos colectivos, los derechos de la naturaleza, la soberanía alimentaria, el Sumak Kawsay (buen vivir) y por ello rechazaremos este tipo de minería”. Destaquemos que el prefecto de Zamora Chinchipe, Salvador Quisphe, impulsa proyectos contrapuestos a los que promueve Rafael Correa, intensificando la producción y exportación de café y cacao, por ejemplo, como ocurre en el resto de la región (Ref.: En territorio de los shuar: minería transfronteriza, Javier R. Pardo 28/7/2009 Ecoportal net).
Las comunidades de la Amazonía sostienen un enfrentamiento permanente con el gobierno central del presidente Rafael Correa. La llamada política progresista no aporta soluciones ni refleja la realidad de los pueblos latinoamericanos que padecen las invasiones del saqueo extractivo.
Debo admitir, a través de este informe, que fue uno de los viajes más provechosos y al mismo tiempo el que no teníamos previsto. Es mi cuarta visita a Ecuador, con nuestro mensaje de la minería, y la segunda a la Amazonía. En esta ocasión, viajé a Macas invitado por el gobierno de la provincia, pero fue obra de la casualidad, y lo curioso es que nuestro destino había sido requerido por la autoridad de una provincia, Morona Santiago, que aparece en el espacio político de Ecuador como la rebelde, la que no acata las decisiones políticas y económicas del gobierno central. Y no es para menos, como ya se verá.
En tres ocasiones, y a pedido del prefecto, expusimos en el mismo espacio con Marcelino Chumpi en el foro de Macas, en Morona Santiago, y en medios de la televisión nacional, fiel reflejo de las coincidencias que unieron a los disertantes. Este líder shuar, convirtió a la provincia en “territorio ecológico, turístico y libre de contaminación. La energía limpia y potencial, abunda, -dice el mandatario- y la sociedad intercultural se promueve casa adentro, antes de valorar las diferencias, que son importantes pero que al mismo tiempo subrayan las coincidencias”, en opinión del gobernante de una de las regiones con mayor diversidad biológica del mundo.
Una de las expresiones mas significativas de Chumpi se refiere a “la fecunda pluralidad como eje del impulso turístico. A la magia y ternura -dice el prefecto- hay que adicionar lo que mas deslumbra a visitantes y turistas: ritos y expresiones artísticas de dos culturas vivas, que son al mismo tiempo realidad y leyenda: la shuar y la achuar. No existe ningún amazónico, indio o colono, que no sea (además) de algún modo mestizo.”
El gobernante amazónico hizo hincapié en una economía típica de la zona, en la producción y exportación de los productos de la selva, en la defensa de la soberanía alimentaria (fueron sus términos) y en la elaboración de cárnicos y de otras materias primas que ya están en los mercados locales del Ecuador. “De este modo –advirtió- no vendrán a imponernos la destrucción de nuestros territorios con explotaciones mineras y petroleras catastróficas. Defenderemos nuestros recursos naturales o, mejor dicho, los bienes comunes, expresión que define mejor el concepto”, subrayó Marcelino Chumpi. Y en un prólogo de Morona Santiago, "el nuevo dorado del Ecuador", el gobernate shuar afirma que "la biodiversidad es un patrimonio de todos, como el agua y el aire, un patrimonio irrenunciable, que no solo debemos conservar sino además proteger: hay potencias amigas de lo ajeno -dice Chumpi- que buscan sacar derechos propios sin reconocer nuestros derechos."
En el resultado de las urnas flota la soberbia de Rafael Correa
Hay opiniones del presidente de Ecuador, Rafael Correa, provocadoras e injustificables desde cualquier punto de vista. Durante las jornadas del foro de Macas se repetían, en distintos corrillos, conceptos del mandatario “progresista” y se buscaban explicaciones: “La minería a gran escala causa menos daños al ambiente que la artesanal,” suele decir Correa, o bien, “emplazo a quienes se oponen a la minería a gran escala a que me enfrenten en los comicios de 2013, para ver quien gana,” desafiando a los (indígenas) prefectos que le arrebataron el triunfo de varias provincias amazónicas y a pesar de eso acaba de firmar convenios de explotación minera y petrolera en esos territorios que le son hostiles. Pero el barbarismo mayor fue este: “Es falso el dilema –dijo Correa- entre la explotación minera o la conservación del agua, porque las tecnologías de ahora permiten recuperar casi todo ese recurso y también el 95% del medio ambiente.” Correa decía estas palabras mientras firmaba un convenio para explotar yacimientos diseminados de cobre, durante veinticinco años, en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, rematando con un gesto arrogante que lo caracteriza:”Asumo toda la responsabilidad política de estos actos y el pueblo sabrá decidir quien actuó en función de las mayorías y quien actuó en función de la politiquería.” Y por si fuera poco completó: “la mayor amenaza para la biodiversidad de la región no es la explotación minera o petrolera, sino la agricultura.”
