Por Ollantay Itzamná
13 de diciembre, 2012.- En el pasado mes de abril, arqueólogos guatemaltecos y norteamericanos “descubrieron”, en La Corona, San Andrés, Petén (Departamento fronterizo de Guatemala con Belice y México), una piedra tallada (supuestamente en el siglo VII) que registra el 21 de diciembre del 2012, como la culminación el 13 b’aktún (final del quinto sol maya y el nacimiento de una nueva era). En Tabasco, México, en 1968, fue “descubierta” la otra tablilla maya que anuncia la culminación del 13 b’aktún.
Como no podía ser de otra manera, en un mundo sumido en el sinsentido global, las y los turistas espirituales colapsaron los servicios hoteleros y de viajes hacia los centros arqueológicos mayas de Guatemala y Honduras para ver si por allí “se encuentra alguna panacea espiritual mágica que pueda transformar a este mundo patas arriba”.
Gobiernos de Guatemala y Honduras, con una creatividad inédita, venden en todos sus portales web y otros soportes propagandísticos, pintorescas propagandas, en cuenta regresiva, sobre 13 b’aktún con la finalidad de recuperar a los turistas que se marcharon de estos país ante la inseguridad criminal generalizada.
El General Otto Pérez Molina, Presidente de Guatemala (principal denunciado por el crimen de “tierra arrasada” cometido contra el pueblo maya Ixil, en el Departamento de Quiché, durante la guerra interna) se ha constituido en el principal agente propagandístico para las celebraciones del “prodigioso” y “misterioso” 13 b’aktún.
¿Qué es el 13 b’aktún?
Los mayas, según su calendario de “cuenta corta” organizaban el año en 365 días, distribuidos en 18 meses, de 20 días cada uno, más un período de 5 días de purificación (denominado wayeb). El año nuevo lo celebran el 22 de febrero. Éste era el calendario que regía la vida agropecuaria, comercial y ritual de los pueblos mayas.
Pero, también, la civilización maya (actualmente organizado en 22 pueblos mayas en Guatemala) contaba con un calendario solar de “cuenta larga” para registrar sucesos históricos importantes. En este calendario, al conjunto de 20 años se denominaba katún, y al conjunto de 20 katunes se denominaba b’aktún (400 años). Este 21 de diciembre concluirá un ciclo de 13 b’aktunes (de más de 5 mil años de duración), el mismo que comenzó el año 3,114 a.C.
Los mercaderes de las herencias culturales de sus víctimas, vendieron al mundo la “profecía” del 21 de diciembre del 2012 como una fecha mágica y enigmática. Don Porfirio Lobo Sosa, Presidente de Honduras, en el Parque Arqueológico Copán Ruinas, Honduras, en diciembre del año 2011, daba por inaugurada las celebraciones del 13 b’aktún, anunciando la llegada de la “era de amor, paz y progreso de la civilización maya para el mundo entero”.
Mientras, en ese preciso momento, a tan sólo a unos 5 kilómetros de distancia de aquella folclórica ceremonia, atendíamos en la intemperie a comunidades maya chortís hondureños expulsados de sus tierras por terratenientes del lugar. Aquellos, y el resto de los mayas, ni se enteraron, mucho menos fueron invitados a aquel apoteósico acto de inauguración de las celebraciones del 13 b’aktún.
¿Qué pasará el 21 de diciembre del 2012?
Las y los turistas espirituales que corren hacia las diferentes “ruinas” mayas, el 22 de diciembre despertarán con la sensación haber vivido un espectáculo folclórico recreado a la medida de sus deseos de vaciedad interna. Claro, les dolerá un poco el bolsillo porque se habrán gastado sus pocos o disminuidos dólares, euros, quetzales, lempiras, o lo que sea, para dárselos a las agencias de viajes, cadenas de tiendas, hoteles, mercaderes del folclor, etc. Mientras tanto, el herido mundo seguirá girando dirigido por élites cuyos cerebros los llevan en el bolsillo.
El 21 de diciembre del 2012, como cualquier día, en Guatemala y en Honduras, las y los descendientes mayas seguirán siendo expulsados de sus tierras ancestrales por el propio Estado (que ahora capitaliza el 13 b’aktún) para entregárselas a las empresas mineras y de energía. Las áreas protegidas y los monocultivos seguirán acorralando a los descendientes de la legendaria civilización.
El 21 de diciembre, las y los herederos del 13 b’aktún seguirán siendo millonarios de lombrices que les succionan las tripas hasta a los recién nacidos. El 21 de diciembre, como en cualquier otra fecha, habrá muchos “sacerdotes” o “guías oficiales” mayas haciendo teatro ritual televisado para el patrón y para la sociedad espectacular deshabitado de sentido.
