ONU: Cooperación danesa contribuyó con eficacia a promover derechos de PPII en Bolivia

Servindi, 28 de abril, 2010.- El viernes 23 de abril se presentó la publicación preliminar del informe del Programa de Cooperación del gobierno de Dinamarca a Bolivia "Derechos de los Pueblos Indígenas en Bolivia" que recoge las experiencias de cinco años de cooperación, del 2005 al 2010.

El evento se llevó a cabo en la sede de las Naciones Unidas, en New York, en el marco de las actividades paralelas de la novena sesión del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, y contó con la participación de Hans Petter Buvollen, Embajador de Dinamarca en Bolivia y una nutrida delegación indígena de este país.

Alejandro Parellada y Cecilia Betancourt, ambos del Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA), fueron los encargados de presentar la sistematización de la experiencia y las lecciones aprendidas.

El programa fue el resultado de experiencias previas de cooperación de la Agencia Danesa de Cooperación Internacional (Danida) en Bolivia en las áreas de titulación de tierras comunitarias, educación bilingüe y participación política, que se remontan al año 1995.

El nuevo programa 2005-2010 en su fase II tuvo tres componentes principales: 1) la transversalización de los derechos indígenas en las políticas públicas, 2) el saneamiento y titulación de territorios comunitarios de origen, y 3) la gestión territorial indígena.

El monto invertido ascendió a US$ 30 millones y la contraparte principal fue el Ministerio de Asuntos Indígenas y de Pueblos Originarios (MAIPO). También fueron contrapartes importantes las organizaciones indígenas CIDOB en el área amazónica y CONAMAQ en el área andina.

Características

Sergio Hinojosa del CONAMAQ  destacó el valioso apoyo de DANIDA que permitió avanzar en el saneamiento territorial indígena y darle "seguridad jurídica" a sus territorios. El CONAMAQ siempre ha sido "laboratorio de propuestas" y el apoyo debería continuar para consolidar el proceso de cambio, expresó.

Como lo destacaron los presentadores uno de los grandes aciertos del programa fue la "doble estrategia" de brindar apoyo equilibrado tanto al Estado boliviano como a las organizaciones indígenas.

El programa se caracterizó por un enfoque sectorial basado en derechos, trabajado en diferentes niveles y considerando a los territorios indígenas como unidades básicas para la acción y a las organizaciones como actores principales.

Durante los cinco años de la cooperación se han titulado aproximadamente 14 millones de hectáreas de tierras comunales a favor de 98 territorios indígenas. En este proceso un logro importante es que la administración de tierras ha constituido ejemplos válidos de autonomía indígena.

El contexto político de confrontación política no ha sido el mejor para optimizar los resultados y los altibajos en la conflictividad social influyeron en el retraso de la ejecución gubernamental. También se registraron dificultades derivadas del propio funcionamiento del aparato estatal.

No obstante existen impactos muy positivos y los pueblos indígenas saben que tienen derechos y pueden defenderlos como parte de su lucha por la dignidad y la autonomía. Se han empoderado sobre sus territorios y acceden a cargos políticos de cualquier  nivel, con capacidad de decisión.

Además, los pueblos indígenas participan activamente del proceso de cambio, como es el caso del movimiento campesino de Pando -apoyado por Danida- cuyos planteamientos sobre la recomposición del Estado en la Asamblea Constituyente fueron acogidos por otros sectores.

Pedro Nuny, diputado nacional del oriente boliviano, destacó que la cooperación de DANIDA hizo posible sanear "territorios indígenas" en su plena acepción y experimentar una nueva forma de propiedad colectiva agraria y promover una gestión territorial indígena

En lo que respecta al saneamiento territorial las Tierras Comunitarias de Origen (TCO) han cambiado el mapa de Bolivia y se han constituido en nuevos escenarios para la construcción del Estado Plurinacional con el respeto a las autonomías, la justicia y el acceso y uso de las riquezas forestales.

El Estado boliviano comienza a transformarse en una relación horizontal Estado - comunidades, y gracias al Programa se atenuó el proceso de liberalización de los programas agrarios y se reforzó el rol del Estado para administrar las tierras como parte de un servicio público.

El saneamiento de tierras apoyado por Danida fue ejecutado directamente por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), evitando la tercerización del servicio que era un negocio de pequeñas empresas supuestamente más eficientes.

Resultados

Entre los múltiples resultados obtenidos por el programa se encuentra la contribución al proceso de reconstitución de los ayllus y la territorialidad como base para la reconstitución de los sistemas tradicionales de vida.

Asimismo, la formación de equipos técnicos en las organizaciones y el aliento de programas productivos que ahora se encuentran financiados por los municipios y la prefectura.

También se ha contribuído a sentar las bases para la reorganización político-administrativa del país, para la política de atención intercultural, para la educación intercultural y para el reconocimiento y articulación de la justicia comunitaria con el sistema ordinario.

Además, se ha diseñado una política para erradicar el trabajo forzoso de la población indígena y campesina y se han colocado las bases políticas para atender a los pueblos en situación de aislamiento voluntario.

Lecciones aprendidas

Isabel Ortega Ventura, Viceministra de Justicia señaló que aún falta sanear tierras y que otras instituciones deberían tomar la posta de Dinamarca.

Entre las lecciones aprendidas se encuentra que la ejecución del proceso agrario "debe estar garantizada por un operador confiable", autónomo y descentralizado, con presupuesto propio y suficiente, y funcionarios elegidos de manera transparente.

El éxito del proceso depende asimismo del control social que ejerzan los destinatarios. La formación de equipos técnicos originarios contribuye a la apropiación de los proyectos por las autoridades y facilita la articulación con las comunidades.

La fortaleza organizativa depende de procesos de construcción desde lo local hacia lo nacional y para generar cambios a largo plazo el movimiento social "debe contar con una agenda estratégica con visión de largo plazo", construida en procesos participativos a partir de sus necesidades históricas.

Otra lección aprendida es que los sistemas normativos deben ser producto de una construcción social para que puedan ser aplicables. La población debe participar tanto en su construcción como en la socialización y aprobación de los mismos.

El fortalecimiento de las organizaciones facilita enormemente la articulación y el relacionamiento con actores externos, y la incidencia mejora cuando la mayor parte de la población conoce lo que se propone y negocia.

Félix Cárdenas, Viceministro de Descolonización, señaló que la cooperación danesa "se siente en Bolivia, más que otras cooperaciones por ser "efectiva". Y no se debería cortar el proceso porque las cosas se están haciendo bien.

Mirna Cunningham (Nicaragua) señaló que el abordaje integral efectuado por DANIDA en Bolivia muestra que da mejores resultados. Asimismo que brinda experiencias que pueden ser replicadas en otros lugares. Destacó que la transversalización de derechos es un abordaje muy interesante que es también un desafío actual.

Tomás Huanacu, representante de la Coordinadora Andina de Organizaciones Andinas (CAOI), destacó que el proceso de reconstitución de los ayllus no sólo ha fortalecido la territorialidad sino también los procesos de recuperación de la sabiduría indígena y el Buen Vivir como modelo y sistema politico, social y espiritual.

Hans Petter Buvollen, Embajador de Dinamarca en Bolivia, dijo entender las necesidades de apoyo pero anunció que el retiro de la cooperación danesa en América Latina es una decisión de estado y que el gobierno de Bolivia dispone de importantes recursos gracias a la ley de hidrocarburos.