Servindi, 2 de octubre, 2011.- Alrededor de 12 mil indígenas, agricultores y afrodescendientes provenientes de los diversos resguardos del país se reúnen en el Congreso Nacional sobre Tierras, Territorios y Soberanías en la ciudad de Cali hasta el lunes 3 por la noche.
No se trata solo del evento más importante en materia de derechos y reivindicación de los pueblos indígenas sino de la expresión viva de los sectores excluidos del país que con su diversidad de costumbres y visiones le dicen al Estado y al resto de la sociedad que también ellos son ciudadanos y merecen respeto.
El también llamado Congreso de los Pueblos, inaugurado el pasado viernes, ha puesto en marcha la discusión de siete mesas de trabajo: minería y energía, concentración de tierras, territorios urbanos, posesión del agua, economía campesina, guerra y conflicto, identidad y cultura.
La mayoría de los participantes pertenecen al Cauca y Nariño, en el suroeste colombiano, que se habían citado en Jamundí para caminar en conjunto hasta Cali, precisó en declaraciones telefónicas el líder indígena James Yatacué, del pueblo de los paeces.
"Somos el grupo más numeroso de todos", destacó Yatacué quien ejerce como consejero mayor de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN, de la etnia paez) e integra la comisión política del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).
El primer día congregó cerca de diez mil asistentes entre campesinos, indígenas y afrodescendientes. Por todo lado se puede ver a ancianos, madres y niños disfrutando de las actividades paralelas al acto central.
El congreso aborda “las distintas problemáticas que vivimos en el territorio colombiano y que recogen las luchas históricas de los movimientos sociales”, indicó Alexandra Bermúdez, integrante de la comisión política del congreso.
Precisó que los indígenas, en su mayoría, exigen la devolución de sus territorios ancestrales y su exclusión del conflicto armado que ha vivido la nación suramericana por más de medio siglo, del cual ellos se consideran los principales afectados.
Otro miembro de la comisión política del Congreso, Juan Bautista, afirmó que "es un ejercicio de legislación popular de los sectores que han sido excluidos del poder en Colombia. Campesinos, indígenas, comunidades afrodescendientes, comunidades populares, estudiantes, niños, trabajadores".
"Vamos a legislar para ver cómo confrontamos de manera propositiva la 'locomotora' de la minería. Sin haber entrado en forma esa política minera, ya nos está afectando: están agrediendo nuestros territorios", expresó Feliciano Valencia Ulcue, indígena nasa y vocero de la movilización denominada Minga Nacional.
"Vamos a legislar y a 'mandatar' una defensa colectiva del territorio. El 4 de octubre marcharemos hacia Cajamarca y ahí se leerán las conclusiones. Es una forma de expresar nuestro respaldo a las comunidades que están resistiendo a las pretensiones de las multinacionales mineras", expuso uno de los líderes del encuentro.
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