El 29 de diciembre publicamos un reportaje a James Petras titulado: "Un presidente indígena y humilde no garantiza un cambio político" en el que éste manifiesta sus temores frente al desempeño político de Evo Morales en la Presidencia de Bolivia. Con el ánimo de animar el debate difundimos esta vez la opinión de Jaime Otero-Zuazo, quién responde de manera polémica a Petras. Esperamos que los lectores y lectoras participen directamente y envíen sus comentarios.
Tribuna Boliviana, 30 de diciembre 2005.- A pesar de que se evidencía un apoyo creciente de organizaciones, naciones y personalidades del mundo, existen muchas voces influyentes que no paran con su intromisión e insulto desmedidos al nuevo proyecto boliviano. Tales ataques vienen ahora de todos lados y de todas partes.
Parecería ser que existe, en ciertas personas, un deseo de erosionar el echo de que los bolivianos se despiertan e inician el progreso de una de las naciones mejor dotadas de recursos naturales y posición geográfica. Lo cierto es que Bolivia no puede limitarse a las deficiencias intelectuales y conceptuales de otros.
El académico y conferencista de izquierda norteamericano James Petras confirma que los movimientos sociales estarán pendientes de que el gobierno mantenga su línea de compromiso eleccionario. Se espera la conformación de un gobierno que no postergue la resolución de las demandas sociales, y que ataque frontalmente el tema de la pobreza de la mayoría nacional.
En lo que Petras se equivoca, no obstante, es en su afirmación de que el manejo de los asuntos económicos y políticos no deba obedecer a metodologías bolivianas, lo que considera un ridículo, y en cambio seguir a doctrinarismos trillados e inflexibles.
Petras es miope al comenzar un ataque prematuro a Evo Morales y su gobierno, aunque ya se dejó escuchar su letanía de disconformidad incluso antes de las elecciones.
Tenemos que considerar, en primera instancia, que si Evo Morales empieza a resolver los problemas sociales y económico críticos de Bolivia, sin injerencia extranjera, desempleará a muchos profesionales sociales que, por décadas, han venido construyendo la multimillonaria industria de la "limosna social" en países como Bolivia.
Esta "limosna social" no ha brindado resultados proporcionales a su inversión y ha beneficiado más a la oligarquía servicial que a las mayorías pobres, desplazando el progreso en áreas críticas de desarrollo como la salud y la educación.
Al atacar el modelo boliviano de desarrollo, ¿pretende Petras decir que la capacidad de acumulación de riqueza nacional e incremento del ahorro interno es propiedad y bien sólo de los países desarrollados? O, como insinúa, ¿qué una aplicación del capitalismo andino `por y para los andinos' sería "ridícula"?
Por un lado, eso de que los bolivianos no pueden hacerlo, a menos de que se implanten las medidas desarrollistas de afuera hacia adentro, con obvias consecuencias desventajosas para los bolivianos, tiene un eco arrogante muy familiar a la campaña electoral de PODEMOS, a quienes la pedantería tan solo de sus siglas les costó las elecciones.
Donde Petras y PODEMOS yerran es en olvidar la historia de los pueblos, sobretodo del pueblo boliviano. Sus plataformas políticas, una de extrema izquierda y la otra de extrema derecha, no vislumbran el momentum desarrollista de Bolivia, que no puede ser tabula rasa para todos los pueblos en cuanto a la implementación de medidas requeridas para el beneficio humano se refiere.
Los doctrinarismos de ambas tendencias son manifestaciones políticas rezagadas, que no alcanzan el paso de marcha firme del pueblo erguido, caminando no rumbo a la izquierda ni a la derecha, sino de frente hacia la consolidación de la nación y su soberanía y el desarrollo de una base económica fuerte y transparente.
La diferencia del gobierno del MAS es que pretende encaminarse hacia ese futuro subsanando, a cada paso, el déficit social sin demorar ningún plan de justicia social, pero también sin idealismos doctrinarios estáticos que no nos dan el pan de cada día y nos condenan a más pobreza.
La formulación de Petras de que Evo Morales y su movimiento se han "derechizado" en los 2 últimos años es otra falacia y limitación intelectual. Lo cierto es que Bolivia nunca fue un país radical en aras de una revolución socialista extrema que nos devuelva al siglo XX de Cambodia o Viet Nam o inclusive de la Unión Soviética, con el consecuente sacrifico de millones de vidas.
La realidad socio-política boliviana es tan palpable y latente como su pobreza. En Bolivia, el sufrimiento parte de la unidad familiar incapacitada de sostenerse y alimentarse por falta de empleos- en las ciudades- y de infraestructura y acceso a mercados- en el agro.
La esperanza del pueblo surge de poder ver el fruto de sus esfuerzos realizados, no como políticos uniformados marchando al son de alguna doctrina radical impuesta, sino como partícipes de los mercados de productos y servicios en una sociedad con oportunidades y sin prejuicios.
