Enlace permanente Enviado por Manuel Cuentas ... (no verificado) el Jue, 06/27/2013 - 15:59
Para quienes conocemos de cerca la realidad de los pueblos indígenas en situación de aislamiento como los Mashco Piro, Murunahua, Isconahua, Cacataibo, etc., que fueron estudiados coincidentemente por el que suscribe el presente comentario, este tipo de noticias ya no nos llama la atención, no porque estemos de acuerdo con estos hechos de sangre, sino porque somos una sociedad que permanentemente nos gusta lamentarnos y no prevenir. Hace mucho tiempo muchos especialistas en el tema hemos alertado sobre la presencia sostenida de una serie de actores externos (empresas madereras, empresas transnacionales que buscan gas y petróleo, extractores ilegales de oro, cazadores y pescadores ilegales, etc.) que no solo depredan los recursos naturales que existen en sus territorios ancestrales, pese a haber sido declarados como áreas intangibles por sus respectivas normas de creación, sino que también ponen en peligro la vida y salud de estos hermanos indígenas que tienen todo el derecho de seguir viviendo como ellos quieren. Es necesario recordar que una simple gripe puede ser letal para la salud de ellos porque sus organismos no tienen defensas para este tipo de mal muy propio de nuestro mundo.
Mucha gente no entiende que éstos y otros actores externos ejercen una presión descomunal sobre estos pueblos indígenas en aislamiento, que prácticamente los obligan a salir fuera de su hábitat natural para buscar recursos comestibles que les permita amainar sus necesidades más elementales; producto de cuya decisión desesperada se producen este tipo de encuentros con saldos que todos lamentamos. ¿QUÉ DEBEMOS HACER?, estoy seguro que existen muchas cosas por hacer, pero creo que el Estado en estrecha coordinación con las organizaciones indígenas y otros socios estratégicos tiene que hacer el esfuerzo necesario; primero, para garantizar la intangibilidad de las Reservas Territoriales e impedir el ingreso de cualquier actor externo que ponga en riesgo la vida y salud de estos indígenas; segundo, que los Planes de Contingencia Antropológica y los respectivos Protocolos no sólo se queden en buenas intenciones sino que se tomen las medidas más pertinentes para que sean implementadas y cumplidas por propios y extraños.
Para quienes conocemos de cerca la realidad de los pueblos indígenas en situación de aislamiento como los Mashco Piro, Murunahua, Isconahua, Cacataibo, etc., que fueron estudiados coincidentemente por el que suscribe el presente comentario, este tipo de noticias ya no nos llama la atención, no porque estemos de acuerdo con estos hechos de sangre, sino porque somos una sociedad que permanentemente nos gusta lamentarnos y no prevenir. Hace mucho tiempo muchos especialistas en el tema hemos alertado sobre la presencia sostenida de una serie de actores externos (empresas madereras, empresas transnacionales que buscan gas y petróleo, extractores ilegales de oro, cazadores y pescadores ilegales, etc.) que no solo depredan los recursos naturales que existen en sus territorios ancestrales, pese a haber sido declarados como áreas intangibles por sus respectivas normas de creación, sino que también ponen en peligro la vida y salud de estos hermanos indígenas que tienen todo el derecho de seguir viviendo como ellos quieren. Es necesario recordar que una simple gripe puede ser letal para la salud de ellos porque sus organismos no tienen defensas para este tipo de mal muy propio de nuestro mundo.
Mucha gente no entiende que éstos y otros actores externos ejercen una presión descomunal sobre estos pueblos indígenas en aislamiento, que prácticamente los obligan a salir fuera de su hábitat natural para buscar recursos comestibles que les permita amainar sus necesidades más elementales; producto de cuya decisión desesperada se producen este tipo de encuentros con saldos que todos lamentamos. ¿QUÉ DEBEMOS HACER?, estoy seguro que existen muchas cosas por hacer, pero creo que el Estado en estrecha coordinación con las organizaciones indígenas y otros socios estratégicos tiene que hacer el esfuerzo necesario; primero, para garantizar la intangibilidad de las Reservas Territoriales e impedir el ingreso de cualquier actor externo que ponga en riesgo la vida y salud de estos indígenas; segundo, que los Planes de Contingencia Antropológica y los respectivos Protocolos no sólo se queden en buenas intenciones sino que se tomen las medidas más pertinentes para que sean implementadas y cumplidas por propios y extraños.
Antrop. Manuel Cuentas Robles