Por Manigueuigdinapi Stanley
Soplan vientos fuertes por las islas de Kuna Yala, las olas golpean duramente corales y cayucos, los Nuchus mediadores poderosos del mundo terrenal y del mundo espiritual capturan estas noches espíritus malignos. El sahumerio brinca con fuego lento, aspirando tabaco y cacao, danzan semillas y totumas con el vino de la caña y el maíz.
El smog de la ciudad de Panamá invade los cerebros siniestros de los gobernantes, se tensa la relación entre el Estado, el gobierno y los Pueblos Indígenas, se prima la violencia hacia los derechos humanos y colectivos, los despojos de territorios indígenas, el asesinato para acallar protestas y luchas, el irrespeto a nuestras Autoridades Tradicionales y estructuras políticas.
Suenan las maracas y flautillas, las islas se pintan de rojo, se izan las banderas de la nación Kuna al son de tambores y consignas, la luna descuelga su hamaca y besa a la tierra, los niños juegan a ser Ologindibipilele, Nele Kantule, Olonibiginya, Olodebiliginya, Dinugdiginya, Olowinape, Igwanigdibipi, Susu, Bida…jugando y apuntando con sus armas de madera.
Una amenaza peligrosa se asoma en los territorios indígenas, se programa la apertura del Tapón del Darién, la instalación de la Interconexión Eléctrica, la militarización de la frontera con Colombia, la incursión del gobierno panameño en la guerra interna de nuestro hermano país. Desasosiego, incertidumbre pesa en los corazones de los Emberá, afropanameños, Kunas.
Las flautillas de pelicano cuelgan de los cantores, humeantes del cielo y la tierra, se rememora todos los cantos de lucha, todos los episodios de amor y defensa a la Madre Tierra, las Molas y los Uinis bailan, cantan, saltan de colores con las sonrisas de arcoíris y del abuelo sol.
En otro punto del país, desalojan territorios al pueblo Ngäbe a punto de balas y engaños, se privatizan, sus ríos, costas, islas, mares, montañas, tierras, manglares ofrecidas por el gobierno a mineras, ganaderas, hidroeléctricas, turismo residencial, trasnacionales. El gobierno panameño priva e hipoteca el futuro de los niños indígenas, campesinos y afropanameños.
Mis abuelas, mis madres fuman su pipa, les cantan a los ancestros, entran al umbral cósmico que conecta a la tierra y el universo, penetran los 8 portales dando bienvenida a las plantas, árboles, insectos, animales, peces. Se escucha las espumas del mar y los pies descalzos que brincan retumbando rítmicamente el suelo.
En otro esquina del planeta, se escuchan las voces de antiguos caracoles, los gritos de Ngäbes asesinados, los llantos de las madres Mapuches al ver encarcelados a sus hijos, el olor a sangre de nuestros hermanos Aymaras, Quechuas, Mayas, Zapotecas que luchan por su libre determinación, las voces en nuestro amado Panamá que gritan: Todos somos Nasos, mientras son desalojados de sus tierras por la Ganadera Bocas.
Llega el mes de febrero, mes de la revolución Kuna, rememorando la lucha de hace 85 años, de los eternos jóvenes de la revolución Kuna, para que nunca más el Estado panameño pretenda exterminar nuestra cultura, nuestra historia, expropiar nuestros territorios, maltratar nuestra Madre Tierra.
A 85 años, el nuevo gobierno de Martinelli, olvida nuestras historias, nuestras raíces, abre heridas, escupe el rostro de Nuestra Madre, golpea de hambre a nuestros hermanos Ngäbe, Naso, Buglé, Emberá, Wounaan, Bri Bri, Kuna al arrasar con sus tierras, mares, ríos, nuestros recursos naturales. La chicha fermentada está servida, se escuchan los cantos orales a lo largo de Kuna Yala, el olor a tabaco y albahaca se expande por todos nuestros costados, escucho la risa de mis ancestros en mi piel, je, je, je, je, je, je, je, jeeeeeeeeee.
¡Viva la Revolución Kuna de 1925!
¡Libertad a Leonard Peltier!
Todos somos Nasos
Movimiento de la Juventud Kuna
Febrero de 2010
"Uno no vende la tierra por la cual camina su pueblo" Tashuhka Witko, 1840 - 1877
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Foto superior: ILISA: http://www.ilisa.com/panama/pa-images/kuna-girl2.jpg
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¿Qué dice la Wikipedia sobre la Revolución Kuna?
La Revolución kuna se refiere a los hechos producidos en 1925, en la que los indígenas kunas se rebelan ante las autoridades panameñas, que obligaban a los indígenas a occidentalizar su cultura a la fuerza. En esta revolución se proclamó la República de Tule, de corta existencia. Cuando se unificó nuevamente con Panamá, los kunas con el aval del gobierno panameño, se creó un territorio autónomo llamado comarca indígena de Kuna Yala, y que garantizaba la seguridad de la población y cultura kuna.
