216,000 niños peruanos no existen oficialmente
Por Simeon Tegeles*
2 de marzo, 2012.- En una región andina, una planta de fundición de metales era la causante de que más del 90 por ciento de sus niños mostraran niveles excesivos de plomo en sus cuerpos, según un estudio de la Universidad St. Louis. Cerrada desde hace dos años, la planta amenaza con volver a abrir.
Durante casi 90 años la fundición de La Oroya, en los Andes peruanos, expulsaba al aire un cóctel tóxico de metales pesados que lentamente envenenó a los habitantes de la ciudad.
La contaminación se volvió tan grave que La Oroya ha sido comparada a Chernóbil e incluida entre los 10 lugares más contaminados del mundo, según la lista del Instituto Blacksmith (una organización sin ánimo de lucro dedicada a constatar los problemas medioambientales de países en desarrollo)
La planta lleva dos años sin funcionar debido a problemas financieros, según sus propietarios.
Pero ahora (pese a las dudas sobre si la empresa estadounidense que gestiona la planta, Rengo Group, ha instalado la nueva tecnología necesaria para prevenir la emisión de nubes tóxicas), la fundición parece que podría volver a abrir.
“Estamos totalmente expuestos, especialmente los pobres, los niños y los ancianos”, asegura la profesora jubilada Rosa Amaro, que encabeza el Movimiento por la Salud de La Oroya (MOSAO).
Esta planta de fundición es una de las pocas que hay en el mundo que pueden procesar varios metales, incluyendo cobre y plomo, así como refinar zinc. Pero su tecnología anticuada emite contaminantes como arsénico, cadmio, plomo y dióxido de azufre, que provocan serios problemas de salud.
En un estudio realizado por la Universidad St. Louis en 2005, más del 90 por ciento de los niños de La Oroya mostraban niveles excesivos de plomo en sus cuerpos. Y los niveles de dióxido de azufre en el ambiente, que provoca lluvia ácida, han alcanzado la cifra récord de 27.000 partes por metro cúbico, casi 100 veces el límite establecido por la ley peruana.
La fundición terminó su actividad después de que los bancos le cerrasen el crédito a Doe Run Perú, la subsidiaria local de Renco, en 2009. La empresa alegó dificultades económicas y no implementó el plan de gestión medioambiental, una condición impuesta por el Gobierno cuando le vendió la fundición de propiedad estatal en 1997.
Preguntado sobre si Doe Run engañó a las autoridades peruanas durante el proceso de compra de la compañía, Luis Hernández, su portavoz, lo niega e insiste en que “se cumplieron todas las leyes relevantes”.
Ahora, tres años después de su cierre, el congresista Casio Huaire está intentando que el Congreso de Perú apruebe una nueva ley que conceda a Doe Run Perú dos años de prórroga para que termine sus tareas de limpieza medioambiental y que le permita operar mientras tanto.
Si se aprueba la ley, será la tercera vez que la compañía consigue permiso para retrasar la implementación de un plan de gestión medioambiental.
Pese a la contaminación, muchos vecinos de hecho apoyan a Doe Run, que desde que cerró ha mantenido a cuatro mil empleados de La Oroya en nómina, lo que supone un importante incentivo para una región empobrecida a 12.000 pies de altura en los Andes.
José de Echave, ex viceministro de Gestión Ambiental que ahora lidera la ONG CooperAcción, asegura que Perú debería de tener más cuidado respecto a cómo permite a las empresas extranjeras operar en su suelo.
“Enviaría un terrible mensaje sobre el tipo de inversiones que Perú, como país, está buscando”, asegura. “Las nuevas emisiones tendrían un efecto negativo inmediato sobre la población de La Oroya”.
Detrás de la falta de modernización de la planta por parte de Doe Run Perú y su ineficacia para frenar su contaminación hay una complicada y polémica historia de problemas económicos.
Propiedad del magnate neoyorquino Ira Renners y su familia, las ventas globales de Renco en 2011 se calculan en unos 7.750 millones de dólares, según la revista Forbes.