Pero el mundo no habrá cambiado, ni se habrá acabado (como pronosticaban algunos fatalistas), pero tampoco la Madre Tierra habrá salido de su anunciado destino de la debacle climática. Ese día, como cualquier otro, los gobernantes que proclaman el inicio de la “nueva era” seguirán robando, mintiendo, y entregando los bienes (lo que queda) de sus pueblos a empresas transnacionales, a cambio de un plato de frijoles.
Habrá 13 b’aktún, sí. Pero no en las “espectaculares ruinas mayas”, sino en las comunidades mayas que llevan la conciencia de la resistencia y la emancipación en la sangre y en el espíritu. Éstas comunidades, sin transmisión de tv en vivo, sin reporteros, ni protocolos, muchos menos burócratas de estados mayafóbicos, celebrarán el Oxlajuj B’aktún, con una ceremonia ritual comunitaria.
Se re encontrarán consigo y con la comunidad (incluyendo a los otros seres y a la Madre Tierra) para agradecer y celebrar la vida, y acelerar los procesos de transformación y de liberación. Porque 13 b’aktún, en buena medida, es eso, agradecer por un período largo de la vida solar y propiciar el añorado nuevo amanecer para restablecer los equilibrios rotos. A esto, los quechuas denominamos Pachakuty.
Comentarios
La información que rodea la citada fecha es muy amplia, unos están convencidos que se acabará el mundo, otros que será un cambio a nivel social, político y económico, otros dicen que será un cambio energético o de frecuencia, de todos modos dejo un link en mi nombre donde indica las diferentes cosas que pueden suceder en ese día, espero que os guste.
El monumento encontrado en la corona no refiere al 21 de diciembre del 2012, hace una pequeña mención de la fecha 4 Ajaw y 3 K'ank'in.
¿De dónde saca que este autor que es el final del quitno sol maya?
¿por qué hablar lo maya utilizando una piedra que registra pensamiento de un pueblo no maya?
Lo curioso y lo enigmático es que uno no sabe ni siquiera si el mundo en que se vive es el mundo del que se cree que es real, porque la realidad del hombre se vuelve irreal ante la realidad del universo y como en el universo lo material y lo espiritual van juntos, los que recibimos de él, dependemos de su respiración, sin saber si lo que respiras es de uno o es solo el aliento de lo ya respirado. Por tanto, lo que uno puede creer que es, puede ser que es, pero microscopico, tan microscopico que se vuelve invisible y nada diferente de algo que en el supuesto mundo real conocemos a las cosas que nada se pueden ver como “invisible”, es que somos parte de esa invisibilidad en el universo. No sabemos cuando y donde terminamos, el hecho es que somos parte de una historia flotando en algún rincón del tiempo. No se sabe si se existe en el mundo real o estamos en otra dimensión del mundo que también parece real, el alivio nos da el hecho de creer colectivamente que estamos vivos, cuando por otro lado de la realidad puede que solo sea un sueño y nadie puede constatar si estamos vivos o ya fuimos hace millones de años. Así es que si en el extremo produce alguna catástrofe mundial, lo único que sentiremos es el fenómeno que percibiremos con el primer impacto, después continuaremos haciendo lo que siempre hacemos, sin saber si ya hemos dejado el supuesto mundo real. Todo depende que nuestras creencias sean tan grandes, si queremos seguir viviendo o mejor dicho, hacernos la idea que seguimos viviendo. Si no pasa nada novedoso, tampoco creer que no paso nada, porque lo que el universo puede sacudirse drásticamente, puede pasar por desapercibido por la inmediatez de su movimiento, así como cuando un avión se estrellare en un cerro, sin que los pasajeros se preparen para la muerte. Pase algo o no pase, percibamos o no, lo importante es que nadie debe quitarnos la idea y la creencia de que seguimos viviendo y no paso nada. Por algo alguien dijo: el mundo es simple, un sencillo latido.
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Es muy exacto y oportuno defender la verdadera sabiduría Maya , que esta siendo manoseada,distorsionada y utilizada para el lucro de los capitalistas,de las grandes potencias, Ellos son los que están contaminando y destruyendo el planeta, y ni así respetan los derechos de los Pueblos Indígenas que siempre mantuvieron el equilibrio ecológico, después del 21 tendrán el descaro de decir que fallaron los Mayas.
Como en nuestro País, hoy lucran con Machu Pichu,la cultura e incluso con la sabiduría culinaria de nuestros antepasados(como el cuy,pachamanca,papas nativas, quinua, en resumen todos los productos orgánicos) y tienen el descaro de creerse los inventores,
y discriminan y menosprecian a los indígenas Andinos y Amazónicos herederos de la sabiduría de nuestros antepasados.
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