El lunes 14 de mayo España presentó en la ONU su estrategia de cooperación con los pueblos indígenas, basada en la erradicación de la pobreza, la defensa de los derechos humanos, la igualdad de sexos, la sostenibilidad medioambiental y el respeto a la diversidad cultural.
Coincidiendo con la celebración del VI Foro Permanente para las Cuestiones de los Pueblos Indígenas, el Gobierno español dio a conocer oficialmente esta estrategia, la primera que se elabora teniendo en consideración la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, adoptada en Ginebra en junio pasado, pero que aún debe ser ratificada por la Asamblea General de la ONU.
El director del programa para Indígenas de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), Rafael Soriano, señaló que la estrategia "no es un punto final, sino de partida" para ayudar a estos pueblos autóctonos, con el acento puesto en la lucha contra la pobreza.
"Aunque las comunidades indígenas representan apenas el 5 por ciento de la población mundial, constituyen el 10 por ciento de la población pobre del mundo", resaltó.
Insistió en que no sólo son pobres porque no tienen acceso a servicios básicos, como la salud y la educación, sino también porque se les limitan sus derechos, en la medida en que no se les reconoce su propia identidad y formas de entender el desarrollo de la vida.
Recordó que la estrategia, adoptada en 2006, se elaboró de forma participativa por todos los actores institucionales y no institucionales, entre ellos también comunidades autónomas, organizaciones no gubernamentales (ONG), sindicatos e universidades.
El objetivo de este plan estratégico es contribuir al reconocimiento y el ejercicio defectivo del derecho de estas comunidades autóctonas a articular sus propios procesos de desarrollo social, económico y político.
'La estrategia nos obliga a que en cualquier proyecto de cooperación se debe contar con un consentimiento previo, libre e informado del pueblo indígena destinatario', apuntó.
Del mismo modo, precisó, en cualquier actividad de asistencia se deben incorporar las propias percepciones y visiones de los indígenas sobre el desarrollo económico y social.
Así pues, según Soriano, cobran una especial relevancia los programas de cooperación intercultural, que reconocen el derecho de todo pueblo a recibir la educación de su propio idioma.
También los programas de ayuda sanitaria, que deberán tener componente intercultural, con la incorporación de las prácticas de salud que forman parte de las costumbres y usos del pueblo con que se trabaja.
'Con esta estrategia, España se sitúa en la vanguardia de los países que se preocupan de las cuestiones indígenas. Se trata de programas específicos con estos pueblos que tengan en consideración los derechos humanos, la igualdad de género, la diversidad cultural y el medio ambiente', agregó.
Las comunidades indígenas que se beneficiarán de los programas de este plan estratégico son las de Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Guatemala y Chiapas (México), aunque no se centrará sólo en Latinoamérica, sino que también se entablará una cooperación con Namibia, Filipinas, Vietnam y el Norte de África.
Fuente: Terra Actualidad - EFE
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