Eso sin embargo no ha impedido a Doe Run Perú declararse insolvente y dejar de pagar una serie de deudas multimillonarias, incluyendo sus impuestos en Perú.
Recientemente, la empresa incluso pidió al Gobierno peruano que le subvencione los gastos de la limpieza medioambiental.
Según los términos de la operación de venta de la fundición a Renco, la compañía tenía que haber reservado 100 millones de dólares para el plan de gestión medioambiental. Pero, según informaciones locales, ese plan nunca se materializó.
Doe Run insiste en que ha tomado numerosas medidas para mejorar la fundición y ayudar a los habitantes de la zona. Pero pocos en Perú creen a la compañía, que al ser de propiedad privada tan sólo difunde información financiera limitada.
“El problema es que la compañía no es transparente”, dice Echave.
Hugo Villa, un médico que trabajó en una clínica privada en La Oroya durante tres décadas, no está convencido de que la empresa haya cumplido la ley peruana. “Aquí hay una epidemia silenciosa”, denuncia. “Los efectos en los niños no se ven fácilmente, pero tienen todo tipo de problemas serios de salud, que empeorarán si la fundición reabre”.
Una persona que ya lo está sufriendo. Es Moisés, el hijo de 18 años de Rosa Amaro. Moisés tiene serios episodios de fatiga, dolores, cambios de humor y problemas respiratorios.
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* Simeon Tegeles un periodista británico con sede en Lima, Perú. Anteriormente, vivió y trabajó en la Ciudad de México por cuatro años y tiene una maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de California, Berkeley.
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Fuente: Portal de La Informacion.com: http://noticias.lainformacion.com/mundo/cunde-el-miedo-por-la-reapertura-de-una-planta-potencialmente-toxica-en-peru_IVa2pE2u8fcW51IfuKmuV6/
Comentarios
He aquí una muestra del respeto del gobierno por el medio ambiente, por los derechos ciudadanos, por la salud, por le bienestar.La reapertura de la Oroya, lugar donde se ha envenenado a cientos de niños con el plomo, el impacto del gas tóxico llega hasta la misma ciudad de Concepción donde supera el Standart permisible que establece la OMS. La DOE RUN una Empresa norteamericana que ha puesto al Estado al nivel de una zapatilla sucia al burlarse reiteradamente de sus compromisos al igual que la Empresa telefónica Española Entel Perú quien no cumple con el pago de sus impuestos millonarios o Empresas como el grupo Gloria que posee más de 64 mil hectareas el equivalente a dos provincias juntas y han superado a los tiempos dorados del gamonalismo, a pesar que las tierras agrícolas disponibles es escasa. Sin duda con el sinverguenza Oscar Valdez y Ollanta Humala, las empresas pueden surrarse con el Estado cuando quieran y donde quieran y está por demás decir con el Congreso de la REpública, establo de criollos serviles, genuflexos, timoratos, testaferros.
seria un crimen que vuelva a operar ese mounstro de la contaminacion
Efectivamente e um problems de decadas + de 100 años,que por la culpa i complicidad del regimen FUJIMONTESINISTA(lo SIAMESES)se continuo. Me explico mejo cuando se produce la priva ya La Oroya en general estaba MUERTA por Contaminacion. Simplemente las autoridades del poderosisimo MEM adecuaron i blanquearon lo PAMA,pa simplemente ganar TIME.Claro el angelito e IRA premio a la gente adecuada a sabiendas que JAMAS podria remediarse esta cadaver.Lo que queda es un REFERENDUM de los propios interesados is por sus intereses i a costa de su salud continuam. SE DIJO.
Creo no solo es de ser un país entreguista de los recursos naturales a las empresas privadas y transnacionales, sino de vigilar y sancionar a quien infringen los parametros ambiental y dañan y perjudican la vida, salud y bienestar ambiental. El gobierno como el ejecutivo y el congreso no sean solo serviles. No es el momento de seguir jurando por Dios y la plata.
Que va ser de nuestro país de aquí a 60 años sin recursos naturales, país altamente contaminado y saqueado sin haber mejorado la educación, salud y calidad de vida de los peruanos?
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