La denuncia del presidente Manuel Zelaya sobre el boicoteo de parte de algunas transnacionales estadounidenses a la licitación de combustibles reafirma la política energética de los Estados Unidos, la cual pretende frenar la iniciativa PETROCARIBE del presidente venezolano Hugo Chávez, la que es vista por el imperio como una ofensiva en Mesoamerica destinada a lograr los votos necesarios para que Venezuela pase a formar parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En los últimos días el embajador Charles Ford ha venido actuando como un verdadero proconsul, y ha expresado de forma pública, en reiteradas ocasiones, la desaprobación de parte de su país ante el proceso de licitación de importación de combustibles, con el cual el gobierno de Honduras aspira rebajar los altos costos de los derivados de los hidrocarburos que acosan a la economía local.
La determinación del Presidente Zelaya de lograr romper los oligopolios que se han dedicado a la especulación de los precios y de paso al fraude a través de la venta de combustibles con una temperatura entre los 87 y 90 grados, señalan de parte del ejecutivo una tendencia a controlar el caótico y lucrativo mercado energético del país.
La compra directa de combustibles de parte de las Alcaldías de Nicaragua, Salvador y Guatemala, señalan el inicio de una nueva etapa de interrelación comercial entre los países centroamericanos y Venezuela, situación vista como indeseable para la administración Bush, y su Iniciativa Energética Mesoamericana del Plan Puebla Panamá.
La construcción de una refinería, gasoducto, planta regasificadora y eventualmente el inicio de la explotación petrolera en Centroamérica, forman parte de la Iniciativa encaminada por la dupleta Bush-Fox, la que ha sido criticada ampliamente en México y creado expectativas entre los gobiernos del istmo.
La pugna entre México y Venezuela por el control del mercado Mesoamericano de combustibles fósiles, es remarcada por las propuestas presentadas a través del Plan Puebla Panamá (PPP) y de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). La primera ha sido ratificada por medio del documento emanado de la II Cumbre sobre la Iniciativa Energética Mesoamericana, efectuada en La Romana, República Dominicana. Mientras en la visita del Presidente Chávez a Ciudad de Panamá a finales del mes de junio del presente año, señaló el interés de su país de construir una refinería en la costa pacífica panameña, al mismo tiempo contribuir a la construcción del gasoducto que se extenderá desde la Guajira Venezolana hasta Centroamérica.
En la recién visita efectuada por el Presidente Zelaya a los Estados Unidos, se suscitó un confuso incidente donde Mel expresó a los medios de comunicación que Estados Unidos estaba de acuerdo o avalaba la incorporación de Venezuela al proceso de licitación internacional de compra de hidrocarburos. La noticia fue desmentida por fuentes de Washington, las que señalaron como en ningún momento de las casi tres horas que duró el encuentro entre ambos presidentes, Bush le mencionara a Zelaya que estaba de acuerdo en este acercamiento. Al contrario el tema giró en preguntas y preocupaciones sobre el posible abastecimiento de hidrocarburos provenientes de Venezuela a Honduras.
En los últimos meses se ha afianzado el papel geoestratégico del petróleo, el que se ha convertido en un arma política para los países productores. Desde Víctor Khristenko (ministro de energía ruso) hasta Chávez han venido repitiendo como ha finalizado la era de los hidrocarburos baratos augurando el fin del dolarcentrismo e iniciando la "nueva era geopolítica de los energéticos".
El istmo centroamericano ha visto la crisis económica agudizarse con la escalada de precios de los combustibles, sin haber tomado las medidas de austeridad necesarias para frenar el consumo irracional que se ha venido dando en las últimas décadas. El fenómeno de calentamiento global y el incremento de tormentas tropicales y huracanes provocados en parte por las emisiones producidas por los hidrocarburos, no ha sido discutido a nivel público con la seriedad que se requiere para crear una nueva mentalidad en cuanto al desastre causado por el uso de los combustibles fósiles y la urgente necesidad de la utilización de fuentes de energía limpia.
En los últimos años se ha intensificado la construcción de gasoductos, abandonado el sistema de los barcos metaneros. El alto costo económico y ambiental de los gasoductos pone en tela de juicio la utilidad de los mismos. Esta el caso de los seis derrames causados por el gasoducto asociado al Proyecto Camisea - financiado por el BID - y la poca atención brindada a los pueblos indígenas afectados, señala el futuro que tendrá Centroamérica con la construcción del gasoducto vislumbrado por el Plan Puebla Panamá o la iniciativa PETROCARIBE.
Al mismo tiempo garantizar la seguridad de los gasoductos se ha convertido en un rompecabezas, tal como sucede con el recién inaugurado gasoducto entre el Mar Caspio y Europa (Baku Tbilisi Ceyhan) el que exige un constante patrullaje y control sobre el tendido que se encuentra bajo 10 pies de tierra. La inestabilidad económica de Centroamérica y las heridas abiertas de la guerra fría sirven de caldo de cultivo para que terroristas en un futuro no muy lejano utilicen atentados contra las instalaciones y tendidos petroleros, similar a los hechos que están aconteciendo en el Delta del Níger.
La entrada de PETROBRAS en la exploración y explotación en Centroamérica, y del financiamiento de la refinería por parte de la multinacional OXY, parece ser que acelerará el tan temido inicio de la destrucción del corredor del caribe; mientras al mismo tiempo el Plan Puebla Panamá inicia la construcción de múltiples megarepresas hidroeléctricas que se sumarán a la destrucción ambiental del istmo.
La Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH, apoya al Presidente Zelaya por su posición ante la ofensiva de las multinacionales petroleras y la presión ejercida por la Embajada de los Estados Unidos. Al mismo tiempo señalamos la importancia de crear una estrategia sólida para el ahorro de la utilización de combustibles fósiles, y señalamos la necesidad de darle luz verde a la generación de energía eólica en el país y reconsiderando la destrucción que se piensa efectuar tanto con la represa del Tigre, Patuca y Cangrejal, mientras aparentemente se ha archivado la planta eólica del Cerro de la Hula.
OFRANEH, Organización Fraternal Negra Hondureña
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