Lo que Petras no comprende, y considera ridícula al generalizarla, es que la parte más importante de la producción agregada de Bolivia parte precisamente del proceso de la administración de bienes y servicios, por humilde que estos sean, en manos bolivianas y en mercados bolivianos, constituyéndose así la base del soporte material directo a las familias bolivianas.
La función del estado no es la de manipular las vidas de los ciudadanos, pero más bien ayudar a las familias a conseguir una estabilidad económica real y persistente, rompiendo las barreras sociales.
El gobierno debe impulsar mejorías en la infraestructura del desarrollo entregando en manos del pueblo el camino a los mercados internos y externos; también debe promover la salud pública para no padecer de enfermedades curables; y, por supuesto impulsar la educación para incorporar mejor al boliviano al mundo moderno y a una mejor vida.
Es cierto que Petras percibe una Bolivia más generalizada donde los hidrocarburos son un factor internacional en plena contienda geopolítica. Sin embargo, aquí también la sabiduría nacional tiene la capacidad de poder conducir políticas realistas y pragmáticas que partan de las exigencias sociales de todos los bolivianos, excluyendo la oligarquía "cleptócrata" que ya va preparando maletas.
Las demás acusaciones de Petras son de carácter personal y ridículo.
Fuente: Recibido del Boletín Prensa Indígena
Comentarios
Me alegra mucho esta respuesta válida y contundente respecto al artÃculo de Petras. Como Aymara, me sentà ofendido con ese escrito y aunque no soy Boliviano, creo que ya es hora que nos dejen hacer nuestras cosas y formas a cómo nos de nuestra proia capacidad. Lo mÃnimo que se puede esperar del mundo es que respeten nuestras formas de buscar y construir la esperanza. Gracias
En relacion a los comentarios u opinion del senor Petras, debo indicar que hacer la lectura de un pais basado en la boliviana de origen aymara, debo mencionar al Sr Petras, que es la primera vez en nuestra historia que realmente nos sentimos representados.
Debe igualmente tomarse en cuenta que la realidad boliviana no es la que muestra la prensa que en Bolivia al igual que en el resto de latinoamerica responde a determinados sectores economicos y regionales.
Como bolivianos y fundamentalmente como aymaras tenemos la seguridad que este gobierno cometera muchos errores, pero para eso estamos los bolivianos para darle siempre el respaldo que se merece.
Lo logrado hasta el momento no responde a un mero populismo, sino fundamnetalmente a una necesidad de cambio estructural. GRACIAS
El hecho de estar representados o no es importante, sin embargo no es lo fundamental al preguntarnos si la propuesta de un "capitalismo Andino" del MAS (Garcia Linera) dara respuesta a inequidades que tienen su origen justamente en lo que el MAS pretende dar continuidad: el Capitalismo. y hay que recordarle a Garcia Linera que el socialismo ya no es una utopia
Quisiera saber que hay de errado en las siguientes afirmaciones de Petras, entre otras del mismo tenor: (Evo Morales) "no nacionalizará las multinacionales del petróleo o del gas sino que es problable que renegocie un aumento y "nacionalice" los minerales del subsuelo"; "la reforma agraria no implicará expropiación alguna de explotaciones agrarias sino que se reducirá a proyectos de colonización en zonas despobladoas y sin cultivar".
Si las afirmaciones arriba son correctas, nada de malo hay en decir que Evo es un "polÃtico social liberal moderado que en los últimos cinco años evolucionó hacia el centro". Además, si como parece sostener Otero-Zuazo la aplicación de un "capitalismo andino" no sólo es posible sino que además es deseable no veo cual es el problema de considerar que Evo NO es un derigente indegenista de extrema izquierda.
Por último Otero-Zuazo habla de "doctrinarismos trillados e inflexibles" y la conveniencia de encarar polÃticas "realistas y pragmáticas". Ahora bien, si proponer una medida como por ejemplo la nacionalización de las empresas del gas y del petróleo es un doctrinarismo inflexible y no realista, deberÃamos pregunlarles a nuestros hermanos chilenos y venezolanos que hacen retrazando la rueda de la historia manteniendo la explotación del cobre y del petróleo en manos estatales respectivamente.
Entiendo las buenas intenciones pero seria mejor especificar los resultados
Petras esta equivocado cuando cree que este cambio fracasara o no se dara del todo como se prometio por que esta vez nosotros los bolivianos estamos dispuestos a que realmente suseda.
El señor Otero-Zuazo parece que no ha participado en la arena polÃtica hasta ahora, a diferencia de su reconocido padre; uno tiene que estar y vivir en Bolivia para poder opinar de lo que ocurre actualmente.
Sergio Luque
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