Antecedentes
Durante los primeros veinte años de Panamá como país independiente, los kunas tuvieron serias diferencias con los gobiernos nacionales, porque intentaban erradicar su cultura, irrespetaban sus costumbres y a sus autoridades indígenas, aparte querían despojar sus tierras y eran ultrajados por los intendentes y los policías coloniales (un colono para un indígena, es un no indígena).
Este hecho está ligado a un incidente el 20 de abril de 1921, que se escenificó en Narganá y Corazón de Jesús un movimiento de occidentalización a las mujeres, que consistía en cambiarles de ropa, quitarles el aro de oro puro de la nariz, las planchas de oro de alto quilate, los abalorios, los güines y los collares de moneda que usaban de adornos. Pero una mujer se escapó de Narganá y huyó hacia Río Azúcar, de donde provenía. La policía en represalia mantuvo encarcelado a sus hijos y a su yerno, quien fue liberado para que la fuera a buscar.
Ese día, en Río Azúcar había un congreso indígena y allí se decidió no dejar ir a la mujer, por lo que el sáhila en nombre de la comunidad le envió un mensaje a los policías diciéndoles que no fueran a buscarla. Los policías no hicieron caso al mensaje y enviaron esa misma noche una comisión a Río Azúcar de dos policías coloniales y tres policías indígenas. Al intentar detener a algunos de los parientes varones de la mujer, empezó la batalla y murieron tres moradores del pueblo; dos policías indígenas y los otros fueron heridos con machete ferozmente cuando huían en un cayuco. Los cadáveres de los policías se dejaron en el agua, amarrados a un palo enlcavado en la arena, hasta que llegaron a recogerlos sus familiares.
El ambiente siguió tenso hasta enero de 1925. Juan Demóstenes Arosemena era el gobernador de la provincia de Colón y sentía preocupación por la información que le había suministrado el intendente de San Blas, Andrés Mojica, sobre un supuesto movimiento independentista entre los indígenas, por lo que se decidió comunicarle al secretario de Relaciones Exteriores, Horacio F. Alfaro, que siguiera de cerca las acciones de los estadounidenses: la misionera Anne Coope y el explorador Richard Oglesby Marsh.
Precisamente Marsh fue el impulsador de la "independencia". A su regreso a Panamá en enero de 1925, encontró un conflicto entre policías e indígenas a punto de estallar, por lo que pidió la intervención de militares estadounidenses de la Zona del Canal, para que ejercieran un protectorado, y redactó la Declaración de independencia y derechos humanos del pueblo Tule y Darién. Marsh obtuvo el apoyo del embajador estadounidense, quien ayudó que el gobierno panameño firmara un acuerdo de paz que garantizara los derechos humanos y políticos de los kunas.
La revolución
La situación se agravó hasta el 12 de febrero de 1925, en la que se celebró un congreso kuna en Ailigandí, en donde se reunieron los principales jefes de 45 aldeas y tribus. Las discusiones duraron 26 días y se decidió proclamar la República de Tule, y se fijaron los límites territoriales.
La bandera de Kuna Yala adoptada en 1925 (Ojo la imagen no se relaciona
con la esvástica hitleriana sino con la representación de un pulpo)
De esta sublevación surgió una bandera, la cual fue confeccionada por Waga Ebinkili (María Colman), nieta del cacique Simral Colman. La misma tenía un diseño rectangular con franjas. El centro era de color rojo y con una figura esvástica.
El 21 de febrero, 10 días después de la declaración de independencia, en medio de las fiestas de Carnaval se desató la revolución indígena que se extendió hasta el 27 de febrero, la cual estuvo encabezada por Nele Kantule y el cacique Colman. Se cuenta que los sublevados indígenas viajaban en cayucos desde Ailigandí y Cartí con el propósito de atacar los cuarteles de la Policía Nacional en Playón Chico, Río Tigre, Tigantikí, Narganá, Ukapa y otros puntos del archipiélago, y ejecutaron gran parte del contingente policial. El saldo fue de 27 muertos.
El 4 de marzo, con la presencia del ministro estadounidense, John G. South, se firmó el acuerdo de paz con los indígenas y se les prometió un mejor trato respeto a sus costumbres; no imponerles el establecimiento de escuelas, y se les aseguraba la misma protección y los mismos derechos de que gozan los demás ciudadanos. Los indígenas en cambio, se comprometieron a deponer las armas, a retirar la declaración de independencia y acatar las leyes de Panamá.
Fuente: Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_kuna
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