De este modo, el presidente Correa abre las arcas del rico territorio de Ecuador a transnacionales como la canadiense Kinross que vino a buscar oro, a la china Ecuacorriente que pretende el cobre de mina Mirador y a International Minerals, también canadiense, dueña del proyecto de oro y plata Río Blanco, en tanto una lista de diez corporaciones mineras esperan la habilitación de sus explotaciones en un país comparativamente del tamaño de alguna provincia argentina, superando al territorio uruguayo en apenas 80.000 kilómetros cuadrados. Conjeturar la Amazonía como un queso gruyere limita formular otras ideas, en realidad es inimaginable. Pero los enfrentamientos están a la puerta. Cinco de seis provincias amazónicas rechazan terminantemente la mega minería metalífera hidroquímica a cielo abierto. Y en el caso de Orellana, provincia de 137.000 habitantes, con mayoría de etnias huaorani, shuar y quichua, sitio del reputado parque nacional Yasuní, la prefecta Guadalupe Llori adelantó que la explotación petrolera en su provincia “sólo produjo contaminación y muerte”.
Los líderes de las federaciones y de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, manifiestan el más absoluto repudio a las expresiones de Rafael Correa, comprometiendo resistencia y luchas para impedir la destrucción de los territorios amazónicos. Para muchos de estos guerreros se halla presente la tragedia de Bagua y las guerras fronterizas entre Perú y Ecuador que diezmaron a numerosas familias indígenas. Apostaron y ayudaron a construir rutas transamazónicas pensando que servirían a los pueblos de la región y no para tránsito de equipos extractivos petroleros y de insumos mineros, que fue precisamente el motivo de la masacre de Bagua. (Ver artículo En territorio de los shuar, 28/7/2009 Ecoportal.net y Movida Ambiental).
Telesangay. Canal 30, la imagen de Morona Santiago
El 16 de mayo, participamos de una marcha por el centro de la ciudad de Macas. El motivo fue, y es aún, defender un canal de televisión de señal abierta, que pertenece a la provincia de Morona Santiago.
Las políticas de los gobiernos provinciales amazónicos se hallan enfrentadas con los proyectos del presidente Rafael Correa, como ya hemos visto. El de Morona Santiago es un gobierno autónomo provincial, concesionario de un canal de televisión de señal abierta, Telesangay canal 30, de alcance nacional.
A Correa le incomodan las imágenes y el contenido de un medio de comunicación que defiende los intereses de pueblo y hábitat, y que no dedica programas apologéticos al gobierno central de Ecuador; por consiguiente, el respeto democrático del presidente ecuatoriano, por la pluralidad y el disenso, hizo eclosión de manera despótica.
Como resultado, mediante resolución RTV-632-20-Conatel, del 13 de octubre de 2010, el gobierno central decidió concluir con el contrato de concesión de Telesangay y para ello inició un expediente donde se juzga a la estación matriz y a sus repetidoras por “no operar con los parámetros técnicos establecidos, conforme a un determinado contrato.”
En realidad, puro cuento para justificar el cierre de un medio de comunicación que Correa no controla.
Así todo, el gobierno de Morona Santiago contrató un peritaje que demostró la correcta operatoria del canal provincial y exige –por tanto- nuevos estudios y arbitraje. Pero el Conatel no da paso a ninguna petición, de modo que el gobierno de Marcelino Chumpi organizó una concentración ciudadana y festejos diversos transmitidos en directo por Telesangay con el lema “Jornada de alegría en defensa de Telesangay y los recursos naturales”, y la participación multitudinaria del pueblo amazónico: “juntos defenderemos lo que nos pertenece”, proclamaban los carteles y la voz constante de los locutores.
Vemos en realidad que detrás de la tutela del canal de televisión está -una vez más- la “defensa de los recursos naturales” de la Amazonía, nuestros recurrentes bienes comunes, mencionados en la frase principal invitando a la jornada.
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