Varios miles de personas se movilizaron ayer por la ciudad de Piura para exigir el respeto a la consulta vecinal realizada el 16 de setiembre en los distritos de Ayabaca, Huancabamba y Carmen de la Frontera y que rechazó el proyecto minero Majaz.
A los comuneros y ronderos de Ayabaca, Huancabamba, Cajamarca y Lambayeque, entre otros, se les unieron productores agrarios de diversas localidades piuranas como Tambogrande, así como gremios sindicales y otras organizaciones sociales.
La movilización se inició a las 10 de la mañana, partiendo desde el local de la Asociación de Ayavaquinos Residentes en Piura, lugar hasta donde llegaron las representaciones.
En el camino se fueron sumando otras organizaciones sociales de Piura lo que hizo que la multitudinaria marcha se extienda a lo largo de 15 cuadras.
Tras recorrer la ciudad, de un extremo a otro, los marchantes llegaron a la sede del gobierno regional de Piura, donde entregaron copia de los acuerdos del Segundo Encuentro de las Organizaciones Sociales del Norte y Oriente del Perú, realizado el domingo.
Mientras los dirigentes de comunidades y rondas se reunían con los funcionarios de la región, en los exteriores algunos grupos de personas ajenas a las organizaciones comunales intentaron propiciar acciones de violencia.
Los infiltrado arrojaron un ataúd de cartón en llamas, el cual llevaba los nombres del Presidente Alan García y del Presidente Regional César Trelles Lara.
La acción del pequeño grupo infiltrado provocó que miembros de la Policía Nacional intentaran dispersar a los manifestantes arrojando bombas lacrimógenas a la multitud.
Tras la dura represión desarrollada por los efectivos del orden los dirigentes de las comunidades y rondas campesinas reagruparon a las delegaciones, para continuar con la marcha pacífica hacia la gobernación, donde también se entregó copia de los acuerdos del domingo.
La marcha culminó con un mitin en la Concha Acústica de la Plaza principal de Piura donde las delegaciones ratificaron su decisión de continuar luchando por su derecho a elegir sus propios modelos de desarrollo y se respete la consulta vecinal.
Fuente: Prensa Conacami
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