Servindi, 7 de mayo, 2010.- Esta semana ha sido una de las conflictivas para el Gobierno ecuatoriano que enfrentó, mediante la fuerza del orden, a los manifestantes indígenas de todo el país que llegaron hasta Quito para protestar contra la Ley de Recursos Hídricos, también llamada Ley de Aguas.
Como se recuerda, las organizaciones más representativas a nivel nacional convocaron a una movilización masiva que respalde sus propuestas en el debate de la Asamblea Nacional, realizado el martes pasado.
Los pobladores indígenas lograron tener acogida entre los pueblos ecuatorianos, sin embargo, el debate legislativo fue suspendido por falta de consenso en la Asamblea, lo cual motivo los nuevos reclamos de los manifestantes.
En ese sentido, decidieron continuar con la medida de protesta hasta que el Gobierno no cumple con incluir sus propuestas a esta cuestionada ley. La principal demanda gira en torno a la Autoridad Única del Agua que estará conformada por el Consejo Plurinacional, la Agencia de Regulación y la Secretaría del Agua.
En este ente la última palabra estaría en manos de un representante designado por el Ejecutivo. Sin embargo, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) pide que sea el Consejo Plurinacional la autoridad máxima.
Además, exigen que tenga una conformación de actores variados y una representación minoritaria del Gobierno. Y que se garantice la desprivatización, la desconcentración del uso del aguay tarifas diferenciadas para el riego.
Ante la masiva presencia de los manifestantes indígenas, quienes intentaron ingresar a la sede de la Asamblea Nacional el jueves, la policía respondió con gases lacrimógenos y balas de goma, dejando a una persona herida.
De la misma manera, el martes capturaron a 5 líderes campesinos que participaban pacíficamente de la marcha. Pero fueron liberados al día siguiente.
Además, la policía evitó que ingresen a Quito colectivos con manifestantes que se dirigían al centro de la ciudad.
Los debates en el Parlamento continuarán en los próximos días.
Presidente Correa rechaza protestas
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó que no hay gobierno que haya trabajado más por los pueblos indígenas y les reiteró su apoyo como proceso histórico y de inclusión, al tiempo que llamó a rechazar "movilizaciones basadas en mentiras."
Sostuvo que "algunos dirigentes indígenas se apoyan en la mentira compulsiva (sobre el agua) para irresponsablemente violar la Constitución, y mandan a cerrar carreteras rompiendo la Carta Magna."
El mandatario afirmó que la gran mayoría del pueblo indígena apoya la gestión de su administración y llamó a analizar el financiamiento de las movilizaciones hasta la Asamblea Nacional en Quito, la cual consideró que "es financiada por fundaciones extranjeras" y sus actos incumplen la Ley.
Más adelante, desmintió rumores de la eliminación de las Juntas de Regantes en el marco de la Ley de Aguas, y calificó de "absurdo" oponerse a dicha Ley porque le otorga al gobierno la autoridad única, como ocurre en la educación sin que esto implique un control total de la actividad.
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