Servicios en comunicación Intercultural

Añadir nuevo comentario

En el mes de julio se están dando una serie de foros, talleres y reuniones respecto al aspecto forestal, en particular en relación al saqueo de la caoba y la exportación de su madera al comercio internacional. Por un lado los directamente afectados solicitan vedas, los que quieren posponer el problema piden moratorias. Sin embargo, nadie se pone de acuerdo en cómo enfrentar el problema. Se habla y se habla de la tala ilegal, se involucra a muchos actores, pero no hay soluciones concretas. Un ejemplo clave es la reunión CITES que se realizó en Lima a inicios del mes de julio, donde el capÃtulo de la caoba no llegó a nada concreto.

Se han llevado a cabo tÃmidos esfuerzos, que están aún muy lejos de siquiera ver la luz al final del túnel. Tal es asà que USAID brindó un financiamiento para combatir la tala ilegal, pero ese dinero fue utilizado por institutos que se dedicaron a hacer talleres de corte social, obteniendo buenos sueldos y haciendo consultorÃas con sus amistades, sin lograr resultados efectivos de cambio y corrección del problema. Por otro lado, la misma fuente de financiamiento ha hecho todo lo posible por controlar el movimiento de madera a través de las cifras declaradas y las estadÃsticas. Pero, el funcionario encargado de la Intendencia Forestal del INRENA ha venido violando y manipulando cifras y el sistema estadÃstico, para poder hacer los acomodos desde el nivel central, arreglándoles las cosas a sus amigos los exportadores y madereros, y por supuesto recibir prebenda.

Organizaciones de base indÃgenas levantan la voz quejándose ante organismos internacionales por el tráfico de madera de procedencia ilegal, sin embargo los indÃgenas mismos están metidos en el negocio, apoyados por sus mecenas de WWF Perú quienes hoy incursionan en territorios indÃgenas donde aún queda caoba. WWF Perú juega un rol de apañamiento que permite que siga saliendo madera fina en forma desordenada e ilegal de nuestro paÃs, garantizando el flujo de la misma hacia las corporaciones internacionales, de quienes reciben apoyo económico para poder sobrevivir.

En relación a los últimos asesinatos ocurridos en el rÃo Las Piedras, donde supuestamente nativos no contactados y madereros se han enfrentado, se puede inferir que al interior de la Reserva Territorial para Nativos no Contactados de Madre de Dios, desde la lÃnea 343, se está dando una guerra por disputarse las últimas caobas que están cada vez más difÃciles de conseguir. La participación de los indÃgenas de Monte Salvado resulta sospechosa en este proceso, por decir lo menos. Estuvieron cobrando cupos a madereros para dejarlos pasar. Los que se pudieron salvar de milagro de estas matanzas, afirman que los supuestos no contactados hablaban en español y usan métodos crueles y de ensañamiento contra las vÃctimas, muy propios de sicarios más que de indÃgenas no contactados. Se teme la presencia del narcotráfico y que estén relacionados con alguna de las operaciones de extracción de madera ilegal en la zona.

Resulta increÃble que cuando se suscitaron las muertes en el alto Las Piedras, la habilitadora de esos madereros ilegales (la que financia la operación), se dirija a las autoridades en Puerto Maldonado quejándose de la situación y anunciando que también hay muertos de parte de los no contactados, sin que siquiera se le detenga y sancione por su proceder delincuencial.
Es curioso, asà como sospechoso, que en los foros donde se presentan herramientas útiles para desterrar la tala ilegal en toda la cadena productiva y administrativa, existan funcionarios que temen aplicar la metodologÃa del monitoreo forestal independiente, aduciendo una simple duplicidad de funciones, afirmando inclusive que dicha metodologÃa afectarÃa la seguridad nacional, creando temores de riesgos inexistentes. Detrás de todo esto hay grandes intereses que impiden detener la tala ilegal. Hay funcionarios públicos que aprueban planes operativos y estudios de impacto insuficientes e irreales, elaboran informes para devolver madera decomisada y toda suerte de ardides para favorecer a ilegales desde el interior del INRENA. Mientras haya prebenda de por medio, el mal nunca podrá erradicarse desde el Estado. El gremio de los exportadores defiende la exportación ilegal, aduce que no se aplican las normas y que por ello todo es ilegal y debe actuarse en acomodo a tal realidad.

Con esta realidad entre manos y con la nueva administración que viene con el cambio de gobierno, que poco promete a la solución del problema, la madera fina desaparecerá de nuestra selva, habiendo dejado amplios sectores sociales en la pobreza y unos pocos millonarios que continuarán saqueando cualquier otro recurso que se les ponga ante las narices.
J. P. U. Pucallpa - Perú

CAPTCHA
This question is for testing whether or not you are a human visitor and to prevent automated spam submissions.